jueves, 30 de septiembre de 2010

Cuando en el reflejo de tus ojos solo ves lágrimas.


Estás ahí completamente solo.
Sintiendo mil emociones a la vez.

Saboreando la sensación de vacío.
Recorre tu cuerpo la exquisita adrenalina.

Los pensamientos corren a miles de kilómetros por segundo.
No sabes si dar el paso o no.

Crees que eres muy débil para hacerlo.
Y de repente te invade un sentimiento de poder.

Juraste que hoy sería el día definitivo.
Te sientes comprometido contigo mismo a hacer lo que dijiste.

No existe la posibilidad de ver para atrás.
Pues solo encontrarías razones que te empujarían.

No ves la claridad a lo largo del paisaje.
Ni te acercas a entender las dimensiones a tus pies.

Confías plenamente que en segundos todo terminará.
Aunque tienes la duda de si algo saldrá mal.

No diferencias entre causas y consecuencias.
Solo crees que tienes motivos suficientes.

Tu respiración ahorca tus sentidos.
Tu corazón trabaja fuertemente.

Escuchas las voces que te dicen que no debes avanzar.
Distingues solo aquellas que te incitan a caminar.

Entre más tiempo pasas ahí, menos sentido tiene volver.
Cuando en el reflejo de tus ojos solo ves lágrimas.

Y un camino roto que hace mucho terminó.
Es la idea vaga de un reencuentro con el pasado.

Es como jugar dominó con la muerte.
Y esperar paciente esa suerte.

De escuchar en el fondo la voz de Dios.
Que te susurra palabras coherentes.

Y de una vez por todas puedes recapacitar.
Volver el cuerpo y caminar.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Extraño como cuerdo enamorado.


¿Qué tal si las cosas cambiaran de lugar?
Y un día perdieras de vista tu meta.

Sintieras que el futuro es como una película vieja.
Díficil de entender y de mala calidad.

Y buscaras por todas partes los desenlaces de amores pasados.
Encontrando simplemente papeles viejos y quemados.

Aún cuando te esforzaras por pensar.
Cerrar los ojos y recordar.

Perdieras para siempre el ideal; el motivo que te trajo hasta aquí.
Sin un destino claro al cual llegar, ni un lugar del que venir..

Confundido como un cuento mal contado.
Extraño como cuerdo enamorado.

Tan difícil de digerir que hace falta el sentir.
Poder descansar la mediocridad de la mente.

Resaltar los ojos de la impotencia.
Y resignarse para siempre a la ignorancia.

Acomodar de nuevo las piezas de tu vida.
Sin importar la forma en que lo hagas.

Poniendo como escudo la fuerza que te guía.
Y por bandera un corazón incorruptible.

Por los vicios inmensos de esta sociedad.
Los límites que no permiten el progreso.

Pero cuando dudes más de la cuenta.
Ten presente que la vida se resume en ironías.

Las cosas más increíbles son las que terminan sucediendo.
Para bien o para mal se trata simplemente de tener suerte.

No entregues tanto como puedas.
Extiéndete más allá de tus límites.

Desborda de amor tu corazón y tu vida.
Sin tener miedo de lo que pueda pasar.

martes, 28 de septiembre de 2010

Ser dueño de un pincel que dé color a la noche.


Ser creativo en el camino.
Trazar hileras con opciones diferentes.

Dibujar recuadros donde escribir.
Los poemas que queremos oír.

Repintar bien fuerte el sol.
Para sentir más fuerte el calor.

Ponerle sonrisas a las flores.
Hacer dibujos en las nubes.

Jugar a ser niño en el universo.
Cambiar la opacidad de las cosas por el brillo de las estrellas.

Escribir en el cielo las palabras que pienso.
Borrar para siempre los pensamientos que lastiman.

Ponerle subtítulos a los árboles.
Poder descifrar los secretos del bosque.

Entender las notas musicales de las aves.
Trazar acordes en el aire.

Alinear las estrellas con las olas del mar.
Imaginar que puedo colorear los atardeceres que te gustan.

Ser dueño de un pincel que dé color a la noche.
Y que permita iluminar el rostro de la Luna dormida.

