sábado, 6 de julio de 2013

Ilusiones en el cielo.

Imagino tus sueños y los míos escribiendo ilusiones en el cielo. Nuestros besos cosiendo felicidad y mis ojos perdiéndose en tu mirada. Así, similar a las páginas de un cuento, esta historia de dos se alimenta con los recuerdos que vamos dejando; migajas de pan que con el tiempo, al cerrar los ojos, se convierten en un beso acurrucado a tus labios, durmiendo para despertar un sentimiento que nunca muere y que crece sin tener un final.

Me voy a sentar a tu lado mientras cae la noche, y en la luna vamos a leer nuestros nombres. Quisiera poder escribir en las estrellas el poema de tus labios, y que con cada ola en el mar se dibuje una sonrisa en tu boca. Si pudiera te regalaría cada atardecer de mi vida y todas las flores del mundo; convertiría cada beso en una palabra para nuestra historia, y cada párrafo lo cerraría con una rima para tus ojos.

Sin necesidad de que el tiempo lo confirme, lo que siento cuando te pienso se confunde con perfecto; esos detalles de tu imperfección son como el esquema de los míos; entonces compartir consciencia y ahorrar decepciones; nos dedicamos a ser nosotros sin pretextos.  

Una noche de tantas te voy a regalar las estrellas, te voy a enamorar como el primer día. Voy a escribir un cuento que te llegue al corazón y que te escurra una sonrisa perdida. Y cuando llegue la mañana, voy a poner tus preocupaciones a secar; voy a dibujar un beso en tus labios y a guardar tu mirada en mis ojos.

Por ahora voy a cuidarte como mi vida, e imaginar nuestros sueños escribiendo ilusiones en el cielo.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Justo como tenías que llegar


Sentía que el tiempo silenciaba tu voz, la que nunca había escuchado. Cada día, cada amanecer se convertía en un cuento menos, un relato amargo confundido en nostalgia. Y la tristeza no distinguía tonos, entonces si aquél momento llevara música apostaría que los compases jugaban a morir; como las palabras de tantas cartas que no encontraban tus ojos y aquél sueño que no encontraba su noche. 

Los días simulando eternidades y el tiempo, sin prisa, se convertía en torpeza para el destino. Por eso cada noche, y con la luna de fondo, dibujaba tu silueta en el aire y escribía un poema en las estrellas; tal vez, donde sea que estuvieras, una noche cualquiera te naciera de la nada volver la mirada al cielo y encontrarnos en el paisaje; tal vez, con suerte, leerías que te esperaba y aparecerías de repente.

Mientras tanto, una ilusión intacta descansaba en mis sueños; seguía imaginando el momento en que llegabas, seguía buscando tu sonrisa por todos lados; solo quería toparte de frente y que supieras quién era, y al fin enamorarnos; solo quería encontrarme en tus ojos, en el reflejo de tu sonrisa; ser, sin aparente razón, el suspiro que se te escapaba. Tan simple como ser un beso por la mañana, tan simple como ser un "te amo" por la noche.

Fue entonces una tarde de colores cuando el celaje hizo música en tus labios; aquellos compases ahora escribían versos para tus ojos, y aquella sonrisa con ganas de salir encontraba en un beso su motivo para nacer. Aquella tarde se complementaba con nosotros mientras mi sueño encontraba la noche, su noche; y de repente, sin darnos cuenta, compartíamos más que la casualidad de habernos topado; de repente, sin darnos cuenta, dejamos de ser "ellos" y nos convertimos en "nosotros".

Ahí estabas, como el instante en que nace una estrella fugaz. Aquella mirada profunda se colaba en cada rincón de mi vida; la precisión de tus labios que enamoraba a mi sonrisa. Y supe desde ese momento que eras lo que soñaba al escribir, lo que no encontraba al buscar; pero llegaste así, justo como tenías que llegar. 

domingo, 17 de febrero de 2013

Ser todo lo que nunca fuimos II


Pero quedan preguntas haciendo eco; dudas que pretenden ser esquivas sin remedio. Podría enamorarte con un beso y ponerte a soñar con una rima; intentaría al menos despertarte con sonrisas y dedicarte mis horas y mis días. Me sentaría cada noche a verte dormir mientras escribo, mientras me inspiro en tus sueños; la luz de las estrellas cobijando nuestros miedos y un beso en la frente para que entiendas que te quiero. 

Podría escribir toda la vida a esos ojos que te delatan, a la sonrisa que se te escapa. Puedo, porque quiero, que la duda se convierta en certeza. Al poema escrito en tus labios le haría rima con los míos, y, si me dejas, robaría todos tus besos y los guardaría en mis labios. 

Esa sonrisa que te nace mientras lees es mi sueño y mi intención. Como cada día, cada hora que compartimos. Me gusta ser terco si se trata de sentir tus manos con las mías y no me importa que despertar sea difícil si en el sueño fuimos uno. La frustración se vuelve vida y mis recuerdos tienen tu forma como sombra. Gracias por hacerme sonreír sin estar; por la ilusión que no depende de si te quedas o te vas. 

