martes, 16 de marzo de 2010

Hipocresía espiritual...


No quiero hacer sentir a nadie mal ni mucho menos. Y tampoco pretendo criticar a ciertas personas. Pero es que nunca me ha gustado ver a la gente que en misa, o en cualquier lugar, sienten la necesidad de que todos se den cuenta la "fervorosidad religiosa" que les caracteriza.

El miércoles de ceniza, el evangelio dice ciertas cosas que me llama mucho la atención. Principalmente por el hecho de que l@s que se hacen llamar "practicantes" no practican, valga la redundancia, lo que dice la palabra del Señor. Parte del evangelio es el siguiente:


Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Mateo 6, 1-6.16-18


Leyendo esa parte de la lectura queda más que claro lo que Jesús nos dice. Para mí, mi relación con Dios y Jesús es esencial y necesaria en mi vida. Si existe alguien que me ha ayudado con el paso de los años han sido ellos. Antes, cuando era menor, mi reacción en los malos momentos era de enojo con Dios. Nunca me explicaba porque me tocaba vivir tantos malos momentos. Lo veía injusto. Y sentía que Dios no hacía nada para ayudarme. Sentía que Dios sencillamente no escuchaba mis oraciones.

Con el paso de los años entendí que realmente existe un plan superior preparado por Dios. Y que era muy prepotente de mi parte pretender entender los renglones torcidos de Dios. Esos renglones tienen su razón. Y solo el tiempo me ha enseñado a esperar. Hoy me siento una persona espiritual, y repleta de Dios.

Y sinceramente creo que no hace falta ir a misa todos los domingos y rezar en público para ser una buena persona. Hace falta tener un corazón abierto a Jesús. Hace falta una intención personal para diferenciar entre las apariencias que queremos dar y la realidad que vemos en el espejo.

Porque de nada vale pretender ser algo. Porque las cosas en la vida deberían de ser interiorizadas. La fidelidad consiste en nunca faltarse a uno mismo. Nunca abandonar los valores que hemos definido como prioridad en nuestras vidas. Y sea cual sea la religión...entendí que la espiritualidad y el creer en "algo" es la mejor guía para luchar por ser la mejor persona posible!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiera verse o no, hay algo más en la vida, algo mas que los trajines de la cotidianeidad, algo mas que las metas superficiales que aprendemos a perseguir por inercia... Hay algo mas que nos mueve, que nos impulsa, y que va mas alla de nosotros, mucho mas alla de lo que podemos entender o descifrar. Entender que existe ese "algo mas" sin querer medirlo o controlarlo le da un sentido completamente nuevo a tu vida, y lo cambia todo sin que te des cuenta, porque te mueve una energia que va mas alla de vos... el dia que entiendes eso renaces.

Muy buen post ;)

Unknown dijo...

mae mae!! es lo que siempre digo!! coincido con ud en cada párrafo!! mi relación con Dios no es en secreto, pero es entre Él y yo nada más. Todas las noches antes de dormir, hago mis oraciones, hablamos, le agradesco por todo, le digo como me siento... Esa lazo que tenemos es real y HONESTO.