Ante todo dedicarme a construir en este mundo.
El lugar perfecto para llevarte conmigo.

Y ser de esa forma dueños del entorno.
Y darle matices de dulzura a la pintura.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Mientras seas tu fortaleza más importante.


A mentiras gastarás los errores.
Que son parte de esta vida.

Sentirás que dejas caer tus valores.
Y del suelo no los irás a recoger.

Por el sentimiento inoportuno de creernos más.
Por la estúpida idea de dar por hecho las cosas.

Cuando sientas tus pasos cansados de tanto andar.
Busca refugios donde la paz sea la regla.

Cuando sientas que olvidas el camino.
Encuentra senderos que te hagan sentir el destino.

Cuando creas que pierdes tus principios.
Examina profundamente tus cinco sentidos.

Porque perderte es más duro que morir.
Es dejar vacía el alma de un corazón pudiente.

Cuando creas que has sonreído suficiente.
Relaja tus músculos para seguir haciendolo eternamente.

No existe en esta vida placer más entero y puro.
Que dedicar tu tiempo a los demás.

Ser un agente de cambio en medio de una cultura indiferente.
Sistemas que olvidan responsabilidades.

Mientras seas tu fortaleza más importante.
Ten seguro que saldrás adelante.

Recuerda siempre los pasos que vas dando.
Para no repetir los que dan malos resultados.

Acostúmbrate a dar las gracias en todo.
Muestra respeto y humildad.

Al final terminamos todos muertos y sin aire.
Y nos preocupamos tanto por problemas.

Es mejor dedicar la vida al arte.
Escribir sobre lo bello que es amarte.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Atrapar estrellas fugaces.


Subestimando es como se llega a perder.
Las perspectivas de las nuevas ideas.

Crear murallas mentales que encierren pensamientos.
Es arrestar a nuestra mente de su trabajo natural.

En medio de un entorno repleto de paradigmas.
Me confirmo a mí mismo que es duro el día a día.

Cómo ser diferentes cuando nos exigen similitudes.
Cómo ser iguales, cuando necesitamos diferenciarnos.

Creencias y costumbres preestablecidas.
Se han convertido en mecanismos a seguir.

Copiar los métodos exitosos.
En lugar de ser innovadores.

Porque es tan difícil romper las barreras.
Que cuando tomamos impulso, no hacemos la carrera.

Y el salto es tan corto, y decimos que no somos capaces.
Engaños a nosotros mismos que nos detienen el progreso.

Ser alguien en este mundo debería ser la regla.
No la excepción que impera.

Sin importar lo que nos digan.
Solo confiando en lo que somos.

Ser capaces de ver más allá de las estrellas.
Y alcanzar galaxias enteras que nos circundan.

Atrapar estrellas fugaces, y llevarlas en el equipaje.
Para que cada noche tengas una nueva ilusión.

Y ver al cielo no sea por simple diversión.
Sino para profundizar en la mentalidad hacia adelante.

Aún en lo más oscuro, no significa que no exista salida.
Significa que tenemos que mejorar nuestra vista para encontrarla.

Aún cuando las nubes tapen al sol.
No significa que no exista; solo descansa en un colchón.

Y cuando la Luna comparte una mañana con el Sol.
Es la más grande prueba de que arriba está Dios.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Reingeniería de ideas.


Soñar a veces es más caro que solo imaginar.
He aprendido a no gritar cuando me siento perdido.

Pensar que simplemente las cosas no puede pasar.
Es tan doloroso como que no pasaran.

Con la importante gravedad.
De que lo sentimos con anticipación.

Y ese ha sido el problema de tanto tiempo.
En este cerebro tan terco y necio.

Alimentando la ansiedad cada día más.
Con pensamientos de situaciones que tal vez no llegarán.

Pero es tan difícil olvidar.
Que mañana llegará.

Y las posibilidades son tantas que asustan.
La impotencia es tanta que me abruma.

Por eso me dedico estas tardes a escribir.
Ver el cielo e imaginar.

Que algún día todo esto acabará.
Y el recuerdo solo un pensamiento será.

Nadie dijo que sería cuestión de positivisimo.
Es cambiar la mentalidad completamente a una nueva idea.

