Imagino tus sueños y los míos escribiendo ilusiones en el cielo. Nuestros besos cosiendo felicidad y mis ojos perdiéndose en tu mirada. Así, similar a las páginas de un cuento, esta historia de dos se alimenta con los recuerdos que vamos dejando; migajas de pan que con el tiempo, al cerrar los ojos, se convierten en un beso acurrucado a tus labios, durmiendo para despertar un sentimiento que nunca muere y que crece sin tener un final.
Me voy a sentar a tu lado mientras cae la noche, y en la luna vamos a leer nuestros nombres. Quisiera poder escribir en las estrellas el poema de tus labios, y que con cada ola en el mar se dibuje una sonrisa en tu boca. Si pudiera te regalaría cada atardecer de mi vida y todas las flores del mundo; convertiría cada beso en una palabra para nuestra historia, y cada párrafo lo cerraría con una rima para tus ojos.
Sin necesidad de que el tiempo lo confirme, lo que siento cuando te pienso se confunde con perfecto; esos detalles de tu imperfección son como el esquema de los míos; entonces compartir consciencia y ahorrar decepciones; nos dedicamos a ser nosotros sin pretextos.
Una noche de tantas te voy a regalar las estrellas, te voy a enamorar como el primer día. Voy a escribir un cuento que te llegue al corazón y que te escurra una sonrisa perdida. Y cuando llegue la mañana, voy a poner tus preocupaciones a secar; voy a dibujar un beso en tus labios y a guardar tu mirada en mis ojos.
Por ahora voy a cuidarte como mi vida, e imaginar nuestros sueños escribiendo ilusiones en el cielo.
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