lunes, 31 de enero de 2011

Aprender a aprender


Hace mucho tiempo que sueño con abrir los ojos y sentir la tranquilidad que sale de mi aliento, la paz que hace un tiempo se quedó olvidada en algún lugar de un cuento, cuento que no le he escrito un final. Y llueve a pesar de estar mojado el suelo por el que corro, persigo sueños sin imaginar que son la clave de toda intención.

Quizás unos años atrás todo esto seria nada más que un mal momento, una de esas partes de la vida donde nada parece calzar, donde nada tiene sentido ni lugar. Pero ahora, justo en este momento cuando me dejo llevar, entiendo que este dolor va mucho más allá de lo que nadie puede imaginar. Solo acortar distancias con la muerte me sacude y me divierte.

En medio de todo esto hay un enorme vacío luchando por ser completado, un suplemento que resucite y traiga de vuelta de las cenizas aquella motivación que antes me servía. Ahora todo parece en su lugar, incluso esta mancha y aquella lágrima; incluso tu tristeza y tu mirada. A pesar de que el tiempo no se detiene, hoy leo en tus ojos el respiro moribundo de un pensamiento heroico, valiente, con coraje. Muere dentro mío el alimento de la vida plena, muere en las rendijas de tu espíritu como desangrado de dolor.

Si tan solo tuvieras la fortaleza para cambiar, para abrir la puerta a media noche con el alma desnuda y sentir el frío exquisito de la madrugada, y ese viento fresco limpiando tu cuerpo sería el reflejo de una nostalgia vencida. Si puedes comprar con sonrisas instantes de felicidad, te pido que hagas un canje conmigo; te regalo mi aprendizaje y sabiduría, a cambio de sentir alegría una vez más; te regalo mi llanto por un segundo de tranquilidad.

No parece un ejercicio sano, alimentar el vicio con lo mundano, pero acorrala un pensamiento positivo y aprende a verle a la vida el lado bonito. Si cuentas con la llamada de tu guía, el que recorre el camino a tu lado, te aconsejo que tomes la riendas de tu vida y no permitas quedar abandonado. Nadie es tan miserable como para merecer la tortura de la soledad, un corazón amable es el que se pinta con el color de los cometas y juega a crecer en la lentitud de la certeza. Jugar es una forma de aprender a vivir, una forma de darle color al mostrador y sonreír.

Ahora, cuando todo parece perdido, busca entre las ramas las razones de estar vivo. No creas en todo lo malo que te cuenten, en cambio haz de tu vida un nuevo trillo; un sendero que conduzca por pasajes peligrosos e interesantes, desvíos curiosos e intrigantes. Lo que no debe de cambiar es tu destino, ese sueño que se convierte en tu norte, esa ilusión disfrazada de promesa. Ahora es tiempo de sentir, sentir y disfrutar, lo que es lindo y lo que no. Aprender a aprender.

sábado, 29 de enero de 2011

Cuando la tiranía se vuelve ley...


Lejos de pensar en ideologías baratas que le mercadean pensamientos a las masas; más allá de sentirse libremente identificado (real o superficialmente) por una tendencia política, existen ciertas situaciones que no pueden existir en el mundo actual. Es mera lógica natural, donde la voluntad de los más debería de imponerse ante el egocentrismo y el hambre de poder de uno(s).

La libertad de los pueblos a expresarse y su determinante poder sobre el gobierno de un país debe imperar en cualquier nación del mundo, donde a pesar de ser una sociedad completamente fragmentada por cientos de pensamientos políticos, debería de promoverse una democracia completamente justa, donde la población sea capaz de decidir a aquellos que realmente van a representar la voz de los habitantes.

Ya terminó la primer década del nuevo milenio, y existen hoy en día países con dictaduras absurdas que se han mantenido en el poder con base en el miedo constante que los gobernantes entierran en la mente del pueblo; un miedo sin sentido y un estado de catarsis institucional que lleva a las masas a apelar al sentido del "terror al cambio" que yace en todos y cada uno de nosotros.

A pesar de las malas intenciones de los que parecen tener un imán hacia el poder autoritario, existen grupos revolucionarios con la idea bien metida en sus acciones de no permitir más la clase de abusos de poder que tienen aquellos que rigen el gobierno de los países. Levantamientos en todo el mundo por medio de protestas en contra de los que se hacen llamar "gobernantes" y supuestos "representantes del pueblo", haciendo alarde del justo y exquisito derecho de expresión y protesta que tenemos todos como seres humanos.

Decir basta a gobiernos tiránicos es la simple naturaleza que nos hace personas de una sociedad supuestamente bien institucionalizada y organizada en todos sus niveles, sin embargo, aún quedan sobras de pensamientos vencidos e ideas marchitadas por el sol de la libertad de los pueblos y la obligación de los ciudadanos de hacer oír su voz y no permitir que pisoteen sus derechos.

Y es la clara idea que mantiene despierta la motivación del ser humano por el progreso, el crecimiento de países más libres y desarrollados con capacidades suficientes de dar una mejor vida a sus habitantes. Parece absurdo que aquellos que tienen el increíble poder de tomar decisiones que beneficien la vida de aquellos que están bajo su mando, decidan aferrarse a sus vanos y egocentristas deseos personales; ¿por qué cuesta tanto dejar el poder a un lado cuando hay personas muriendo en las calles luchando por un cambio, por defender sus derechos y expresar su libertad?

El mundo está enfrentando cambios grandes de pensamientos e ideologías. Poco a poco se van poniendo al descubierto los miles de errores que tienen tanto los lineamientos políticos como el orden económico mundial que impera; y de la mano con todo esto, surge la consciencia en las personas de que esta en sus manos, y solo en sus manos, hacer algo al respecto para que cambie la situación.

Al final, nadie es más responsable de su destino que cada uno de nosotros. El hambre por el poder parece ser insaciable, llegando a niveles poco humanos donde vale más mi posición que el deseo y reclamo de pueblos enteros.

Luchar no es simplemente criticar, sino hacer algo para que cambie nuestro entorno.




"Cuando la tiranía se vuelve ley...la rebelión es un derecho"



viernes, 28 de enero de 2011

Vencer o morir.

Pretender subir al mundo.
Y tocar con mis manos el cielo.

Agarrar estrellas fugaces.
Para repartir ilusión a los capaces.

De creer en el sueño mágico.
Donde existe la felicidad y lo extraño.

No encontrar el sentido.
No responder las preguntas.

Son solo parte del proceso.
De un camino muy tenso.

Donde juegas a subir gradas.
Y bajarlas al final.

Para encontrar en cuestión de segundos.
Lo que más buscas escondido en los rincones.

No puedes ver, ni escuchar.
Tan solo sentarte a mirar.

Y pensar que por simplemente un día.
Nada tendrá su final.

Pero al despertar de este sueño.
Llevar hacia la Luna un pensamiento.

Uno solo, que te haga feliz.
Que te emocione y te haga sonreír.

Para que te aferres a él.
Como fortaleza en medio del dolor.

Sufrir es simplemente vivir.
Derretir el hielo de las lágrimas.

Compartir el alimento del alma.
Que guarda la poesía en sus rimas.

Una sílaba es el eco de lo que quieres.
Y en estos párrafos lucharás por lo que tienes.