Es una reingeniería de ideas; un cambio gradual.
Que poco a poco me permita actuar.

Convertirme de una vez y por todas.
En una persona proactiva y no reactiva.

Conocer mis límites y mis miedos.
Definir todos mis alcances.

Conocer todo lo que me rodea.
Y tomar decisiones importantes.

Es la vida la que está en juego.
Y no quiero mi futuro en un rascacielos.

Donde la caída sea más dura.
Y la tristeza sea mayor.

Prefiero construir en base sencilla pero segura.
Alcanzando todas mis metas y objetivos.

Buscar realizarme como persona.
Y no tener sesenta y arrepentirme.

De haber planeado mal mi vida entera.
Y no tener ya más tiempo para ser quién quería ser.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Envuelto entre escalas de musicalidad.


Hoy que entre estas palabras crees leer.
Aquello que dentro de mí podrías encontrar.

Te repito que para poderme conocer.
Necesitas sentir lo que expreso.

Leer entre líneas es como caminar a ciegas.
Ideando perspectivas que se convierten en paradigmas.

Pero aún cuando las ideas tomen forma.
La vida se refresque y acomoda.

No es tan fácil entender las razones.
Que motiva tanto a los corazones.

Principalmente a los que están heridos.
O un poco ahogados en la locura.

Pero quién es capaz, de criticar tan linda torpeza.
De creer aquello que sabemos no es cierto.

Pero apostar todo por la mano que puede perder.
Es una decisión díficil para los débiles en coraje.

Por eso hoy me escudo, en la nobleza de mi vulnerabilidad.
Y tomo responsabilidad única de las consecuencias por venir.

En canciones está la clave, en los ritmos la llave.
Es una sistema de seguridad, envuelto entre escalas de musicalidad.

Mientras progresivamente cambian los tiempos.
Es la incertidumbre la que pone los sabores.

Y cuando de mentiras se trata.
Hay techo en este mundo.

Y cuando alguna cosa sube.
Tiene que bajar.

Pero es tan importante lo que digo.
O solo hablo por hablar.

La respuesta está en lo sencillo.
Es cuestión de solo buscar.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cuidaré para siempre de mi princesa.


Verte correr tan alegre y feliz.
Fue la idea que de joven no pude evitar.

A pesar de tanto dolor, injusticia y traición.
Supe que serías tu la que me llenaría de emoción.

Y cada día se ha convertido en una sinfonía.
Cada nota de música es oirte decir "Papá".

Por las noches, cuando vas a dormir.
Solo pienso en que sea de mañana.

Para que me vayas a despertar.
Con la inquietud que caracteriza tu alma.

Un día más cerca tuyo es una bendición.
Compartiré esta alegría que me llena el corazón.

Con la mujer que un día robó.
Mis pensamientos y mi amor.

No será en definitiva la mujer que soñé.
Pero será la mujer que comparta mis sueños.

Pues construir futuros en el aire.
Es el riesgo que me juego.

Para tener la dicha tan grande.
De que llegues a mi vida.

Entonces jurar al mundo y su belleza.
Que cuidaré para siempre de mi princesa.

Serás mis ojos y mis pasos.
Serás una tarde en mis regazos.

Serás una sonrisa en mi dolor.
Serás en un cuadro, mi color.

Y cada lágrima que salga de tus ojos.
Será una herida en mi corazón.

Y por cada fracaso en tu vida.
Seré tu apoyo y fortaleza.

Pero cuando llegue el día en que te vayas.
Tendrás en mí a quién no te falla.

Y podrás venir a mi cuando necesites.
Seré tu padre para siempre.

martes, 21 de septiembre de 2010

Sonámbulo por la agonía.


Vacío de dolores corazones golpeados.
Y duermo en sillones donde dormía la felicidad.

He despertado en medio de tantas emociones.
Los más lindos sentimientos que se guardaban en mí.

Con cada paso escribo canciones de mis pensamientos.
Y con colores del arcoiris les doy vida a los recuadros.

No tengo un mañana seguro.
Pero eso no impide mi respuesta positiva.

