miércoles, 15 de mayo de 2013

Justo como tenías que llegar


Sentía que el tiempo silenciaba tu voz, la que nunca había escuchado. Cada día, cada amanecer se convertía en un cuento menos, un relato amargo confundido en nostalgia. Y la tristeza no distinguía tonos, entonces si aquél momento llevara música apostaría que los compases jugaban a morir; como las palabras de tantas cartas que no encontraban tus ojos y aquél sueño que no encontraba su noche. 

Los días simulando eternidades y el tiempo, sin prisa, se convertía en torpeza para el destino. Por eso cada noche, y con la luna de fondo, dibujaba tu silueta en el aire y escribía un poema en las estrellas; tal vez, donde sea que estuvieras, una noche cualquiera te naciera de la nada volver la mirada al cielo y encontrarnos en el paisaje; tal vez, con suerte, leerías que te esperaba y aparecerías de repente.

Mientras tanto, una ilusión intacta descansaba en mis sueños; seguía imaginando el momento en que llegabas, seguía buscando tu sonrisa por todos lados; solo quería toparte de frente y que supieras quién era, y al fin enamorarnos; solo quería encontrarme en tus ojos, en el reflejo de tu sonrisa; ser, sin aparente razón, el suspiro que se te escapaba. Tan simple como ser un beso por la mañana, tan simple como ser un "te amo" por la noche.

Fue entonces una tarde de colores cuando el celaje hizo música en tus labios; aquellos compases ahora escribían versos para tus ojos, y aquella sonrisa con ganas de salir encontraba en un beso su motivo para nacer. Aquella tarde se complementaba con nosotros mientras mi sueño encontraba la noche, su noche; y de repente, sin darnos cuenta, compartíamos más que la casualidad de habernos topado; de repente, sin darnos cuenta, dejamos de ser "ellos" y nos convertimos en "nosotros".

Ahí estabas, como el instante en que nace una estrella fugaz. Aquella mirada profunda se colaba en cada rincón de mi vida; la precisión de tus labios que enamoraba a mi sonrisa. Y supe desde ese momento que eras lo que soñaba al escribir, lo que no encontraba al buscar; pero llegaste así, justo como tenías que llegar.