Vale más mantenerte en pie aún perdiendo.
Que dejándote vencer por lo absurdo del miedo.

Levántate ahora y alza la frente.
Pues tienes un mundo entero que conquistar.

De ahora en adelante tienes que ser fuerte.
Vencer o morir, intentando ganar.

jueves, 27 de enero de 2011

El viento.


Vas durmiendo, vas muriendo.
Lentamente y en silencio.

Dejas pasar la vida por tus ojos.
Aún cuando respiras.

En medio de tanta neblina.
En esta noche que se sufre y se teme.

Cuentas con tus dedos.
Los segundo que son eternos.

Latidos incesantes.
Lágrimas traicioneras.

Corazones malheridos.
Heridas por descuidos.

Callar en medio de la bulla.
Y escapar de toda esta amargura.

Corre, piensa y distingue.
Es cuestión de aprender de lo malo.

Lecciones, todo tiene lecciones.
Aprender es motivo de intenciones.

La lógica no juega su parte.
En esta canción que te mantiene triunfante.

Colores en vez de palabras.
Confianza antes de darte la espalda.

Crees que la mentira es una verdad.
Que convierte lo justo en maldad.

Morir es vencer al final.
Justificar tu vida con naturalidad.

Puede que el tiempo no sea un aliado.
Pero es siempre perfecto estando a tu lado.

Acompáñame a ser libre.
A luchar, aprender; a perder.

Porque cada segundo.
Cada instante de esta vida sin sentido.

Guarda en sus raíces un secreto escondido.
Que te regala inspiración, la que habías perdido.

Aprende a leer lo que calla el silencio.
Y algún día escucharás lo que se cuenta en el viento.

miércoles, 26 de enero de 2011

Sentido.

Coser, tejer, sanar.
Convertir y cuidar.

Caminar, vestir, cobijar.
Sentir e ignorar.

Cantar, correr, brincar.
A tus miedos callar.

Colorear, encender, apagar.
Decirle a tus sueños por dónde empezar.

Combatir, sufrir, llorar.
Cómo dejar el dolor atrás.

Soñadores, cantantes, bailarines.
Se mezclan sonidos y colores.

Apaciguador, calmantes, ventiladores.
Los pensamientos se marcan con botones.

Contendientes, princesas y duques.
Completar el paseo de la vida.

Depredadores, cosechadores, paisajistas.
Una mañana llena de brisa.

Risas, alegrías, momentos.
De los que vives, de los que mueres.

Contadores, milicias, tenedores.
Acompañamientos de algunos sabores.

Vida, silencio, nostalgia.
Cuestiones que tienen su magia.

Caballeros, damas, niños y niñas.
Solapando entre las enaguas, algunas caricias.

Pensar, querer, olvidar.
Que hace un tiempo no había tristeza.

Compuestos, simples, perversos.
Las rimas de todos estos versos.

Lecturas, padrinos y enseñanzas.
Lo que la poesía trae a nuestras casas.

Ahora cierra tus ojos y repite conmigo.
Que todas las cosas tienen su sentido.

martes, 25 de enero de 2011

Una que otra vez.


Como el chocolate, tan delicioso.
Ese sabor que se derrite en mi boca.

Sensaciones que vienen y van.
Corren y juegan a alcanzar.

Por allá, sobre la nube que pasa.
Se despide con la mano un inmenso ayer.

La lluvia que cae sobre la tierra.
La que limpia tus lágrimas saladas.

Un sol pintoresco que saluda.
Y con sus rayos de luz calienta.

Invitando a ser parte del agua.
El calor se refresca en tu almohada.

Una que otra vez.
He jugado a caminar al revés.

Busco toparme de frente.
La ilusión que tarareo en mi mente.

Para de una vez por todas.
Ponerle fin a todas las cosas.

Es un buen momento para empezar.
Y de cero comenzar.

Porque la vida es un juego de azar.
Donde nos comprometemos y juramos avanzar.

A veces crecer se convierte en el tedio.
Que muchas veces se acompaña por el miedo.

Pero obviando lo extraño.
Y olvidando a quien le hablo.

He entendido ciertas cosas.
Que convierten cuentos en historias.

Cartas que se escriben sin leer.
Estrofas que se cantan sin ritmo.

Luciérnagas que pierden el brillo.
El escándalo de alcanzar la nobleza.

Juramos y juramos.
Y a medio mundo matamos.

Decepcionamos y lastimamos.
Y a los que queremos, odiamos.

Pero al final, aún sin pensarlo.
Aprendemos a volar, a vivir.

Cerramos muchas veces los ojos.
Tapandole la vista a la mente.

Olvidamos que el tiempo es muy corto.
Y proyectamos el miedo en la gente.

No vale de nada sufrir.
Ni tiene sentido llorar.

Si al final de cuentas no quieres vivir.
Y dejas de lado la belleza de amar.

Apaga los sentidos.
Desconecta tus paradigmas.

Libérate de tus ataduras.
Y aprende a leerle los labios al destino.

lunes, 24 de enero de 2011

Leer y escribir.


La vida, la que arranca en desesperación.
Luciernaga, fría y tenaz.

Sufrir, el sueño que te hace vivir.
La algarabía de un extraño porvenir.

Quiero escucharte leer.
Quiero ponerme a escribir.

Pensar rimas elocuentes.
Una que otra maraña en mi mente.

Son despliegues, rarezas.
Incongruencias de pensamientos nocturnos.

Esos momentos donde se aparece Neptuno.
En esos lugares donde aprendes a sudar.

Curandero del alma, escultor de ideas.
Jugando a ser adivino, te duermes en el sofá.

Detrás de la realidad.
Donde la absurdo toma su lugar.

Esperas y esperas.
Movimientos sin sentido.

La clave que siempre olvidas.
La recuerdas en lo que has vivido.

Terco, majadero de pasiones.
La necedad aturde tu rutina.

Veo en tus ojos el camino de la alegría.
Cómo se mezcla en la profundidad de tu retina.

Pide ahora un deseo.
Aún cuando parezca ser feo.

Pues entre los mundos de diversos motivos.
Algunos se encuentran cuando se creen perdidos.

sábado, 22 de enero de 2011

Poco.


Sutil, como la Luna.
Un abrazo caliente en Abril.

Dulce, y sediento de amor.
Escarmiento de todo tu honor.

Atropellas las inútiles molestias.
La cordura se convierte en prisión.

Colador de emociones y vicios.
Es el que suda bajo el Sol, desperdicios.

Cuenta estrellas y la arena del mar.
Piensa en todas las cosas que quisieras tener.

Suma en las esquinas tus razones.
Y esconde bajo la almohada tus temores.

Una vez escuché por la noche.
El susurro extraño de la derrota.

A la mañana siguiente respiré con el viento.
Y agudicé mis sentidos que estaban muy lentos.

Escuché el silbido de un cometa lejano.
Abrí mis manos para atraparlo.

Me encontré soñando despierto.
Dejando el rastro perdido.

¿Por qué piensas que pienso en ti?
Si cada intento es uno para huir.

¿Por qué supones que sueño contigo?
Si en cada pesadilla me pierdo entre los vivos.

Es hora de marchar sin avisar.
Salir por atrás; echar el tiempo andar.

Correr detrás del vacío.
Un poco estando sin sentido.