A preguntas que duelen y machacan la herida.
Sonámbulo por la agonía, de lo que siempre pasará.

Envuelto en tantas torpezas.
De reglas de la vida un poco escuetas.

Trato de engañar a la rutina.
Contando de diez para atrás.

Cuando todos piensan que podría caer.
Nazco de nuevo, rejuvenecido en la mente.

Como un niño jugando a las escondidas.
Me escondo de las tristezas.

Cuando me encuentran no pierdo.
Solo les hago muecas.

Al final creo que en esta vida.
Las sonrisas son el dinero.

Que compra en el camino.
Los boletos de la felicidad eterna.

Pero practicar hace al maestro.
Por eso yo practico la sonrisa cada día.

Y si buscas en mí, todo aquello que te dí.
Notarás que es en tí, donde mi tristeza vendí.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Jugando a la rayuela.


Aunque sea dura la mañana.
Cansada la subida.

Recuerda la fuerza del viento.
Que viaja sin detenerse.

Jugando a la rayuela el futuro.
Vacila por instantes el destino.

Me he preguntado tantas veces.
¿Cuándo me tocará mi turno?

De crear mis propios pasos.
Formar mi propio camino.

Dejar atrás tantos ratos amargos.
Y sustituir lágrimas por carcajadas.

Ver crecer a mis hijos.
Entre el más sano ambiente.

Ver llorar a mi esposa.
Por la belleza de una vida perfecta.

Escribir un cuento por cada alegría.
Relatar una leyenda por cada rosa dedicada.

Dedicar poemas a cada sonrisa de mis hijos.
Recitar historias de épocas antiguas.

Cuando el mundo se mostraba impaciente.
Y la lucha resultaba incoherente.

Donde alcanzar lo más alto no era levantarse.
Sino saber arrodillarse ante lo grandeza de Dios.

Pero ese hoy algún día llegará.
Apunto a mi paciencia para saber esperar.

Pero desde ya saboreo la felicidad.
Pidiendo a Dios fortaleza y humildad.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Vueltas en giros impredecibles.


Si te digo que me sigas, sígueme.
Y no me falles cuando todo este abajo.

Si te necesito, no es solo para los buenos momentos.
Acompáñame en los malos y cuida con caricias mis sentimientos.

Si alguna vez dijiste quién ibas a ser.
Mantente firme y sin excusas; es tu identidad.

Si tienes un valor que llevas por bandera.
Defiéndelo inclusive si tienes que morir.

Si alguna vez sientes que te quedas sin aliento.
Tendrás el mío como refugio de vida.

Si consuelas a aquellos que lloran.
Te consolarán cuando más lo necesites.

Si quieres sentir un beso a la distancia.
Solo recuerda e imagina un deseo.

Pídelo con la fuerza que da el éxito.
Y disfrútalo por mientras lo tengas.

No sabes realmente si mañana seguirá parpadeando la luz de tu estrella.
Si no la ves, no pienses que no existe; solo se esconde.

Como un juego que la vida se ingenia, para crear armonía entre tanta tristeza.
Resúmele el libro de aventuras a tu vida.

Crea tus propias citas que utilizarás para crecer.
Innovación en una imaginación envuelta en alucinación.

Mientras trato de refrescar las ideas en estrofas.
Mientras leo pensamientos entre mis memorias.

Mientras cosecho fortaleza envuelta en ilusión.
Mientras me equipo de esperanza, fuerza y convicción.

Mientras la vida da vueltas en giros impredecibles.
Me siento en la ventana a verla girar.

Mientras la Luna se mantenga de queso.
Imaginaré que la pasión es un sentimiento impreso.

En el corazón del que lucha y no se da por vencido.
Porque ser fuerte es un proceso difícil.

Y es por eso que hoy acudo a la razón.
La única que no me tiene lástima ni compasión.

Pero si un día dijiste que serías algo.
Procura para siempre mantener la palabra.

Pues no existe mayor desilusión.
Que la expectativa que no tuvo composición.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Columpios todos los días.


Columpios donde juegan mis sueños.
Cuartos donde duerme el destino.

Sillón donde descansa la vida.
Cocina donde se endulzan placeres.

