viernes, 6 de marzo de 2015

Pasan los años.


Pasan los años como momentos que no llegan. Eterna, en el silencio, como pretendiendo despertar de un sueño, una pesadilla que no encuentra salida. Esta vez solo quiero decirle adiós al recuerdo, a esa imagen de quien fuiste, a ese detalle que me hizo reír. Por eso las horas se acaban, y la ausencia, la que irónicamente te hace estar presente, termina por despedazar una parte de mi corazón.

Hace unos años te encontraba en estas palabras, escondido en mis fortalezas. Hoy no tengo más que un esqueleto de sentimientos, secándose con el viento que golpea. Aquellas palabras y consejos, ahora son heridas que no cierran. Y me cambiaron, ahora soy otro. 

Pasan los años, los recuerdos se acabaron. Nunca más una conversación, una broma perdida. Nunca más un abrazo de despedida, ni un mensaje de cumpleaños. 

Algunos días soñaba con cuidarte de viejo, con que jugaras con tus nietos. Hoy apenas recuerdo cómo se escuchaba tu voz. 

Pasan los años. Y en algún momento te irás. Para siempre. Tal vez feliz, tal vez no. Y contigo se van a ir todos los abrazos que no nos dimos, las palabras que no nos dijimos. Y no vas a poder volver, ni te voy a poder encontrar. Tal vez ni en el recuerdo. 

Solo en las heridas. En la ausencia.

Adiós.