Pero algún día encontraré en tu mirada.
El secreto que aún duerme en su morada.

Despierta preciosa, despierta.
Que la noche se ha ido.

Pon tus manos sobre mi espalda.
Y disfrutemos de esta vida enamorados.

viernes, 21 de enero de 2011

Pretendo no saber lo que sé que debo saber.


Sola la canción que barre ausencias.
El silencio del dolor se escucha.

Los pinceles del lindo cuadro.
El que encierra de tu mundo, un bocado.

Quiero, siento, respiro lo que tengo.
Dormir en la salida de tu estrés.

Voy de un lado a otro.
Buscando un regalo en tu rostro.

Es fácil toparse entre las hojas secas.
A los que sueñan con soñar sobre las olas.

Las tardes, las noches; quebrantos del corazón.
Es el reflejo de dolor que esconde una mirada.

Sin cuestionar los motivos de la tristeza.
Que carcome el espíritu y la nobleza.

He imaginado otras razones.
Otras formas de jugar.

Y me he encontrado con las respuestas.
Que hace un tiempo me hacían llorar.

No depende del tonto, su suerte.
Sino del que con mañas secuestra inteligencia.

Le pongo nombres a las estrellas.
Para entender la vida y sus rarezas.

Cuando creo algo, se pierde.
Cuando siento algo, se duerme.

Y sin saber que sé lo que tengo que saber.
Pretendo no saber, lo que sé que debo saber.

Ahogo pensamientos que lastiman mi alma.
Cambio paradigmas por el descanso en mi cama.

Como quien piensa que vivir es luchar.
Y daría todo por amor entregar.

jueves, 20 de enero de 2011

El final de éste cuento.


El frío de la montaña, junto al viento silbando; triste el anochecer debajo del aguacero. No se detiene, por más que rebota la ira del cielo no descansa. Tiene un anhelo, una intención que no puede cumplir, un deseo que se escurrió entre las circunstancias. Pero cada mirada tiene su reflejo; cada pensamiento positivo tiene su respuesta.

Con el paso del tiempo la lluvia se seca, se convierte en un pasado real pero efímero; como una estrella fugaz. No importa cuánto intentes alcanzarla, al final se desvanecerá. Piensa lentamente en acorralar tus miedos y tu suerte. Sufrir un instante en la vida representa el sabor de la lucha infinita. Acuerpa tus sentidos, para que nunca se salgan de ti.

Si pudiera explicarte más lentamente y con un poco más de astucia, las ideas que se cruzan en mi mente y que gritan por tu atención. Hoy siento que esta historia sí tiene un final; hoy siento que ese final está por venir. Atrás quedará la tinta de nuestros besos, escribiendo sobre el aire la memoria que me hará sonreír.

Atrás quedarán las tardes que sonreíamos, cuando caminábamos de la mano; atrás quedará por siempre el calor de nuestro abrazo y el sonido precioso de tu voz al hablar. El cuento de este amor, es un cuento que contar; un cuento en forma de recuerdos que será cuento hasta morir; con este cuento silenciaré mi tristeza y los deseos indefendibles de luchar contra tu amor; este cuento me hará quererte cada día más y me amarrará fuertemente al amor que nos tuvimos; que te tengo.

Alguna noche soñaré con tu sonrisa y maquillaré mis lágrimas con el reflejo de tus ojos; algunas tardes sentiré el deseo de abrazarte y decirte lo mucho que te amo; habrán momentos donde me sea imposible no querer escucharte y tal vez te llame simplemente para oír tu voz; llegará el día donde sienta que sin ti no estoy completo y que me falta un poco el aliento.

Quiero que sepas que a pesar de cada herida que te causé, el tiempo callará ese recuerdo; y como en el agua, solo sobresaldrán los recuerdos que te hagan sonreír. Quiero que sepas que siempre te amé con la honestidad que regala la caricia del viento, que eras la mujer por la que tantas noches creí perder la cordura; y ahora que me marcho por siempre de tu lado, espero que la vida te regale un nuevo camino repleto de bendiciones; repleto de todo lo que te mereces.

miércoles, 19 de enero de 2011

De cambios.


Un escalofrío que congela, el silencio, el desconsuelo, la melancolía de las noches. Tantos sueños que se pierden en las estrellas, tantos nortes que no tienen final; el simple deseo de una mañana asoleada, y el anochecer de tu mirada. Entre mis manos, tus besos y mis abrazos; entre tus ojos, las ventanas y los charcos.

Cuéntale al viento que hoy vienes por tu deseo, a comprar emociones que no necesitan dinero. Si quieres puedes pasear a tu imaginación y absorber de esta forma la apariencia de lo que significa querer. No hagas silencio de los pensamientos que lastiman, sino pon atención para aprender de lo que escondes.

Suenan, y con dulce vehemencia te conviertes en intención; una acción que nunca tuvo dedicación. De repente sientes como por tu cuerpo corre el frío de la decepción; que viene siendo de nosotros mismos la traición. Cuando crees firmemente en algo luchas hasta alcanzarlo, cuando te mandan a dormir a los sueños, te despiertas al lado de tu destino.

Si cada mañana sumara una sonrisa, si cada atardecer fuera uno con la brisa, tal vez cada momento de dolor sería mucho más fácil de llevar; quizás en el fondo algo tiene que significar. Vuelan, y destapan de felicidad los pájaros al cantar, alegres, humildes, libres; justo como quieres estar, libre.

Porque libertad no es poder andar por el mundo sin preocupaciones; libertad es la delicia de poner a nuestra mente a imaginar y ser creativos con los deseos por alcanzar; libertad es el sueño de todo aquél que vive amarrado a su pasado o a sus circunstancias, sin entender que la actitud define los pasos que vamos dando.

Por eso escribo esta tarde, pensamientos que espero algún día te alcancen. No es fácil crecer, ni adaptarse al cambio; no es fácil dejar atrás lo conocido ni salirnos de nuestra zona de confort. Pero siempre es bueno un cambio si tenemos la completa certeza de que nos permitirá avanzar hacia un mejor camino.

martes, 18 de enero de 2011

Una idea vacía.


Una simple idea vacía que destroza los sueños de los que duermen. Nada más una simple y muda voz que grita por ser escuchada. Por años, los malos pasos, los principios y defectos; todos marchan sin parar a lo largo de la vida. Escribir en un cuaderno sin hojas es callar el espíritu que hay en cada uno de nosotros.

Ahora me preparo para marchar; cansado por una lucha sin final. Llevo en mi maletín guardados todos los recuerdos de mi vida; en cada rincón de mi corazón está tatuado el nombre de las personas que quiero. Por ahora no es más que un simple motivo el que me conmueve; pero de seguir sería una razón suficiente.

Quiero poder decir una vez más, que la vida sin dolor no tiene razón de ser. Quiero compartir contigo las experiencias que voy teniendo, y dejar a un lado por siempre el odio del que te vas llenando. No se trata de alcanzar las estrellas, sino de aceptar que son un cuadro al óleo, una pintura de Dios.

Tengo fe en que un día, no sé cuando, cada una de mis rimas tendrán su canción; cada poema regalará sonrisas o pensamientos a quien los lea. Solo necesito que me escuches una vez más, que sepas que la lucha nunca tiene final. Pero convertir un futuro en el pañuelo de lágrimas de la melancolía es decirle al mundo que nos damos por vencidos.

