martes, 31 de agosto de 2010

Huellas!


Siempre ha sido importante para mí ir dejando como huellas en el camino. Estas huellas pueden servir para dos cosas básicamente: por un lado nos recordarían toda la vida de dónde venimos exactamente; por otro lado sería una forma de dejar marcada nuestra existencia en los libros del mundo.

En la primera opción, nos sirve para ser personas humildes, centradas y con los pies en la tierra. Creo que cualquier persona que tenga claro de dónde viene, sabe hacia dónde va, además de que valora todo lo que ha conseguido. De esta manera se tiene una perspectiva más real y humana de ese trillo que vamos dejando detrás de nosotros.

Vivimos en un mundo que, sobra decir, esta repleto de egoísmos, traiciones y deslealtades. Han sido personas, en su mayoría, que han subido en la escalera de la sociedad, pasando por encima de otros de manera hostil. Por supuesto que eso no tiene ningún mérito; todo lo contrario. Pero son situaciones que existen y que se viven cotidianamente. Son personas que no han sido educadas para crecer en un desarrollo sostenible con la sociedad, sino que piensas meramente en sus intereses personales y piensan que realmente el fin justifica los medios.

Pensamiento bastante anticuado que utilizaban en la edad media, sin embargo aún existen personas que aplican los mismos lineamientos que en esas épocas desligadas de un sentimiento humano en el progreso. Claro que hoy en día, con los avances tecnológicos, la industrialización y la automatización de los servicios hemos dado un paso más hacia la deshumanización, sin embargo en ciertos sectores profesionales se está moviendo la ola de crear personas con mayores capacidades humanas que las que existen en la actualidad. Dejar atrás la individualidad para pensar colectivamente en relaciones "ganar-ganar".

En la segunda opción, es algo que siempre he pensado, y creo que todos lo hemos hecho, de querer dejar algo en este mundo que una simple existencia. No se trata solo de ser un gasto más en esta sociedad, sino de aportar algo importante que permita algún tipo de progreso o crecimiento personal, espiritual o incluso, por qué no a nivel institucional, económico o social.

Se trata de no ser simples parástios del mundo que tragan los recursos del planeta sin devolverle nada a cambio. Se trata de utilizar todas las bendiciones que se nos han dado para de esa forma, idear alguna manera de mejorar, en algún sentido, el mundo en el que vivimos. Y no existen excusas para no hacerlo. Ayudar debería de ser parte de un proceso proactivo del ser humano y no reactivo. Es decir, no hay que esperar algún evento para reaccionar; hay que tener la iniciativa de hacerlo y la imaginación para idear alguna forma nueva de colaborar.

Para ventaja de nosotros existen mil maneras de ayudar. Hoy en día existen muchas Organizaciones No Gubernamentales que trabajan sin fines de lucro a nivel regional en lationamérica como sería el caso de "Un techo para mi país" e incluso a nivel global, como los diversos programas de Unicef.

Está en manos de nosotros formar una mejor sociedad. Sociedad que va a recibir a nuestros hijos y nietos. Pero más que eso, es una sociedad que nos tiene a nosotros como vecinos de un mismo barrio que es este mundo. Y el que piense que las distancias son muchas y los límites son reales; esta destinado a una vida de individualismos que no le va a permitir desarrollar su lado humano.

En este mundo todos vivimos a la par. Y somos los únicos responsables de la indiferencia y la ignorancia; que son dos de los más grandes problemas en el mundo actual. Me parece que es un buen momento para ser más conscientes, y colaborar un poquito con nuestro hogar, el hogar de todos.

lunes, 30 de agosto de 2010

Fotografía de una época de mi vida! (150)


Quién me manda a mí a escribir? Es increíble el paso de los días. Creo, y estoy casi seguro de que no soy el único que ha sentido que las semanas se van en cuestión de abrir y cerrar los ojos; y los meses ni para que decir. Tras de todo, escribiendo día tras día uno como que va siendo más consciente de la velocidad del tiempo.

Esta vez no voy a hacer un resumen de las últimas cincuenta cosas que he escrito. Esta vez simplemente me voy a relajar y a escribir un poco. De verdad jamás pensé que iba a durar tantísimo tiempo haciendo esto, y menos con mis típicos problemas de falta de inspiración, y eso de escribir un párrafo y borrarlo al instante.

Me imagino que todas las personas que escriben pasan por esas crisis normales. Al menos eso espero. A cada rato sentir como esos "Déjà-vu", sentir "esto ya lo escribí", "esto ya lo expresé". Pensar cosas como que no se lee exactamente como lo siento; o sencillamente pensar en cosas que sean de un común denominador en las personas, para cumplir con la función de todo esto de ayudar un poco a personas que pueden llegar a sentirse identificadas con algún sentimiento o algún hecho.

Tantos momentos que he pensado en dejar de escribir. Tantos poemas que se han escurrido por mis manos hasta quedar plasmados en esto que casi no le encuentro nombre, pero que me ha gustado catalogarlo como una "fotografía" de una época de mi vida, y sus imágenes son todas estas palabras que de una u otra forma están dejando anclados mis sentimientos para el futuro. Incluso en estos momentos, vuelvo las hojas para atrás y leo cosas de hace meses que me devuelven increíblemente al sentimiento preciso que tuve en el momento que escribí lo que escribí.

Lo más importante, es que estos pensamientos son comúnes en su mayoría. Por supuesto, ¿cómo no va a ser común el amor o la tristeza? o la incertidumbre del futuro o el amor a Dios. Al final, esto se convierte en escuela, tanto para mí, como para cualquier otra persona de cualquier edad que esté dispuesto a tener una lectura periódica sobre cosas que no pasan de moda en la vida; cosas que faltan por interiorizar; sentimientos que quedan por compartir.