Ven y resuelve conmigo la ecuación de la vida.
Canta y recita los planos de esta idea.

Comparte conmigo las bases del destino.
Arrodillate a mi lado para alcanzar los más alto.

No apagues con tus ojos la luz del mañana.
Empaña el vidrio para no temer por nada.

Aunque te digan lo contrario no escuches.
Aunque te demuestres lo contrario no pierdas la esperanza.

Sé casi tan leal como corazón tengas.
Reparte alegrías como alimento de sonrisas.

Apaga los motores de aquello que resta.
Acompáñame en este momento.

No me dejes solo.
Porque siempre decides hacer lo que no es debido.

Las prioridades y los valores se quebrantan.
Prestigio de palabras que se recuerdan.

Rimas de ideas vencidas.
Alimentos con fechas tardías.

Y conforme avances en esta osadía.
Recuerda ser felíz todos los días.

jueves, 16 de septiembre de 2010

En un sueño..


Esos chispazos de luz que dan energía en medio de la más grande decadencia; en respiros agitados se resumen sensaciones de tristeza y la amargura que siento en la garganta es casi tan detestable como sentir los ruedos mojados cuando camino bajo un aguacero.

Las sombrillas son inútiles cuando cae lluvia de tristeza sobre una vida o varias. No hay capa protectora que valga ni paño que permita secar un cuerpo dolido por una injusticia de este tipo.

Aún en este instante siento la necesidad urgente de alguna noticia que me dé aliento y fuerza para seguir el camino sin tropezarme de ninguna forma.

Camino mostrando cicatrices que son recuerdos de peleas ganadas. Desgarrones heroicos de pasados y presentes que entre tanta turbulencia se muestran prepotentes.

Pero al dormir, al cerrar los ojos y sentir, le permití actuar de la forma que sólo Él lo hace. Fue entonces cuando en un sueño envió su mensaje, en manos de una persona a la que dedique parte de sus últimos momentos en vida.

Y por ese gesto le doy gracias en el corazón, por su bondad y misericordia. Porque realmente cuando todo está oscuro es la única luz en el camino.

Refresco hoy mi esperanza con el agua de lo maravilloso y surreal.

Voy recogiendo cenizas, para no dejar trazo del camino, no pretendo olvidar lo que ha pasado; solo espero no volver jamás.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Estrellas fugaces


Y no era para tanto, pero en medio de un aguacero de lágrimas, no cabe un abrazo en medio del llanto que desconsuela a aquella alma que respira el denso aire de la resignación.

A veces las cosas parecen tener luz propia, pero no es más que el brillo de otra luz que le da esa falsa primera impresión. Relataban de esa forma cuentos de Luna llena.

Porque a veces quien ríe, llora; es fácil confundir el grito de la victoria con el dolor de una persona sin destino; sin camino de ida ni de vuelta.

Es llegar a un punto donde solo queda la esperanza de morir, o sencillamente dormir y no despertar nunca más. Porque a veces lo que algunos más detestan, es lo por lo que otros darían la vida.

No queda mucho por hacer cuando te ponen un arma en la cabeza, más que cerrar los ojos y suplicar que cada bala traiga consigo paz además de pólvora.

Rogar que cada gota de sangre en el suelo sea un peso menos encima de mis hombros; y en cada último respiro se ahogue el dolor que hoy escondo detrás de mi sonrisa.

Espero que cada latido sirva de alarma para que mi recuerdo suene constantemente en la memoria de los que quedan y terminar de una vez por todas con esta injusticia que me destroza.

Hoy soy sincero, no quiero seguir pintando. Hoy le he permitido a todas mis debilidades ser parte de mi rutina, y convertirse en la razón de mi más grande desgracia.

A pesar de eso, sé que no puedo dar todo por hecho; los milagros y la esperanza, son esas estrellas fugaces que siempre pedimos cuando vemos hacia el cielo estrellado.

Parecen que nunca aparecerán, pero ahí, justo cuando pensamos que en definitiva la suerte se escurre entre nuestras manos, las vemos.

Y esa sensación de grandeza, ese sentimiento de que existe algo mucho más grande que nosotros y que nos escucha cada segundo, se convierte en nuestra principal fortaleza.