Ahora digo desde lo más hondo de mi corazón, que tu rostro es el rostro que dibujo Dios. Tu sonrisa fue el alimento de mi suerte y tu mirada el respiro de mi cordura. No dejo atrás tus besos, los cargaré conmigo hasta el final de mis días; no dejo atrás el sonido de tu voz, me acompañan cada mañana al ver salir el sol.

Recuerda siempre que el amor es un regalo, un tesoro; que tiene lo más precioso sin brillar como el oro. No te olvides de soñar tan grande como te permita tu vista; nunca dejes que asesinen lentamente el sudor de tu frente. Desde ya dedícate a cambiar, a ser más fuerte y luchar: que en esta vida el tiempo no da oportunidades de nada, y al abrir los ojos, los estarás cerrando para siempre.

lunes, 17 de enero de 2011

Mientras más te busco, más me pierdo.


Mientras más te busco, más me pierdo. He tratado de alcanzar con mis acciones tus expectativas, al menos las más pequeñas; pero cuesta tanto ver el sol fijamente, no lo puedo hacer constantemente. Te escribo cada noche, te recito palabras de amor, te demuestro mi sentimiento entre las cejas de mis acciones; nada basta.

Todo se convierte en olvido y lo que hago se toma por perdido. No hay corazón que calme tu locura; hay una gran tentación de darte ternura; porque tus ojos son una caricia del alma, una mirada que me llena de luz las noches; puedo, puedo contigo pero sin ti no puedo; puedo sin ti pero contigo no puedo.

Y cada día es un poco menos de motivación; un granito de tristeza que se adhiere al corazón. Por la mañana con tu voz delicada y tierna, le das un respiro al cuerpo muerto; con tu silencio, el que no callas, me dejas sin aliento. Tengo miedo; miedo de dejarte atrás. Miedo de equivocarme una vez más. Pero, mientras más te busco más me pierdo.

Quisiera poder recolectar cada uno de tus besos para sembrarlos de nuevo en la tierra de las oportunidades; quisiera no tener que morir tan lento y enseñarte que en este amor solo existe realidad. Pero le tapas los ojos al amor, con esos despliegues que tienes de arrogancia y traición. Me pregunto qué guardas detrás de tus pensamientos; qué escondes en cada respiro.

Pienso que tienes miedo también. La incertidumbre de la constancia y la inexorable desorientación te aniquilan los impulsos de ponerle un candado a mis besos. Miedo; el que nos mantiene juntos, el que nos derrite el hielo. Miedo; el que se convierte poco a poco en mercenario del tedio.

Quiero poder contarle en secreto a tu oído, lo que siento muy dentro mío. Quisiera que pudieras aprender a valorar cada uno de mis intentos fallidos. Pero ahora parece tarde, y la noche viene con oscuridad. Aunque el dolor llegue a ser muy grande, los dos sabemos el camino a seguir.

sábado, 15 de enero de 2011

Se detiene.


Siento que caigo, pierdo y me levanto.
Incertidumbre destrozando mi cordura.

Con las horas, los minutos.
La tensión de no saber lo que es este mundo.

Corre, se sube por mi cuerpo.
Cada músculo, cada nervio.

Un escalofrío que baja por mi espalda.
Un sentimiento que carcome mi esperanza.

Me detengo.
Comienzo a sentir algo nuevo.

Un instante, un solo momento.
Donde juegas a descansar sobre tus sueños.

Cada respiro que se perdía del control.
Se convierte en la calma que deshidrata tu dolor.

Escuchas a lo lejos una linda canción.
Es el viento cantándole a tu dulce corazón.

Los segundos pasan, pierdes la vista.
Te tropiezas con el silencio.

El que no tomaste en cuenta.
El que se coló por tu silueta.

Ahora te ensordece el ruido.
La desorientación que te tiene sin sentido.

No sabes qué esperar, no sabes por qué luchar.
Te confundes, te sientes atrapado.

Corres, caminas, pierdes la paciencia.
Vas de un lado al otro; como quien teme lo que le espera.

Al cerrar los ojos dejas a una brisa entrar.
Un fuerte impulso te invita a mirar.

Te topas con su mirada.
Tan austera, tan calmada.

Sonríes para el cielo.
Y sin agitarte respiras.

Lentamente te acuestas sobre el pasto.
Para describir lo que sientes en sus brazos.

Delicadeza, ternura; los ojos sin parpadear.
Con la sensación de sus manos, que te comienzan a acariciar.

Pero el grito de la amargura te encuentra.
Y te vende un sentimiento.

Desesperación, rabia, enojo; temor.
Tantas cosas que te llenan de dolor.

Por aquí, por allá; nada parece acabar.
El silencio penetrante; la angustia lacerante.

Pasan las horas, parece empeorar.
La dulzura y la amargura se comienzan a mezclar.

Se agita mi respiración.
Descanso sin razón.

Tantas cosas, tantas ideas.
La calma que me espera.

La locura que me atrapa.
El sonreír y mi tranquilidad.

Se detiene.
Todo parece tan normal.

La interacción de dos emociones.
Sin razón y tan extraña.

Encierra muchas explicaciones.
Que por las noches se me escapan.

Se detiene; cierro los ojos.
Y guardo en un sueño los colores que conozco.

viernes, 14 de enero de 2011

Hoy solo quiero disfrutar a tu lado.


Es ese miedo tan inmenso de sentir que puede ser la última vez que te vea. Cada respiro de tu cuerpo, cada beso que me das; la increíble amargura que regala la incertidumbre. Hoy solo quiero disfrutar a tu lado y pintar con mis palabras las caricias que te quiero dar; quiero acostarme en tus regazos y sentir la paz y la felicidad.

El tiempo pasará, y con él se marchará al olvido las heridas que nos siguen lastimando; cada cicatriz de este amor poco civilizado será una marca, un pedazo de colmena que se conoce pero se evita. Con mis manos le daré luz a las tuyas, para que alcances siempre hasta lo más alto de tus sueños; me dedicaré por las mañanas a colorear tu sonrisa y acostumbrar tus ojos a los míos.

Una que otra poesía será el postre de nuestro amor; llegaré a cocinarte todas las recetas del corazón. Si me permites, hoy, estraré a tu lado para la eternidad, nunca te abandonaré; ni por las noches te dejaré. Seré la estrella que te cuida desde arriba de las nubes; jamás permitiré que te sanes de tu locura, la que no me permite alejarme de ti.

En cada mal momento, más que tu hombro seré tu cuerpo entero, para poner sobre mí cualquier peso que te lastime; Hoy, hoy quiero ser todo para ti; desde el primer rayo de sol hasta el último latido del mar; desde el aroma de una flor hasta la dulzura de la brisa en la montaña. Hoy, si me dejas, te abrazaré tan fuerte, sin quererte soltar. Pensar que hoy podría ser la última vez que te veo, agota todas mis fuerzas y alborota mi locura.

Quiero tomarle una foto a tu mirada, para tener la sensación de que me acompañas por siempre; quisiera escribir sobre tus besos y dejar nacer la inspiración en tus labios; que cada respiro tuyo se convierta en rima de mis poemas; el regalo más precioso que esconde nuestro amor perdido. Amor que perdemos y encontramos constantemente; amor que cada vez se queda más sordo.