Para mí no existe mejor forma de relajar los músculos de mi mente que sentarme cada día a escribir. Y exigir a mi mente que haga sudar a la imaginación con ideas que refresquen la capacidad de plasmar en palabras sentimientos intangibles por sí solos. Nadie sabe qué es amor por sí solo: el amor se vive, se experimenta, se sufre y disfruta.

Por todo esto, por pensar en algún momento de mi vida poder enseñarle a través de cuentos, poemas y reflexiones a mis hijos todo lo que vivía y sentía a una edad que ellos también van a tener, y el simple hecho de que exista una remota posibilidad de que eso les pueda ser de mucha ayuda para entenderse ellos mismos y crecer como personas, me hace tener la fortaleza necesaria para seguir adelante. Esa es la magia del amor. Y a pesar de que exista la posibilidad que no sea así, existe la posibilidad de que sí; y ese es el motor que me permite continuar.

Y mejor aún, porque de rebote, esto me ha ayudado a crecer, y, creo, ha ayudado a muchas personas a sentirse comprendidas e identificadas con las fotografías que le he tomado a los sentimientos en rimas e ideas, y que han quedado para la posteridad sobre el papel, como ya he dicho antes, dispuestas a luchar contra el tiempo y el olvido.

Mientras tanto, seguiré "aprendiendo a volar!".


Learning to Fly!

sábado, 28 de agosto de 2010

Poema para Jesús!


Cuando hablo de amor
de misericordia y perfección,
en los momentos de dolor
y también los de traición.

Me refiero en alabanza
a aquél que nos reconforta,
con su humilde semblanza
que en mi prosa se acorta.

Porque lo respiro en el aire
lo vivo en la felicidad,
y saber que es mi Padre
me regala tranquilidad.

Y en Él dejo mi vida
mis sueños y alegrías,
le regalo mis triunfos
que fabricamos juntos.

Jesús, te pido la sabiduría
para seguir Tú camino,
bendecir con sonrisas
y estar siempre contigo.

Ante todo te doy gracias
por tantísimos regalos,
el sol en las mañanas
y el verde de los campos.

El olor de las flores
el brillo en los mares,
el montón de colores
que se pintan en las tardes.

La frescura de las mañanas
la brisa en las montañas,
las sorpresas y miradas
el llanto y carcajadas.

Porque realmente en todo lado
siento tu presencia Jesús,
por siempre de Tí enamorado
y me ayudas a cargar mi cruz.

Ahora solo me arrodillo
y te doy gracias por todo,
siempre, aunque parezcas escondido
te encontraré de algún modo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Pintar tu sonrisa.


Acercate a sentir conmigo los latidos de un corazón vivo. Y la frescura que trae consigo un manantial de agua pura; su sonido ensordecedor que recorre montañas.

En el fondo de un cuadro pintado a mano, encuentro pistas de vidas que no he vivido; momentos que no han llegado pero siempre he sabido que llegarán.

A veces siento que pierdo el sentido de ubicación, pero mientras más lo pienso, más siento dentro mío el placer de una vida incierta.

Y en cada paso doy lo mejor de mí, para dejar una huella que quede manchada en esta tierra para siempre. Que el tiempo no juegue en mi contra.

Hoy cuando el futuro se esconde en el reojo de mi mirada, juego a las escondidas con mi destino. Aunque a veces parece que la vida es injusta, recuerdo la felicidad de una simple sorpresa.

A pesar de que siempre he dicho que los malos ratos simplemente sirven para hacer mejor a los buenos momentos, a veces siento que la gente no entiende lo que digo.

Me he pasado cientos de minutos tratando de darle respiración de boca a boca a tu corazón, para resucitar amores vencidos; corazones dormidos.

Me he topado con la suerte de tenerte en el camino como estrella que me guía. Hoy de una vez te digo, te agradezco tu existencia.

Porque somos alguien si servimos para mejorar la vida de los demás; somos personas si soñamos con un mejor mañana; un amanecer más dulce.

Pero si de luchar se trata, hoy quiero rescatar una sonrisa que se ahoga en una tristeza absurda; entre líneas te susurro al oído que eres mía y por tí daría la vida.

Quisiera amueblar tu vida con momentos de extrema alegría; pintar tu sonrisa cada noche en las sábanas de nuestra cama.

Besar tus labios rojizos, y esperar simplemente una sonrisa escapando de tu boca. Saber que tus latidos se aceleran cuando me ves.

Por eso hoy con estas palabras, quiero agradecer los momentos que en esta vida has escarbado hasta encontrar la manera de regalarme felicidad.

Gracias!

jueves, 26 de agosto de 2010

Nuestra historia en párrafos.


Y en cada paso recordarte aquellos días, donde los besos cedían a las caricias que tus labios con ternura me entregaban, acurrucado en tus regazos.

Porque a veces de cerca no se ve tan bien como de largo. Y tus ojos guardan en tu mirada la incógnita de todo enamorado.

Pero para entender un poco este amor, hay que encontrar en nuestra historia los párrafos que hablan de aquellas tardes cuando jugábamos tirados en el suelo.

O aquellas líneas donde describíamos con detalles los futuros que siempre imaginamos; sueños de dos corazones de la mano; sueños de dos locos y enamorados.

Para entender este amor, tendríamos que escribir con tinta de sangre, cada recuerdo que ha quedado en el alambre de púas y que ha lastimado un poco este presente incierto.