En alguna esquina de tu corazón va a quedar escrito este amor que nunca empezó y que fue todo a la vez; como un libro de páginas vacías, esperando por una historia que tal vez nunca se escribirá. Voy a esconder el olor de tus besos debajo de mi sonrisa, para ser feliz cada vez que te recuerde. Voy a hacerle trampa al tiempo y a encarcelar lo que siento en el papel.

Te regalo todas las palabras del mundo para que escribas cuando sueñes. Y si me dejas, te regalo en secreto una ilusión dormida, una oportunidad sin vencimiento; por si algún día quieres volver y escribir con tu sonrisa este cuento sin sentido.

sábado, 16 de febrero de 2013

Ser todo lo que nunca fuimos.


Y de alguna forma quisiera que tu sonrisa escribiera este cuento sin sentido.

Como dos tercos no le hicimos caso al tiempo y jugamos a ser todo siendo nada.

Hacía rato sospechaba que serías lo que nunca quise que fueras, como la ironía haciéndole muecas al amor; pero al final tu corazón pudo más. Por eso escribo esto con cariño para tus ojos, pues aún con el desacierto de la circunstancia te has quedado en cada rincón de mis pensamientos, como el recuerdo más claro de sentir lo que hacía tiempo no sentía. 

Quiero cobijar con un beso la memoria de tus manos con las mías, haciéndonos uno en el instante. Esa sensación necesaria de que las cosas van bien, de que contigo no importa nada. Entonces me enamoré de tus ojos, de tu olor, tu voz y tus besos, me perdí en un abrazo y me encontré en tu mirada, sonriendo mientras te sentía más mía que nunca. 

Sin darte cuenta, te fuiste convirtiendo en mi ilusión; y yo, de alguna forma, fui la duda por la que reíste. Y mientras te ponía a pensar tuvimos nuestro momento, nuestro sueño compartido. Un amor que no debe, pero que intriga; un sentimiento sin forma que lleva nuestros nombres tatuados en el viento. 

Por eso quiero guardar lo que siento en una estrella del cielo, y escribir estos párrafos con mis manos en tu cuerpo. 

Tal vez, si me dejas soñar, te encuentre en otro instante para ser todo lo que nunca fuimos. Quizás el tiempo pase y nosotros también; o tal vez llegue el momento en que podamos estar juntos. Al final solo quiero guardar un "te quiero" en lo más profundo de tu corazón y esa sonrisa que no logras esconder mientras te secas las lágrimas. 

Quiero ser la pregunta que te motiva, o la respuesta que te ilusiona. Quiero esconderme detrás de tu tristeza para convertirme en tus ganas de reír. Quiero que pasen los días y que me extrañes sin control. 

Mientras tanto te esperaré escribiendo; como siempre te he esperado.

lunes, 4 de febrero de 2013

Te voy a soñar.

Quise con estas palabras cobijar mi esperanza y hacer un puente de ilusión hasta tus labios. Quise entretener tu sonrisa con la mía y, tal vez, que compartiéramos este sueño imposible. A pesar de la circunstancia me dedico a inspirarme en tu mirada, a quitarle el tiempo a la memoria; solo para dibujarte la risa que aparece sin avisar; para amarte mientras te sueño. 

Duele la distancia de tus manos, las que quisiera sentir mientras camino; duele el beso que nunca existió, o la certeza de que nunca existirá. Hacen falta las tardes que nunca compartimos, los planes que nunca pensamos. Cada lágrima ahogada en tedio, cada suspiro convertido en rima, cada recuerdo que no hemos vivido y estas palabras que no encuentran tus ojos. 

Por eso me dedico a soñar. Me dedico a construir un lugar donde seas todo lo que jamás serás. La que duerme en mis brazos, la que se ríe sin razón; donde perderte no sea posibilidad. Donde pueda sanarte las heridas y esconderte la tristeza. Un lugar para enamorarme de tus ojos y coser esta ilusión; que compartamos este sueño. Entonces, una tarde cualquiera tirarnos a ver las nubes y saberte mía para siempre, sin condiciones. 

Y así, como la brisa de la noche refresca, por la mañana el sol despierta. Un día más para aprender a vivir sin tus besos, sin tu cariño. Un día más para que seas lo que por siempre vas a ser. Un grito del silencio que más duele y las palabras que no pueden existir.

Mientras tanto te voy a soñar y hacer ahí todo lo que no podemos hacer. Voy a escribir para darle una mano al recuerdo, para hacer camino a tu corazón.

Duele saber que enamorarte es imposible y aceptar que tenerte conmigo es solo un sueño. Por eso te regalo estas palabras para que nunca olvides. Tal vez, con el tiempo, al leer te encuentres sonriendo, como aquella risa que aparecía sin avisar.