Si pudiera mentirle al corazón, le diría que te he dejado de amar y que ya no le das razón a mi existir; si pudiera convencer a la razón, le diría que eres lo que necesito y que tienes todo para mi felicidad. Pero ni uno es ingenuo ni el otro poco cuerdo; y al final, todas las sumas dan igual. Tú no eres para mi, ni yo soy para ti.

A pesar de eso nos amamos; y jugamos a correr detrás del otro. Pero quien puede decir que el amor no es terco y necio; y que muchas veces un poco perverso. Al final cada historia tiene su cuento y cada cuento su escritor; los personajes, dos corazones que pretender aprender a vivir. Por eso te recuerdo, hoy, justo hoy, que a pesar de que la cuesta esté repleta de piedras; las dificultades son la motivación para ganar.

jueves, 13 de enero de 2011

Estos escritos.


Escarbo en la tierra para encontrar palabras que sirvan al menos como un vano intento para expresar sentimientos; le robo la inspiración a los amanceres y construyo edificios enteros llenos de sonetos sin terminar. En cada espacio vacío de mi mente he puesto una foto del pasado, para llenarme con la sabiduría de lo que he vivido.

Pretendo acordarme siempre de mis miedos, y acurrucar en tu hombro mi cabeza, que descansa de tanto pensar; tanto escribir. Hoy ya se cumplen muchas lunas desde que comencé con la osadía de susurrarle pensamientos a estas hojas en blanco, para plasmar sentimientos que se van mezclando; algunos olvidando.

Al final, las respuestas salen por sí solas; preguntas que nacen en la nostalgia de una alternativa, un futuro distinto que se pudo tener mas no fue así. Ahora soy mecánico de emociones; corrijo entre líneas, malformaciones de tu alma; mientras más leas lo que escribo más entiendes lo que callo. Recuerda que ese siempre fue el secreto, y por eso surgió el motivo y la razón de que dedicaras a todo esto un momento del día.

Ahora, por más que intentes alcanzar el significado no se podrá; ahora filtro el entendimiento con trampas entre sílabas, consonantes que no te permiten descifrar el secreto. No hace mucho tiempo atrás era mucho más simple; pero ahora el lápiz ha madurado y con él las ideas, ahora cada detalle que dejas pasar por un lado se esconde para siempre del panorama.

Mientras tanto escribo y escribo, dedicando en silencio los poemas con los que te identificas; si tan solo supieras que todos ellos van para ti, la dueña de todas y cada una de mis rimas. Conforme avanza este proceso se acerca más el momento del final. Como todo lo que tiene un inicio, ésto también tiene un final. El cierre de un ciclo, la hoja que se dobla para recordar por dónde ibas en la lectura.

Mientras llega el momento de decir adiós para siempre, sigo imaginando mundos donde te cuento mis secretos; donde te paso las recetas que me definen. Espero que no pase desapercibido el esfuerzo de contentar mi espíritu y acariciar cada mañana mi rostro con el viento. Espero que todos estos recuerdos sean leídos e interiorizados por muchísimas personas; que mis escritos logren ganarle la guerra al tiempo y al olvido, y que para siempre existan palabras que te conmuevan cada día.

miércoles, 12 de enero de 2011

Entender.


Hace un tiempo atrás, cuando las palabras se deslizaban delicadamente por tus oídos hasta llegar a tu sonrisa; me senté una tarde, de esas donde el sol parece extender sus brazos y abrazar en calor todo a su paso, y me puse a pensar lentamente en cada beso que te había dado, cada mirada fija que me regalabas enamorada de tantísimos recuerdos.

Escapan de mi memoria los llantos y las decepciones, pues simplemente no hay espacio en este corazón repleto de ti para esas emociones. No hace mucho tiempo atrás que te dibujaba en un cuento de hadas; un secreto que yacía en tu interior y que ese día más que nunca deseaba conocer. Quise arrebatarte el destino; quise hacerte mía a pesar de ser prohibido, y fracasé en todo intento de coser tu lastimado corazón.

La tarde parecía eterna, tan exquisita, tan llena de vida, tan escondida de la realidad; como tu mirada. Aquellos ojos penetrantes que me insinuaban mucho más que un beso con la cama a un lado; aquellos ojos que me invitaban a desnudar tu alma para sentirte cerca, sentirte dentro mío; pero ante todo, aquellos ojos que se convirtieron en la ventana de los míos.

Quise convertir en magia tus deseos y sonreírle a cada una de tus pasiones; quise envejecer siempre a tu lado y dedicarte mis poemas y canciones; esperé tanto para poder regalarte el cielo y las estrellas, que cuando me di cuenta te había regalado hasta los planetas. Quise recitarte los versos y mis rimas, todos inspirados en el sabor de tus labios; quise tanto que me quisieras como yo te quise, que olvidé por un instante que existía la tristeza y la desolacion.

Sentía arder por dentro mis sentidos, en la hoguera de la inevitable decepción; pensar que ayer simplemente eras todo y ahora un ensordecedor silencio se cobija en la nada. Abrir los ojos de tan insultante vestigio de emociones y aceptar la idea de que los sueños son delicados como el cristal; entender que si para mi significabas todo, para ti yo no era nada.

Pero aquella tarde decidí despedirme; tomé mis maletas y me marché. Busqué nuevos senderos que me llevaran donde sé que aprenderé; conocer el mundo con mis pies y que cada párrafo sea escrito con tinta de felicidad. Dejé perdida la amargura y la melancolía en el momento que decidí dejarte atrás. Un rayo de Sol me explicó en ese momento, que lo increíble de la vida se esconde en el brillo que le demos; de repente el cielo era fucsia y al instante cambió a gris.

Ahora no queda más que seguir. Emprender el verdadero viaje para el que me pusieron aquí. Mientras tanto abrazo tu recuerdo, como señal de que hace un tiempo te conocí; y que fue gracias a tu mirada y tu sonrisa, que supe el lugar preciso hacia el que tenía que ir.

martes, 11 de enero de 2011

De perder y valorar.


Justo cuando te dejas caer en el vacío, sientes eso que te completa; que te define y te limita. Es en el exacto momento en donde estás a punto de perder algo valioso cuando te das cuentas lo que realmente significa. Algunas veces puedes darle vuelta atrás a la hoja, borrar ciertos párrafos y escribir de nuevo tu historia; pero otras veces no.

Saber lo que se tiene hasta que se pierde es lo mismo que nunca haber entendido realmente lo que se tenía. No importa la manera que se vea: lo que fue y se acabó, lo que dejamos atrás y lo que decidimos abandonar son decisiones pensadas que no deberían de repercutir en sentimientos de arrepentimiento. Es mucho mejor aprender a valorar lo que tenemos hoy, porque lo tenemos; no esperar a dejarlo ir para quererlo cerca.

Hacer esto no es tan complicado como parece. Ponernos en los zapatos de nosotros mismos pero en posibles escenarios distintos al actual nos pueden ayudar a entender el verdadero significado de valorar. Un ejercicio simple: visualizaen este momento algo o alguien que quieres con todo tu corazón, digamos tu mamá o papá. Es normal que existan peleas, problemas, discusiones y muchos otros factores que muchas veces hagan pasar por la mente de una persona el dejarlos atrás; irse de la casa básicamente. Por supuesto, como todo en la vida, existen las cosas malas y también las buenas.