Tal vez, para entender este amor, habría que tocar la suavidad de tu pelo, o saborear la dulzura de tus cariños; tal vez para entender este amor tendría que tomarte de las manos y mirarte a los ojos.

Y entonces ceder ante el envenenamiento bendito de tu olor. Sentir el calor de tu cuerpo cerca del mío; tenerte tan viva, tan cerca.

Porque justo antes de perderte recupero la fuerza de un amor dormido. Terco y tonto como un ser humano cualquiera; pero qué soy yo sin tí.

Y en una rendija de la vida descubro el secreto de mi destino; si en el futuro no estás junto a mí...sencillamente nada tiene sentido.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Valorar!


Creo que cuando alcanzamos lo que buscamos, perdemos de vista el verdadero valor que le dabamos antes de tenerlo. Parece absurdo, pero es cierto. Si rebuscamos en nosotros mismos, creo que nos vamos a topar con que todos hemos vivido esa situación.

Es incoherente. Pero creo que a través de la vida nos vamos a ir dando más cuenta de que la vida esta repleta de incoherencias. Los que tienen algo quieren lo que tienen los otros, y visceversa; valoramos mucho tantísimas cosas que en realidad no valen nada.

Puede ser que todo sea normal. Normal en el sentido de que es lo que la mayoría hace. Por supuesto, el hecho de que algo sea normal no quiere decir que sea lo correcto y que tengamos que vivir bajo ese paradigma. Sin embargo lo hacemos.

Vivimos en un mundo repleto de paradigmas en cada rincón. Nos hacen creer que esos paradigmas son santa palabra, y que el mundo esta hecho para aquellos con la capacidad de acoplarse sin mayor alboroto a ellos. Simples mecanismos de control social.

Pero si nos detenemos a ver por un instante, son aquellas personas capaces de ver más allá de lo que está dicho los que han logrado mayor realización personal; realización sincera. No realización guiada, o de rebote; sino la que nace en lo más profundo de nuestros deseos.

Existen miedos que paralizan nuestra mente. Funcionan como ataduras a la ideas y que nos reprime cualquier intención de crecer. Porque nos han puesto techos imaginarios, y hemos cometido el error de creer todo aquello que nos dicen.

Creo que por todo esto perdemos el sentido de valorar. Valorar cada detalle por más pequeño que sea. Valorar cada logro; y mejor aún, imponernos nuevas metas que nos hagan crecer mucho más como personas.

Pues cuando valoramos realmente todo aquello que tenemos y que hemos conseguido, vamos a saber cuidarlo y defenderlo con toda la fuerza de nuestro corazón. Al final de eso se trata todo en esta vida: luchar.

martes, 24 de agosto de 2010

Escultor de pensamientos.


En caso de que alguien lea esta carta quiero que sepa que soy un eco de un tiempo que ya se fue; soy un tatuaje en el planeta que solo los años podrán borrar.

Recorrí cientos de kilómetros en busca de algo que nunca encontré; dediqué mis sueños y mis sufrimientos a una persona que nunca existió.

Y ahora que llega el final solo quiero acostarme y ver hacia el cielo. Traer al colador las memorias de vidas pasadas, metas que se borraron con el polvo de una tormenta.

Recordar ideas, sentir una vez más la calidez de un abrazo o la ternura de un beso en la frente antes de dormir. Y a pesar de que siento vacío en mi interior; intento ser fuerte por el momento.

Lo que venga después será motivo de alguna otra historia, pero lo importante ahora es identificar todo aquello que sumó y no lo que restó.

Imagino que de eso se trata. Justo en estos momentos es cuando abrimos los ojos, y colocamos cada instante en donde corresponda. Como realmente debería de ser.

Yo siempre fui un escultor de pensamientos; mi cincel eran las manos y mi obra eran historias. Historias que hoy quedarán a merced del olvido.

Viviré en cada recuerdo, como la más intensa de las nostalgias; o como el más importante de los personajes de un cuento que se llama vida.

Mi intención: enamorarte. Mi meta: morir a tu lado. Mi sueño: compartir mi vida contigo.

Y aunque no todo se logra en esta vida, lo importante no es tanto el destino sino el camino. Ese proceso de golpes y golpes que fueron poco a poco forjando quién soy hoy.

Hoy, en los regazos de la muerte, solo quiero que sientas conmigo el placer de una vida bien vivida. Pues son muchos los que mientras más vivos se creen, más mueren en vida.

Por eso, y por muchas cosas que prefiero llevarme conmigo en esta noche eterna, quiero decir adios.

Adiós!

lunes, 23 de agosto de 2010

¿Qué pasaría..?


¿Qué pasaría si un día abrieras los ojos y te das cuenta que dormiste por durante veinte años? Y al levantarte de la cama sintieras que has dejado todo para un momento que nunca llegó.

Y luego, más tarde cuando enciendes el tele, sientes que has malgastado dulzura y cariño que nunca entregaste por esperar y esperar.

Pues en algún momento de tu vida prometiste peinar a la Luna cada noche con palabras delicadas; susurros que viajan por las estrellas como murmullos del amor.

Aquellos días de aprender a volar se quedan arrecostados en la cama del ayer; nunca moviste los pies hacia un momento mágico en donde se confunden pasiones con caprichos.

La nostalgia que alguna vez te caracetrizó es la única sobreviviente en la amargura de tus mañanas; el sinsabor de tus noches que saboreas con rencor en tu boca.

La melancolía de aquellos poemas que escribías antes de dormir o cuando pintabas atardeceres sobre las piedras inertes en la playa.

Todas las conversaciones que tuviste con las rosas sobre amores y caballeros; doncellas y castillos. Todas se ahogaron en el silencio de lo que nunca dijiste.

