domingo, 25 de marzo de 2012

Para que leas sin tristeza.


Escribo y sueño, por tercer vez. Es momento de sentir, de poner a tus pies mis emociones, mi forma más transparente de quererte, de cuidarte; esta es mi manera de dedicarte el paisaje, con palabras que hacen rima, sendero a tu corazón. Y puedo convertir tu miedo en poesía, y con delicados versos hacer que olvides cuánto duele. Quiero que leas sin tristeza, que sonrías con intención.

Todo cambia, el frío crece. Por eso abrazo tu nostalgia con el calor de mis besos, los que susurran estas cartas que te escribo por las noches, estos párrafos que mueren en tus ojos. Solo quiero cobijar tus sentimientos, pintarte una sonrisa en el viento, y que cada vez que la brisa fresca te acaricie, se te escape una risa inocente; un reflejo de alegría que se escurra en tu mirada.

Mientras una lágrima baja por tu mejilla voy sembrando besos en tu boca, voy perdiéndome en tu mirada; ahí, en el silencio de la tarde, voy a dedicarte mis sueños, a esconderte los miedos. Tal vez, conforme pasa la noche, vas a sentir ganas de acercarte, y decirme con ternura que te abrace, que te quiera. No importa si es tarde; será momento de perderme para encontrarte. 

Ahora te sientas a leer lo que escribo, a entender lo que siento; y, aún en medio de la confusión, se te escapa una sonrisa perdida, un suspiro que intriga. Este sueño en forma de cuento, esta historia que no encuentra destino. Yo, por mi parte, escribo mientras sueño que me quieres, soñando mientras escribo que te quiero. 

Una vez más, frente a estas ideas, voy dejando boronas de sentimientos, una forma de no perderme en el proceso. Solo quiero dedicarte estas palabras, empañar tu tristeza; confundir tus lágrimas con sonrisas. Será mi recuerdo en tu memoria. Un motivo del pasado. 

Me siento una vez más con la intención de empezar a escribir. Soñar. Y, tomados de la mano, te regalo la estrella que más brilla; escribo tu nombre en la arena. Solo espero una sonrisa de vuelta, una sonrisa con intención; quiero que leas, sin tristeza, ser tu camisa de fuerza, tu razón para seguir. Ser los párrafos de tu historia, ser la razón de tus risas. Y, algún día, tal vez, ser tu sueño; tus palabras. Un "te quiero" en tus pensamientos; el suspiro de tu ilusión. 

domingo, 18 de marzo de 2012

Para que sueñes conmigo.



Y lo hice. Me senté a escribir, y soñé en tus brazos; dormí. Y la tinta de repente se convirtió en un beso trazado con ternura, con franqueza. Ahí, entre tus labios, guardé un "te quiero" en forma de caricia, con cuidado, para que cada vez que leas, cada párrafo que siga, sea una sonrisa robada, un instante de ilusión; alegría. 

Escribí, y soñé con tu mirada. Quiero robarle al cielo dos estrellas que compitan con tus ojos, y, al final, recitarte un poema al oído; dedicarte la noche, el silencio. Poner trampas entre sílabas que hagan camino a tu corazón; ideas mezcladas con sentimientos; confundir tu miedo con la tranquilidad de un verso que rima. Y me vas a ver, escribiendo sin pensar, solo soñar; soñar sin parar.

Pero al despertar muere de locura el sentimiento; la mañana elimina el recuerdo. Vuelvo al inicio, y sin tener tiempo para reaccionar, me toca inventar nuevas formas de quedarme en tus pensamientos. Cierro los ojos, sueño, despierto y escribo. Y con el impulso de tu mirada pretendo enamorarte de nuevo, sin quejas, para verte reír, para hacerte feliz; imaginando a cada instante las mil formas de que te enamores de mi.  

Por tu sonrisa calcaría mi ilusión en la Luna, y cada noche, cuando busques nuestra estrella, te topes con una sorpresa que te motive; mi sueño escrito en piedra. Y en el canto de unas chicharras necias, en la belleza de un arcoíris, te guardo más que un beso: una historia que nunca olvides.

Quiero encontrarme en tus dudas, perderme en tu tristeza, sanar tus heridas; ponerte a soñar de nuevo. Tengo ilusión para tu felicidad; un par de besos para darte, una vida entera para escribirte y flores que regalarte.

Mientras la tarde se vuelva noche, me encontrarás aquí, escribiendo; suponiendo en estrofas. Y si quieres sentir lo que siento, aquí te dejo mis palabras. Con el tiempo significarán cosas distintas; si lees con cuidado, los detalles se asoman como un beso, a tu mejilla. Al final, solo escribo para que rías, para que sueñes conmigo. Con "nosotros".

Y no importa perder. Importa luchar. Por eso estas palabras no encuentran final, porque no dependen de un resultado. Solo busco acurrucar mi esperanza en tus regazos, y que sientas la diferencia en tu vida. Cuando todo termine, volver a ver para atrás sin importar lo que haya pasado, solo sonreír con la tranquilidad de haber luchado; soñar, y escribir sobre haberte enamorado.



domingo, 11 de marzo de 2012

Escribir y soñar.


Podría sentarme a escribir bajo la luna y con un clavel ponerle tildes a tus caricias; sería un buen momento para abrazarte, contra mi pecho, para que escucharas cómo corren mis latidos con tus besos. Hoy, bajo las estrellas, quiero contarte un sueño, escribirlo en tu corazón; quiero tatuarte una idea para que pierdas la razón. Con calma, de la mano, como recitando al viento un dictado de sonrisas, con esmero.

Podría ponerle tinta a mis sentimientos y convertir mis emociones en caricias; sería un buen momento para convencerte con secretos, para robarte los pensamientos. Y, a pesar de las circunstancias, juego a ser un respiro en tu tristeza, una idea confundida, ilusión. 

Ahora cobijo la esperanza con el recuerdo de tu mirada, de tus sonrisas. La ilusión, la que se escurre a cada instante, es mi escudo, mi fortaleza. Como tus manos, con las mías; como tu ternura, preciosa; sentirte, abrazarte; y saberte mía, sin complicaciones. 

Tinta y papel; tu recuerdo, convertir tus labios en poesía. Y con el cielo de testigo, dedicarte mi vida, robarte el miedo. Por cada herida, dos caricias y un beso; un suspiro y la promesa de un amor que no muere, que no falla. Una idea, mi forma de convencer a tus sentimientos; mi secreto para enamorarte con un destino distinto, un cambio. 

Luchar, no perder. Amarte sin pensar, sin entender. Solo vivir, y escribir un cuento de tus sueños, una historia con los míos. Tal vez pueda sentarme, en este momento, bajo la luna. Tomar la tinta, un papel, y escribirle rimas a tus labios. Intentaría enamorarte, convencerte; regalarte mi sueño, mi cariño; quizás podría abrazarte y decirte al oído lo que callo, lo que siento.

Podría sentarme aquí, afuera, esperarte. Olvidando el miedo de perder, de perderte. O simplemente escribir, dormir y soñar. Escribir, sobre todo soñar. Para amarte sin pensar, solo amar. Y soñar. Y escribirte, nunca dejar de escribir; nunca dejar de soñar. Tal vez, solo tal vez, amarte y escribir, y hacer mi sueño realidad.