Ahora imaginemos que perdemos a uno de los dos. Inmediatamente todas las cosas buenas parecen pesar mucho más en la balanza y de repente todo lo malo parece ser estúpido y sin importancia.; cuestiones solucionables con tal de tenerlos cerca de uno.

Así es con todo en la vida. Hacer estos ejercicios constantemente para evaluar futuros posibles escenarios nos permite tener consciencia del valor que le damos a las personas que nos rodean. Lastimosamente como humanos que somos, muchas veces partimos de la idea de que todo es eterno y que nunca vamos a perder nada o a nadie; y en el momento en que lo perdemos entendemos el verdadero valor que no le estábamos dando.

Aprender a valorar y cuidar a nuestros seres queridos debería de ser la regla y no la excepción. A veces si llega a ser tarde; no permitas que eso te pase. Un beso, un abrazo o simplemente una palabra puede cambiar la perspectiva de tu vida y de los que te rodean. Y eso siempre es un paso positivo para vivir en paz con nosotros mismos y con los que queremos.

lunes, 10 de enero de 2011

Dos segundos.


La historia no cuenta mucho de cómo fue. El centro del drama se desarrolla en quiénes fueron. Dos personas frecuentaban aquél lago; era un lugar calmado, dedicado al silencio. En cada rincón de tan increíble paisaje se podía respirar paz; nacía en los árboles y moría en tus pulmones; como regalo de la vida.

Uno de ellos declaraba su amor abiertamente, sin miedo de perder al intentar alcanzar un corazón. Los sueños eran los subtítulos que se leían constantemente en su vida; meta tras meta construía una muralla gigante formando su futuro; uno que coloreaba cada uno de sus días del color de las estrellas.

Del brillo de cada pensamiento brotaba un reflejo repleto de coincidencias y sorpesas. Al final de cuentas, quién iría a pensar que ser un simple soñador se fuera convertir en algún tipo de tortura irremplazable. No. Todo parecía estar en orden. Cada acción era planeada para que calzara con el dibujo casi perfecto que le daba las líneas a seguir al destino; "un futuro que se planea es uno que se cumple" se decía a él mismo por las noches.

Ella por su parte jugaba a ser mezquina. Tal vez un poco despreocupada; relajada. Con sus ideales corruptibles parecía ser la fiel imagen de una idea vacía; un espíritu que reclamaba lo que no merecía, una repercusión de una serie de eventos en su vida que habían dejado más que una cicatriz en su cuerpo.

De su frescura brincaban pensamientos un poco perversos. Razones poco aceptadas para cometer acciones altamente juzgadas. "Un futuro que se planea es uno que se arruina" pensaba. No es barato comprar ideas que son abstractas para mentes diferentes o pensamientos tan rígidos. Quisiera poder mercadear con iniciativas, para al menos poder negociar la felicidad de aquellos que nunca tienen una oportunidad.

Y como agua con el aceite un día se conocieron. Separados por todo intento de ser convertidos en uno solo. Comenzaba el turno en el juego para el ingrediente incomprendido de la vida; dos pasos, una mirada, dos sonrisas y tres palabras bastaron para que aquél día naciera una nueva estrella que iluminaría sus noches.

Con el paso del tiempo no se diferenciaba entre agua y aceite. Propiedades químicas que rompían cualquier regla humana del conocimiento y el aprendizaje. Para aquellos dos no había nada que les hiciera perder su relación; cada vez crecía más el amor en su corazón.

Un día, uno cualquiera, ella conoció la mirada de otro hombre. No sabía qué hacer; le conmovía en gran manera la atracción que sentía por él. Fue una larga lucha entre mente y corazón; en esas guerras donde la debilidad es el arma que asesina lo lindo. Esos dos segundos sueltos que esquivan al pensamiento; esos dos segundos que se convierten en el instante donde destrozas para siempre un sueño y rompes en pedazos el corazón del que te quiere.

Dos segundos bastaron; dos segundos fueron necesarios para acabar con todo lo que el amor había creado.

La historia no se trata del cómo. Se trata del quiénes. Porque a pesar de las muchas razones y motivaciones que pudieran justificar este tipo de errores, al final lo que importa no es el cómo; importa quién lo hace y quién lo sufre.

Este cuento no termina feliz. Pero reparte un poco de experiencia, para pensar muchas veces antes de tomar decisiones.

Él estaba para ella...hoy dejó de existir.

sábado, 8 de enero de 2011

Nunca dejes de contar.


Tres. Cuentas muchas veces hasta intentar entender. Colapsan en instantes futuras posibilidades que hacen silencio en el balcón de un atardecer. Sol. Uno. Cuentas y cuentas sin parar, sin lograr avanzar. Sientes cosquillas por todo tu cuerpo, la necedad y tortura de un espejismo sin color, sin olor. Curar, parquean en tu mente las razones insuficientes de situaciones por aprender. Uno, uno. Te sientas detrás tuyo.

Dos. Juegos y pestañas de una mañana acostada. La Luna. Cuentas y cuentas buscando respuestas. Nada. No encuentras nada detrás de tu memoria. Pero buscas, sin saber que encontrarías. Dos. Cruzas ideas y motivos; posibles negativos de un error que no entendiste, uno que no entendiste, uno que no valoraste. Dos. Porque sabes que alguien tiene razón; te niegas a aceptar lo que viene, te ocultas entre los enredos de la incertidumbre.

Tres. Piensas y piensas; cuentas y cuentas; mezclas y regalas; te presentas en una imagen, tres imágenes que esconden una respuesta, un secreto. Tres, cuentas y cuentas en busca de respuestas. La noche, el día, el bosque, el cielo, los ademanes y las mentiras; la hipocresía, la lucha, el mar y el calor. Sigues contando, no paras de contar. Pronto te comienzas a cansar. Tres, tres, tres. Sientes al mundo al revés.

Luego de tanto contar has aprendido que existen muchas razones; motivos para todas las acciones. Cuenta, empieza a contar. No dejes que el tiempo te gane; apunta cada detalle de esta vida con final; esta historia que se dibuja en tus pupilas. Piensa, recuerda; sobre todo cuenta. No dejes nunca de contar; pues al final lo positivo será más; incluso cuando todo parezca ir mal, ponte a contar, no lo dejes de hacer, al final lo bueno sumará, y lo malo te multiplicará.

Aprende a dejar crecer tus ideas, que tus metas nunca dejen de sumar; que en tu vida nunca dejes de contar. Uno, dos y tres. Uno. Dos. Tres.

viernes, 7 de enero de 2011

Léelo dos veces.


Primero era el sonido lo que te hacía volver la mirada; luego se fue convirtiendo en algo mucho más que eso. Tal vez una simple ironía que hacía bulla afuera de tu puerta; incluso podría ser un paradigma que se resolvía al instante. Es díficil pensar que cada cierto tiempo nace una estrella que guía a tus sueños.

Encontrarte contigo mismo es más que todo un viaje continuo. Eterno e infinito; como el más puro sentido de la vida. Consiste en varias etapas; donde poco a poco ganas el mérito para existir en la esencia del latir de tu corazón. No es tan fácil repartir poesías y recitarlas en voz alta; es necesario escribir las rimas que te saldrán del alma.