Y a gritos quisiste despertar todo lo que en tí dormía; justo antes de darte cuenta de todo lo que habías perdido por la insensatez que trae consigo en una bolsa la inmadurez.

De verdad, y con todo sinceridad te pregunto ¿qué harías si realmente entendieras que no hay vuelta de hoja? Y que solo existe una primera impresión en la vida.

No se trata de leer para aprender. Consiste en agarrar en el aire las ideas sueltas; unirlas en frases y oraciones que nos guíen por el verdadero camino.

Nuestro verdadero camino.

Cuidado al dormir. No vaya a ser que pierdas de perspectiva la vida. Tú vida.

sábado, 21 de agosto de 2010

Del perro y el avión!


Algunos dirán que de estas historias es más cierto el "que dirán" que lo que aquí yo les diga. Puede que sea eso cierto, así como puede que no lo sea. De por sí, en las historias, más importa lo que pase al final que lo que se cuente en el medio. Y al inicio no existe la poco sana preocupación de qué será verdad y qué será mentira.

En esas tardes rebuscadísimas por los amantes de lo inciertamente absurdo, me encontraba yo caminando por un inmenso sendero de piedrillas blancas. El camino, que por sí solo se encontraba bien distinguido, era bastante fácil de encontrar. Lo díficil, y en este aspecto yace toda la ciencia de este cuento, era saber cuál de todos aquellos caminos sería el que nos llevaría a nuestro propio destino.

Eso sí, lectores de este mentiroso, quiero que sepan que lo que van a leer no es mayor cosa que las verdades de un cuento; no es más que el recitar de una historia que una vez calcada en el cielo, me he tomado la molestia de transcribir en estas palabras. Y si alguno ha de dudar lo que aquí les digo, no se tomen la molestia de seguir con sus ojos las palabras de este loco.

Pues es fácil perder la cordura cuando se vive entre tantas incoherencias. Esta historia se desenvuelve en un extraño bosque; extraño solo para aquellos de mentes cerradas; extraño para aquellos que creen que lo normal es la costumbre de una rutina escandalosa que deja ciegos a los que tapan con sus manos los ojos del corazón.

Aquél bosque, envuelto de imaginación e ideas poco cuerdas, no era un bosque cualquiera. No señor. Aquél bosque guardaba dentro de él, a las más míticas criaturas que los seres humanos hayan visto jamás. Sin embargo, y para los menesteres de los que leen, esta historia no habla de esas criaturas, sino de otras mucho menos míticas pero mucho más absurdas.

Pero qué podrían esperar de un escritor como éste, que deja en manos de la locura, los dictados que la mente hace. Por eso, y no por alguna otra cosa, quiero empezar a contarles de dos extraños personajes que poco parecían importar, pero que al final enseñaron como ningún otro, dos secretos inimaginables para aquellos que ya no ven.

Casi recuerdo como ayer aquella mañana soleada. El sol, estirándose en el horizonte, hacía alardes de grandeza. El viento, de sur a norte, daba las primeras esperanzas de una tarde lluviosa. Pero eso qué iba a importar, si en definitiva este cuento no iba a dar para tanto.

Él era un perro que comía helado. Vivía día y noche comiendo helados. El de galleta, siempre dijo "es como comer un bocado del cielo con la dulzura de un atardecer en el bosque". De aquél perro poco podíamos decir. Quizás podríamos mencionar su, digamos inusual, mejor amigo: el avión.

Ustedes dirán, ¿cómo un perro es amigo de un avión?

Empecemos diciendo que no es cualquier avión; es un avión que baila. Aquél avión no podía volar una sola vez sin tener que moverse al ritmo de las corrientes de aire, y juguetear de vez en cuando, y solo de vez en cuando, con las nubes.

Aquella mañana, parecía que iba a ser una mañana cualquiera. Eso hubiese sido así de no ser porque por primera vez en siete años, el avión no bailó en el cielo. "¿por qué tan achicopalado?" decía en términos coloquiales su mejor amigo, el perro come helados. "Creo que quiero ser normal...como cualquier otro avión".

El perro, comiendo su helado de galleta, pensó rápidamente en algo que decirle a su amigo. Sin embargo, las ideas fueron escasas. Justo cuando el avión, cansado y triste de no recibir apoyo de su amigo, iba a emprender su vuelo taciturno, el perro le dijo: "a veces sientes que ser diferente a los demás no te permite alcanzar un nivel imaginario de poder. A veces no ser normal te hace sentir solo, incomprendido. Otras veces, sencillamente sientes que ser diferente es un error tuyo, y que tienes que cambiar. Cambiar y cambiar. Y al final, el mundo te presiona fuertemente para cambiar. Lo que el mundo no te dice es que eso que te diferencia de los demás es lo que te hace exactamante ser vos. Y de no ser vos con esa característica especial, hoy no hubieran tomado el rato para escribir este cuento sobre nosotros dos"

El avión, empezando a mover su cola, sonrió al perro (que comía un helado) y emprendió su viaje al cielo. Aquella mañana no hizo más que bailar y bailar. Al atardecer, de las nubes robó un cachito, que le llevó a su amigo el perro que come helado, en un detalle especial recordando lo que éste siempre decía:
"es como comer un bocado del cielo con la dulzura de un atardecer en el bosque"

viernes, 20 de agosto de 2010

Son tus risas y tus miedos.


De las luchas más mezquinas
en la vida de los tuertos,
no se abren tanto las cortinas
ni se entierran a los muertos.

La ceguera es la enfermedad
que no se apiada del pueblo,
trato el tema con seriedad
y le pregunto a mi abuelo.