Puedes adoptar muchas formas para comprender lo que aprenderás. Algunos medios serán más extremos que otros; los finales requieren un inicio elegante; donde el respeto se convierta en tu arma más grande. Dibuja en tu mano derecha un recuadro, donde se distinga cada idea que te hablo.Así, llevarás contigo un libro repleto de secretos; y alejarás para siempre a todos tus miedos.

Puedo ser todo lo que siempre buscaste; o convertirme en lo que nunca imaginaste. Algo es seguro; seré casi tan fiel compañero como tu misma sombra. Verás en el retrovisor los pasos que has dado y entenderás muchos de los errores que ni has notado. Lo más importante de esta vida es descubrir lo que hay más allá de las acciones y evaluar objetivamente cada una de tus decisiones. No necesariamente lo que necesitas equivale a lo que quieres; léelo dos veces.

Para avanzar a éste párrafo tienes que descifrar entre las últimas palabras cuáles van hacia ti; otras se amoldarán a las demás personas; en definitiva cada frase es relativa y tienen la propiedad de los líquidos para ajustarse según el recipiente; tu corazón. Mi idea no es juzgar tus acciones; es que aprendas a ver para atrás y alejar tus temores. Muchas de las pistas más importantes para entender la razón de tu existencia se encuentra en lo que has hecho a través de tu vida.

Ahora es hora de descansar. Mañana seguirá esta charla que necesitas. Por ahora refresca tu mente con ideas que evaporen cada cosa que en tu cabeza te detenga. Solo tienes una oportunidad para hacerlo; y para hacerlo bien. No creas las palabras necias que te invitan a derrochar minutos en cuestiones absurdas; un día tendrás que rendir cuentas de tus acciones, y ese día verás una sonrisa gigante en el retrovisor.

jueves, 6 de enero de 2011

Entreabierto.


No te atreves a jugar con las estrellas, a cosechar cada detalle del futuro en el cielo. Pintar arcoiris infinitos que te llevarán a un mejor mañana. Al menos escuchas a la esperanza hablar; tartamudear digamos. Sabes que es mejor tener entreabierta la puerta y no callar la voz a las posibilidades.

Has aprendido mucho en todo el proceso, sin embargo no tienes lo necesario para avanzar. Hay un factor, un único factor que determina el fracaso de toda la operación. Y sabes muy claramente cuál es ese factor; no sabes qué hacer- Mejor dicho sabes qué hacer mas no te atreves a hacerlo. El miedo a abandonar lo que el pasado te regalo, se convierte en un peligro que te puede vencer.

Resultado de muchas horas de pensar; analizar deliberadamente las intuiciones que vas presintiendo. Te llenas las manos de miles de razones; pero no sabes ahora qué hacer con todas ellas. Es tan difícil dejar el pasado atrás; la amargura de la incertidumbre y la pérdida de tu zona de comfort se multiplican con cada segundo que pasa.

Pronto no habrá marcha atrás; o como mínimo las consecuencias empeorarán. El segundero corre y agita tu palpitar repleto de paranoia. Sientes que te ahogas, que todo se oscurece, que no hay mañana que pueda hacer valer la angustia que estás viviendo. Respiras. Respiras hondo. Casi como un suspiro.

Recargar energías para los días que siguen es importante. Cada noche es una nueva lucha por conquistar tus sueños. Los colores que desaparecen de aquél arcoiris se tiñen poco a poco al frente de tus pupilas; para no perder de vista cada meta que te propones; el olor del amanecer juega a ser más que una simple intención de llamar la atención de tu sonrisa y explotar en felicidad.

Más de una vez has coqueteado con la muerte, y en un intercambio de miradas aprendes que la vida es mucho más que una simple parodia; el verdadero sentido está escondido entre las hojas caídas de un árbol en otoño. El anaranjado del atardecer, es el mismo anaranjado que pinta esas hojas; es el color que te llevará poco a poco a descubrir el secreto de tu vida.

Por ahora sigue así; justo como vas. Todo lo que has alcanzado hasta este momento se ha ido convirtiendo en la persona que eres; y eso te define, eso te describe. Te toca aprender a valorar cada centímetro de ti mismo; aquél tesoro que creías buscar por todos los mares, se encuentra escondido muy dentro tuyo. Saca unos minutos para verte fijamente en el espejo, y sentirte orgulloso de lo que ves en el reflejo.

miércoles, 5 de enero de 2011

Llegará el momento de ver hacia atrás.


Pasados, presentes, futuros en los que te diviertes. Y sientes que el tiempo se estanca, que la vida no avanza. Rescatas pequeños recuerdos que se van perdiendo en el ruedo de tus pantalones. Se pierde y se gana; te sientes un poco confundido, pero lo intentas, intentas borrar aquellas cosas que te dolieron.

Futuros, los descalzos pasos de un deseo errático. Soñar y creer, confiar y vencer. Te sientes capaz de lograrlo, de alcanzar lo que tanto has pensado. Y piensas todas las noches en cada detalle, lo que puede salir bien y lo que se puede caer de tus bolsillos. Has caminado tantísimo; tanto que ya te duelen los pasos.

Ver para arriba; ver para abajo. Tienes miedo, resentimientos, el orgullo te vence, la nostalgia es muy fuerte. Sientes por fin que es hora de abrir los ojos. Dejas de tapar la mirada a los ojos del alma, y descubre por primer vez en tu vida el exquisito sabor del viento en tu rostro. Si sabes que lo que piensas es posible, solo falta ponerlo en práctica.

Todas tus dudas, todo lo que peligra y lo que te sostiene. Todo llega a tu mente como el pensamiento fugaz de un deseo en el presente. El pasado lo comienzas a soltar; el futuro lo comienzas a amarrar. Es el único camino; la única escalera que te llevará al cielo.

La música que escuchas de fondo es una forma de hacerte recordar; que amar es como una linda rima; una estrofa que se convierte en la caricia que hace tanto tiempo necesitabas sentir. Colabora con tus sentidos la increíble sensación de las notas en tus oídos.

Y empieza a aclararse todo en tu mente; los pensamientos que hace un tiempo se ahogaban en tus miedos, hoy respiran en el placer de la tranquilidad que te brinda la certeza, de que todo lo que has hecho en la vida ha tenido su sentido y fundamento; que has ido construyendo un lindo destino, que jamás se ve opacado por la tristeza que te obliga a dormir tu felicidad.

Ahora es tu turno poner en práctica lo que has aprendido, y dibujar en el aire las sonrisas que regalas. Compartir lo que has aprendido, y disfrutar la sabiduría que vas adquiriendo. Algún día; un día muy lejano, llegará el momento de ver para atrás, y agradecer y sonreír, por cada momento de dolor que te enseñó a vivir.

martes, 4 de enero de 2011

Sobre la brisa del viento.


Un día, al menos un día poder respirar la tranquilidad que sale de los árboles. Y sientes por primera vez en mucho tiempo que podrás salir, que no todo es este lugar en el que llevas tanto tiempo. Caminas y encuentras papeles con palabras escritas en un idioma que no logras entender. Deseas tanto saber qué dicen, pero sencillamente resulta imposible.