¿Cuál es la razón
de tan extraño mal?
la falta de corazón
o no luchar hasta el final.

Justo cuando va a responder
lo distrae una mosca,
esas que son duras de coger
aún usando una bolsa.

A pesar de que suene tonto
es más dulce lo amargo,
es más grande la moto
que me lleva a todo lado.

Y entre las delicadezas
me arrecuesto en la esquina
de este cuarto de sorpresas
al que llegas si caminas

Al luchar tratas de responder
y al correr tratas de olvidar,
así te aprenden a querer
para luego llegarte a amar.

Y si miras para atrás
buscás los rastros que dejás,
encontrarás las respuestas
y por supuesto las recetas.

Para curarte de aquél pasado
que te lastimó sin compasión,
pero ante todo ten cuidado
y valora tu corazón.

Porque en la vida y los juegos
son tus risas y tus miedos,
quienes encienden o apagan
la luz de los que te aman.

Llegará entonces el momento
en que soñar sea vivir,
y amar el sentimiento
de tenerte para mí.

jueves, 19 de agosto de 2010

Riesgos y rendimientos


No se trata de ser ni de pretender. Al final todo se resume en decidir. Y es exactamente en decidir en el punto que se falla más. Por no tener carácter o fuerza de voluntad.

Si fuera tan fácil sencillamente escribir en un papel, leer, interiorizar y aplicar. Pero las realidades son tan abstractas que se mezclan en formas inentendibles en las mentes.

En definitiva en algún momento de la vida a todos nos tocará tomar las verdaderas riendas de la vida; dejar de poner en los demás las responsabilidades que son nuestras.

Y esas responsabilidades; esas cargas son principalmente emcionales. Se acabará el día en que, no solo entendamos la situación, sino que empecemos a cambiar realmente.

De nada vale tener un plan, una estrategia, si a la hora de aplicarlo no somos capaces de hacerlo. Porque eso nos puede hacer entrar en una espiral peligrosa a nivel personal.

Se resumen sencillamente en vivir por y para uno. Y que eso no signifique olvidar a las demás personas. Como dijo Ernesto Guevara de la Serna "Hay que endurecerse sin perder jamás la ternura".

Es exactamente el verdadero proceso de cambio. No basta con ser consciente; se necesita aplicar el cambio. De lo contrario estamos malgastando aprendizaje.

Seguramente es muy complicado. Pero es hora de dejar ver a las demás personas apostar; es hora de asumir riesgos.

A mayor riesgo, mayor rendimiento.

¿Vale la pena?

Eso nos toca averiguar a cada uno en cada caso específico.

Pero si vale la pena, ¿por qué no arriesgarse?

Learning to Fly!

miércoles, 18 de agosto de 2010

Perdón


De casualidad me parece que puedo inventar ciertas ideas que son poco cuerdas. En la terraza de esta ciudad y sentado en esta mecedora, pienso las cosas que yo escribo ahora.

Son tantas las cosas que parecen ilógicas, que tienen tantos ingredientes de ser algo increíble, y otros tantos de ser algo obscenamente absurdo en estos días y por estos lugares.

Pero aquí, y con la vista que tengo, le tomo fotos a los instantes que repercuten los futuros inmediatos como los no tanto.

Y me pregunto severamente si existe tal ceguera en la gente que no les permite ver más allá de sus pies. Es realmente cuestionable la capacidad de juicio y los niveles de tolerancia insostenibles.

En un mundo controlado por el dinero, el corazón se hinca en una esquina mientras se desangra en el olvido del planeta entero.

Triste de aquellos que ven en la codicia el mayor placer humano y no ven el irrespeto social hacia aquellos que la vida no les dió las facilidades de lucrar.

Y parecen muertos los que caminan en sus lujos; los que se regocijan en la tenencia de lo escueto y sin sentimientos. Porque veo que vale más un regalo que una conversación.

Vale más un lujo que una carta; un reloj que un poema; la ropa que la bendición de caminar de la mano por un parque.

A eso hemos llegado. Alejados completamente de las congruencias humanas y de los pensamientos racionales que supuestamente nos caracterizaron en algún momento.

Hoy todas esas cosas quedan atrás en los bolsillos del olvido, y una nueva era de máquinas e indiferencia se adueña poco a poco de nuestra naturaleza humana.

Si en algún momento de la historia valoramos más un beso y una caricia que el dinero y la codicia; era ese el momento dónde jugamos por última vez del lado del planeta.

Sin ganas de levantamre cierro los ojos y pido perdón; perdón por todo en lo que nos hemos convertido pero jamás tuvimos que llegar a ser.

Perdón por matarnos, perdón por dejar gente muriendo de hambre, perdón por cortar los árboles, por ensuciar los ríos, por contaminar los mares, por extinguir especies.

Pero ante todo por olvidar que el amor es la fuerza más grande que nos puede alimentar y hacernos vivir en perfecta armonía cuerpo, mente y corazón.

Perdón!

martes, 17 de agosto de 2010

Bajo este sol incesante.


Años en esta sosobra. Debajo de estas piedras, bajo este sol incesante dejo que se queme mi piel cada día un poco más. Como una forma de que la sequedad de mi boca sea completamente descifrada por las rendijas del cielo.

He caminado cientos de kilómetros, por dunas y espacios gigantes de nada. En años no me he topado con nadie. Ninguna persona ha sido parte de este sueño sin final que poco a poco ha ido evaporando mis ganas de vivir.

Y por más que intento acabar con esta tortura angustiante de dolor y calor; la vida no me permite morir, me amarra con cadenas de injusticia a unos hechos que con la pesa que se midan se sabría que no es posible aguantar.

Por las noches, el frío carcome mi piel. Y no existe cobijo que me caliente en esos momentos donde siento punzadas de dolor por todo mi cuerpo.

Tantas veces he sufrido de alucinaciones. Siempre he creído ver agua, y me topo con arena. Siempre he creído verte, y me topo con que no existes. Y poco a poco he ido haciéndome de la idea de que sencillamente este será mi tormento para siempre.

Y ahora, estas palabras que escribo sobre la arena, me sirven de consuelo. Pues al parecer el sol no tendrá compasión de mí; el frío no se irá en ninguna noche. Y el agua jamás llegará.

Pero ante todo, creo que el hecho de que no existas, es lo que no me permite salir de aquí. Si tan solo tuviera una prueba casi creíble de que existes tal y como te veo en mi cabeza. Pero no es así.

Y mientras no existas...no podré salir de este desierto y su soledad.

lunes, 16 de agosto de 2010

Cansado de escribir


Tengo que admitir que muchas veces me he sentido cansado. Cansado de no tener ideas, cansado de lo repetitivo. Debo admitir que no siempre estoy de humor ni tengo el ánimo que se necesita para escribir. Tal vez sencillamente no tengo la inspiración necesaria para hacerlo.

Gracias a Dios eso es la excepción y no la regla de todos los días. Sin embargo, luego de tanto tiempo de hacer lo mismo se torna un poco complicado exprimir los pensamientos y esperar que salga nuevas palabras, nuevas frases, nuevas ideas.

Sin embargo, escribir ha sido para mí una experiencia que me ha permitido encontrarme mucho más conmigo mismo, y me ha permitido interiorizar muchísimas cosas que tantas veces se quedan bailando en el desván de la mente, donde la imaginación toma siestas en las tardes.

Hoy, es de esos días donde siento mis sentidos paralizados por el frío que ensordece los oídos de mis pensamientos. Es de esos días donde la neblina opaca y oscurece la vista de mi imaginación y sencillamente escribir es casi tan complicado como robarse una Luna llena.

A pesar de tanta dificultad, estripo con todas las fuerzas a mi mente, para que se desahogue de ideas, y que esas ideas caigan en palabras escritas por mis dedos. A veces siento que escuchar a mi corazón es un dictado de sentimientos recién levantados luego de una larga noche.

Otras tantas veces me arrecuesto en los silencios, buscando un abrazo tierno de un amor que no ecuentro. Esas veces, precisamente, son las que inundan mi cerebro de ideas, pensamientos y sentimientos, y en conjunto cantan cuentos y poemas que escribo.

Cierro los ojos entre todas estas palabras, y siento que estoy acostado boca arriba en medio de muchos árboles de pino, en un día soleado, con el cielo completamente azul y la brisa fresca haciendo música con los árboles.

Y es ese silencio casi tan perfecto, que interrumpido por los pájaros, me regala tantísima paz, que cuando me levanto siento reconfortados mis sentidos y el cansancio lo saca a pasear la frescura del aire en mi cara.

Es precisamente esa la razón por la que no puedo dejar de escribir aunque esté cansado; porque exactamente escribir me permite ir a otros lugares que están en mi imaginación...y por qué no, también puedes venir conmigo.

sábado, 14 de agosto de 2010

FIA..Inteligencia Emocional


Es completamente cierto y sabido por todas las personas, que los momentos malos son una constante en la vida. Por supuesto, también es sabido que son esos los momentos justos donde nosotros, como seres humanos, más aprendemos. Y como ya había dicho antes en alguna otra entrada de este blog sobre los momentos en la vida: "Porque en los buenos sencillamente vivimos. En los malos aprendemos."

En estos momentos difíciles existen muchos factores que van a poner su granito de arena en uno u otro lado de la balanza. Hay pros y contras, como en todas las cosas. Y por supuesto es importante hacer un análisis completo para determinar cuál sería el mejor camino a tomar en esos momentos específicos.

Hay, obvio, caminos sencillos. Y por ende hay caminos difíciles. Uno esperaría tener el coraje para escoger siempre los caminos complicados; porque son retos en la vida. Creo que la vida es una mezcla interesante de retos en todos los ámbitos. Retos que al final se convierten en nuestra mejor manera de evaluarnos y de retroalimentar nuestra mente; para saber errores que se cometen, y de esa forma comenzar a corregir. Todo con la misma intención que hemos tenido siempre: ser mejores personas cada día.

Porque ser mejores personas no debería de ser una misión, sino un estilo de vida. Como personas, nos vamos a equivocar hasta más de dos veces en la misma piedra; el punto importante es ser conscientes del error y hacer hasta lo imposible por corregirlo. De esa forma se persevera y, pues "tanto va el cántaro al agua que se rompe". De alguna forma se llega al cambio.

Pero bueno, el punto aquí son esos momentos donde la tristeza y la impotencia presionan nuestro corazón y nuestra mente hasta hacernos sentir asfixiados. De esa forma, nuestra mente se encierra en un círculo peligroso que podría llegar a convertirse en una espiral, donde las malas decisiones que se van tomando, van complicando mucho más nuestra situación, digamos depresiva, en el entendido de que es una situación negativa.

Como muchas veces he escuchado "cada uno tiene su forma de matar hormigas" es decir, cada persona tiene una filosofía (aunque no sea oficialmente consciente de esto) que le permite llevar los malos ratos de la mejor forma posible; o al menos así esperamos y creemos. En lo personal, vengo desde hace buen rato aplicando uno forma de enfrentarme a los momentos difíciles. Por supuesto, por más que uno trate de ordenarse en la vida y ser constantes y fuertes la debilidad es un rasgo de los sentimientos; y los malos momentos son aquellos donde nuestros sentimientos son los que están en juego.