Ahora duermes y sueñas; te cobijas, sonríes sin darte cuente. Piensas, te ilusionas, entiendes tantas cosas. Cada segundo de tu vida se ha convertido tan importante como uno determinante. Sientes que no logras acaparar con tu respiración la inmensa felicidad que sientes. Te ahogas en un suspiro que parece eterno y despiertas, te sientes nuevo.

Te detienes. Comienzas a entender palabras sin sentido "...viento..." "...controlados..." "...linda..." El díficil proceso de masticar lo sin sentido; la incertidumbre, la angustia y desesperación que creeías haber perdido. Ahora vuelve y con más fuerza; te toca enfrentarte a fantasmas del pasado.

Y te acongojas más por entender lo que está escrito en los papeles. Crees que un secreto importante se guarda en esas palabras. Y viene a tu mente un recuerdo que se pierde. Es el desconcierto de creer que lo sabes pero que realmente no lo haces. Imagenes borrosas y sin sentido que enredan tus pensamientos en los cables de la locura.

Cortos circuitos, incendios forestales, desastres naturales. No entiendes que pasa; ni que piensas. Este cuento que se escribe sobre ti comienza a desvanecer en congruencia y su credibilidad se va por el filtro de lo normal.

Se acaba.

Lo entiendes todo. Por primera vez entiendes aquello que creías que nunca ibas a entender. Y te dejas liberar de la agobiante idea de que nada tiene sentido; que todo aquello que era colorido, es hoy nada más que un pasado sombrío.

Lo entiendes todo:


"Te despiertas sobre la brisa del viento, aprendes a volar y te conviertes en sueños. Acorrala ahora tus miedos para que los tengas controlados, y permítele respirar una vez más a tu motivación; recítale a tu presente una linda oración."

lunes, 3 de enero de 2011

Detalles.


Con un beso parece que ignoras lo eterno. Sustituyes malformaciones de pensamientos. Ideas equivocadas de una extraña salida. Crees y piensas, cuestionas, te analizas y respondes. Es fácil usar un protector; pedir prestado sin ser el deudor.

No sé si lo recuerdas, o lo sabrás; cada cosa que te incomoda en esta vida, algún día te faltará. Echar de menos aquello que no vuelve, es como morir un poco; destruir el sonido de una risa. No te arrepientas mañana de lo que perdiste, valora el presente y aprende a vivirlo. Porque mañana vendrá, y será diferente; y no sabes qué cosas que quisieras perder...serán las que más quieras tener.

Palabras que vienen y van. Te las digo. Te las escribo. Conversaciones silenciadas por la terquedad de un almada cansada. Harta. Agotada de tanta tensión, te comprometes con promesas que no puedes cumplir. Desvanece poco a poco el último respiro que te motiva a seguir, y con el paso de los días, las horas son más lentas.

Pensabas que no tendría fin; o tal vez nunca imaginaste cómo sería. Ahora, que lo perdiste todo, miras para atrás sin encontrar lo que perdiste. Desapareció. Hoy en tus manos; mañana ni te imaginas.

Comparte tus preocupaciones; todas esas cosas que sientes como estorbos en tu camino, sin darte cuenta se han convertido en el sentido de la vida. Cada obstáculo es una lección que te servirá para siempre; por eso, aquello que tanto detestas, en el fondo lo necesitás de alguna forma; y sin "eso" no serías la persona que eres ahora.

Enredos. Contradicciones. Decisiones que se alteran; cambios que no se dan. Y acumulas tantas cosas que ni sabes por donde comenzar. Lo que importa; lo que realmente importa se esconde en los más increíbles detalles que hacen la diferencia entre tantos caminos.

Por eso el amor se nutre y respira por los detalles. Detalles que existen día con día y que muy extrañamente notamos. Detalles que marcan la diferencia entre una sonrisa y una lágrima. Entre más lo piensas y más lo enfrentas con tus pensamientos más te das cuenta que existe la posibilidad de que un detalle cambie tu panorama.

Ahora, que sientes que te ahogas y te desesperas en el silencio. Cuando más sientes que llora cada centímetro de tu cuerpo por una situación que te lastimó. Cuando crees que no existe la más mínima razón para volver a abrir los ojos una mañana; pon atención a los detalles, no pierdas de vista la perspectiva que te motiva, y te da razones para vivir. Cada detalle es un poco de aire que te da vida cuando más sientes que te ahogas. Detalles.

sábado, 1 de enero de 2011

Hoy, cuando amaneció el día.


Ahora dejas de pensarlo. Y en realidad lo dejas de pensar demasiado. Dejaste las preocupaciones atrás. En aquella tarde primaveral de sueños e ideas. Un nuevo inicio, un nuevo comienzo que abre las puertas de tu destino.

Dejas de recordar sobre caballos, el sol, el cielo, la ternura del viento. Aunque de pronto empiezas a traer a la memoria momentos que no viviste, que imaginaste. Un deseo prematuro en el desván de tu imaginación. Un paisaje colorido que cambiaste al blanco y negro.

Aquí, abajo de esta inmensa montaña donde repasan la obra de teatro de tu vida, corren y brincan todas las posibilidades. Trampas, creaciones, muecas del dolor. Tal vez sientas que estuviste aquí antes; pero nunca has estado realmente. Jugos de una mente que tararea canciones del presente.

Inicio. Y enciendes la llama que motiva, el fuego que calienta y acompaña. Te muestras frío e indiferente. De repente las lágrimas quebrantan tu intención; la dureza que se pierde en un adiós. Adiós, y bienvenido al nuevo día.

Localizas sonidos, fantasmas que se alejan. El pasado se cobija en el olvido. Olvidas, olvidas, olvidas y recuerdas lo vivido, lo dolido, lo que vale y lo que refresca; lo que lastima y te alegra. Tú, tan nublada por instantes. Tan difícil de distinguir. Tantos recuerdos que perdí.

Dejé de sentir, de pensar, de razonar, de recordar. Olvido, olvido, olvido, hoy, cuando amaneció este nuevo día, olvidé. Supongo que lo dudas, piensas que lo imaginé. Pero te repito que olvido. Y lo hago para sanar las heridas que me lastiman. Los demonios que me impiden seguir creciendo. Los recuerdos que me roban el sueño.

Típico. Ahora que todo empieza parece ser más simple, menos doloroso. A pesar de golpear mi pecho con tus besos; a pesar de respirar el aire que botas; a pesar de abrazarte cual enamorado; a pesar de pensarte cada instante. Olvido. Y olvido para dejar entrar mi futuro.

Hoy olvido que te conocí. Recuerdo que te olvidé; pero más importante recuerdo las razones que me hicieron que pasara. La resolución de esta vida se centra en el simple hecho de aprender a volar. Aprender a dejar atrás y ver hacia adelante. Hoy, cuando amaneció el día olvidé que te había olvidado.

Y eres mía. Mía porque le das aire a mi respiración; porque cuando busco debajo de las piedras, el sentido de esta vida, encuentro tu nombre tatuado en cada rincón del mundo entero, y el reflejo de tu mirada me atrapa y me pierde, me enloquece sentir que existes y que me amas. Hoy, cuando amaneció el día, olvidé que te había olvidado. Hoy, cuando amaneció el día, me sentí un poco más enamorado.