Por todo eso, he pensado en tres palabras súper importantes que me han permitido ser un poco más fuerte; pero ante todo tener lo que se conoce como "inteligencia emocional". Las tres palabras que me ayudan en esos momentos son: Fuerza, inteligencia y ánimo. También conocidas para mí como FIA. Creo que son las tres cosas más necesarias en esos momentos.

La fuerza me permite tener una armadura tanto en mi mente y corazón, para tener la energía necesaria y soportar golpes sin caer. Incluso la furza me permite caer, pero lograr levantarme solo.

La inteligencia me permite ser consciente de que el momento es exactamente eso: un momento, y que irá a pasar. La inteligencia me permite decidir mejor, y tomar los mejores caminos durante y después del mal momento. Además, no hay arma más peligroso que la inteligencia cuando se trata de una lucha.

El ánimo es todo aquello que me impulsa a seguir, es un complemento de la inteligencia. Cuando la información es procesada por la inteligencia, el ánimo se pone a tope, porque somos más capaces de entender la situación y seguramente ya habremos resuelto qué camino tomar a partir de determinado punto.

Filosofías hay tantas como personas en el mundo. Quise compartir la mía, a lo mejor le sirva a alguien más.

FIA!

Learning to Fly!

viernes, 13 de agosto de 2010

Amarte es mi decisión (Carta)


Existen personas en la vida que marcan cada instante con su presencia, como tinta imborrable en el corazón. Muchas veces los momentos descansan en instantes de felicidad, asesinando cada lágrima y cada sentimiento de tristeza. Esa luz que ilumina un rostro alegre, esa luz que ilumina un corazón con vida. Cada instante se convierte en una eternidad cuando se está junto a ti, cada segundo a tu lado es un regalo del cielo que me permite acariciar al sol, y sonreír.

Cada pensamiento que vamos guardando en un rincón de nuestra mente, cada recuerdo que se queda grabado en nuestros corazones, son reflejo de todo este tiempo tu lado. Mes a mes te he ido conociendo un poco más, cada día una nueva sorpresa, cada semana una nueva ilusión. Sin darme cuenta me tenías en tus manos, te adueñaste de mis ojos y mis labios.

A tu lado he aprendido que la vida no es más que respirar, pero si se está cerca tuyo, la vida se convierte en tu mirada y tu olor; la vida se define por tus besos y tus caricias; la vida, mi vida. Porque el amor lo entendí cuando sentí tus manos unidas a las mías, porque el amor lo encontré cuando te descubrí en este mundo. Porque amarte es vivirte, y vivir para mí es estar contigo.

Porque en este universo no existe creación más preciosa que tu rostro, y tus ojos son el destello del sol al amanecer, que da vida al mar, y a los árboles. Y es que todo es como un sueño, un sueño que quiero vivir hasta el día que muera, es un sueño del que nunca quiero despertarme, porque le das descanso e ilusión a mi vida, porque eres mi puerta de escape a un mundo de locos, porque representas una verdadera mujer exquisita. Una mujer en toda la definición de la palabra.

Y mujeres no existen muchas. Y si en esta vida topé con una mujer como tú, una bendición inmensa del cielo cayó sobre mí. Eres el ángel de mi vida que me hace sonreír cada mañana; representas mi principal fuente de alegrías y metas; representas mi más grande reto en la vida; representas mi más grande ilusión.

Muchas veces nos perdemos en un bosque de árboles engañosos que nos tratan de desviar de nuestro camino, de ese camino que se nos tiene preparado. Otras tantas veces escogemos aquellos caminos que vemos más despejados y sin tanto obstáculo, mas sin embargo, en menos de lo que dura un suspiro nos damos cuenta que el camino que parecía sin complicaciones nos lleva a un final sin sabor a victoria. Pocas son las veces que escogemos caminos difíciles, pues los retos son como alambres de púas para nuestra mente que nos pretende cerrar el paso.

El miedo al dolor, el miedo a lastimarnos se convierte en esa camisa de fuerza que nos inmoviliza. Es esa reacción casi natural del cuerpo a defenderse o a prevenir un golpe, es esa reacción casi natural del corazón a poner un escudo de fuerza para evitar ser lastimado. Una reacción casi natural que puede acabar en instantes con los sueños que se plantean en una vida. Son esas las decisiones que marcan cada paso, que definen el futuro y que hacen tambalear al destino.

Pero es exactamente mi corazón el que me grita que él es fuerte, y que el dolor y el miedo no son más que sentimientos temporales fácilmente opacados por una mirada tuya, por tu voz, o por el inmenso amor que juntos hemos forjado. Son estos momentos duros de una vida que nos ponen a prueba. Son estos retos que nos hacen sentir que estamos vivos. Son estos retos y muchos otros que vengan con el paso de los años los que estoy dispuesto a sobrepasar por tu amor.

Porque este amor lo merece, porque nosotros lo merecemos. Y cuando todo termine, nos daremos la mano, nos miraremos a los ojos, y sentiremos la más preciosa sensación que hayamos sentido en nuestra vida, al saber que nuestro amor es real, que el miedo al dolor no puede más que nuestro deseo increíble de amarnos toda la vida.

Sin ti, mi vida jamás volvería a ser igual, te robaste mi corazón y va a ser tuyo hasta el día que me muera, y espero que hasta ese momento estés a mi lado. De verdad has cambiado mi vida, y me has hecho una mejor persona. Y te pido que si de verdad crees en este amor, nunca dejes de lucharlo. Te amo como nunca pensé llegar a amar. Te amo, y amarte es mi decisión.


jueves, 12 de agosto de 2010

Soy


¿Que quién soy yo? Soy casi una parte de tí, y a la vez soy la mitad mía. Soy tantas veces lo que menos quieres que sea, y otras tantas soy lo mejor que te ha pasado en la vida.

Soy quien por las noches te da un beso de buenas noches y por las mañana te recibe con la más linda sonrisa. Soy todo aquello que quieres en la hora del desayuno.

Soy el que alista contigo maletas para el viaje del destino, que nos lleva por senderos escondidos; a veces soy quién te hace dudar, quién te hace pensarlo una segunda vez.

A veces soy quién te cuestiona en la cabeza las decisiones, y el que se ríe contigo tirado en el zacate recordando viejos tiempos; tal vez cuando nada era tan complicado como ahora.

Soy una parte de tí que se dedica a soñar; que imagina y escribe un cuento de amor. Soy quién pinta de colores tu vida, y te permite sentir la frescura del aire.

Una que otra vez he sido tu principal motivo y razón para llorar, otras tantas veces soy ladrón de tu mirada y guardas en mí la ternura más preciosa.

A veces, aunque no lo creas, sueñas conmigo entre banderas y señales de tránsito; me ves en la televisión y en los reflejos del retrovisor; me escuchas en el viento y me saboreas en tu boca.

No sé porque piensas que no existo. Cuando menos lo piensas aparezco y desaparezco; y justo cuando me salgo de tu vida es cuando entro. Justo cuando crees que me fui, estoy cocinandote el postre.

Y por las noches volamos juntos hacia las estrellas en busca de alcanzar la más brillante. A veces soy tu estrella más brillante, y en el fondo, la luz de la luna solo sirve para que me veas en la oscuridad.

Por casualidad he sido todos tus fracasos; pero creo, y de esto estoy casi seguro, he sido todos tus éxitos. De la mano hemos sido capaces de dejar atrás ataduras.

Estuve el día que naciste; y fue el mayor milagro de todos. Tengo que aceptar, fui la persona más feliz y lloré como nunca más en mi vida iba a llorar, al menos hasta ahora.

Creo que soy todo lo que no quieres llegar a ser; y soy exactamente aquello que quieres llegar a ser. Porque soy casi la mitad de todo lo que quieres que sea.

Y en medio de tanta abstracción, me he puesto a pensar más de una noche mientras dormías, pues soy tus sueños; mientras imaginas que duermes soy la parte de tí que queda despierta.

Al final soy un número de teléfono en tu agenda y una foto en tu pared. Soy justamente la persona que necesitabas conocer para entender la vida.

Soy una pincelada de Dios en el mundo; soy la idea de un pensamiento que se dijo y no se escribió. Soy un hecho del amor y la estela que deja detrás una estrella fugaz.

Soy vos; y me tendrás para toda la vida. Por eso soy tu más importante compañero.

Al final solo quedaremos nosotros. Y me iré contigo, a dónde sea que vayas.

Por eso es importante que sepas que existo. Y que me valores.

Pues si me pierdes...te perderás.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Mil emociones


Cuando más lo pienso, más niego la posibilidad de que amarte sea una simple casualidad. Porque a pesar de los años y el dolor, besarte me da la más linda sensación.

Cuando más siento dentro de mí, que tu corazón no deja de latir; recupero la fuerza perdida entre tantos golpes y desilusiones. Pero al simplemente verte a los ojos, sonrío.

La alegría se ha convertido en mí en una situación normal, pues a tu lado he conocido la verdadera felicidad que trae una simple palabra.

Un simple gesto, un detalle; son un mundo entero contigo. Y acariciarte se ha vuelto mi adicción, amarte es para mí escribirte cada día, todo aquello que dicte mi corazón.

Por eso escribir es para mí tan simple; porque al pensarte sueño rimas, y en tus manos escribo poemas que te recuerden noche y día, cuánto te amo.

No sé si bastará con palabras; tal vez baste con detalles. Lo importante para mí, es que ames tanto como yo a tí; ante todo, que seas lo último que vea mis ojos antes de morir.

Morir será para mí un simple paso, que me lleve a una eternidad contigo. Pues ese es el verdadero cielo del que todos hablan. Un lugar de amor. Y si es un lugar de amor, es porque lo voy a compartir contigo.

A veces siento que las ideas me llegan tan rápido que no sé exactamente qué escribir. Es en ese momento cuando cierro los ojos, te imagino y las palabras de ternura aparecen escritas.

Otras veces sencillamente siento que las palabras se quedan cortas entre tanto sentimiento que inunda mi cuerpo.

He pensado muchas veces en escribirte un libro entero, repleto de poemas, dedicados a tus ojos. Y me he dado cuenta que un libro sería insuficiente para expresas con certeza lo que me hace sentir tu mirada.

He pensado en escribirte mil poemas de amor, dedicados a tus besos; pero sencillamente no existen estrofas que permitan, con ritmo, describir el sabor tan dulce y perfecto de tus labios.

Creo que entre los amaneceres, y esos rayos fuertes de luz, he encontrado pedazos de nuestro amor tan puro y brillante.

Le he robado aroma a las flores, para perfumar de delicadeza los días que estamos juntos.

Entre las brisas he dejado perdidos todos mis sentidos, para refrescar tu alma y bendecir por siempre tu sonrisa.

No creas que tantas palabras quedan en fantasías; porque el amor da sorpresas, y es esa la razón por la que su alimento son los sueños.

Y en una ilusión que se canta con dos corazones
se encierran en perfección mil emociones.