Porque yo me pregunto: ¿de qué sirve creer, si en los malos momentos dejamos de hacerlo?

Estos son los momentos que determinan realmente quiénes somos y para qué estamos hechos. Una vez más, "aunque en el cielo no hay estrellas, yo sé muy bien que ahí están"

Solo quiero recordar muy bien este momento. Poner un candado a este instante. Nunca olvidar lo que nos trajo a este punto. Pues el que olvida la historia corre el riesgo de repetirla.

Bajo la cobija del amor y la amistad, hoy pongo en las manos de Dios todo lo que en mi vida vaya a pasar. Y aunque la noche se prolongue y el sol se quiera esconder no voy a permitir que me hagan creer que no hay un nuevo mañana.

martes, 14 de septiembre de 2010

Quiero despertar


En estos momentos solo pienso en garabatos de pintura. Hoy el cuadro se esta poniendo tenso y la tristeza, el dolor y la impotencia se acomodan en la primera fila de la injusticia.

Los colores no tienen sentido, ni las sensaciones dormidas por los dolores profundos de un mundo que cae y se desborona alrededor mío.

Dejar de pensar es a veces más difícil que nadar en la Luna, porque los golpes lastiman muchas veces más que las balas; a veces existen dolores mucho más grandes que una acuchillada.

Quisiera dormir, y al despertar ser consciente de que todo era una simple pesadilla; que todo esto que hoy me atormenta no es más que una extraña alucinación por llevar tanto sol en vida.

Quiero despertar, y sentir que puedo acostarme a dormir sin preocupaciones; vivir en un mundo justo donde las cosas tengan un poco más de sentido.

Dejar atrás lo absurdo y la intranquilidad, y poder al fin desayunar una vez en mi vida sin la tortura que representa pensar en la realidad que me embarga.

En momentos como estos necesito la fuerza de una palabra, un abrazo o un gesto; necesito todo aquello que le dé vida al motor de mi vida.

Esperar al menos que llegue el día donde una sonrisa no sea una hipoteca a mi felicidad; que una mirada no sea el préstamo del amor.

Quisiera dormir, y al despertar sonreír con la facilidad de un niño a jugar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Sentir


Porque a veces sentir es mucho más que simplemente pensar.

Transcribir las luces de mi imaginación en retratos de un par de ideas diferentes, es como dibujar la silueta de un amor que se distingue entre las cortinas por la noche.

Dedicarle a la vida los desgarrones de cada día y correr detras de un sueño que constantemente se esconde detrás de un matorral.

Seguir los pasos de los ejemplos en la vida y asegurar con candado las ideas a mis pensamientos. Sin permitir que algún día se resbalen por las alcantarillas de esta ciudad de problemas y decepciones.

Donde a corazonadas vivimos somos capaces de sobrevivir por motivos de sensaciones que son tanto de nosotros como del amor por el que vivimos.

Alejate ya de tus miedos y aprende a ser testarudo, pues la vida es un camino que se recorre a ojos cerrados.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Carta 6


Verte en el fondo del agua y sentir que las gotas interrumpen la calma y la ternura de un espejo natural en medio de esta montaña de verde y frescura.

Con gran dificultad intento parpadear para mantener los ojos abiertos y ser consciente de las cosas que pasan, pero simplemente estoy perdido en las ideas que se mezclan en mi cabeza.

No sé que sentir ni que pensar; incluso creo que no tengo la capacidad de escribir. Mientras mi reojo ve las hojas como se llenan de palabras no distingo ni reconozco lo que me quieren decir.

Fue cuando sentí aquél olor que me hizo recordar absolutamente todo, aquella palabra que me decía y que hacía cosquillas en los pies de mi confianza.

No cayó ni lo perdí, lo oculté.

Pregunto, me cuestiono, analizo, resuelvo, soluciono, me confundo, me despierto, duermo, corro, siento y respiro, pero no sé.

No sé, y no entiendo como puedo llegar a saber. Aunque trato e intento, no logro más que hundirme más en este lodo.

Son rendimientos decrecientes, es la fase de declive. Es el sueño roto de la Luna de poder dar luz al día; es la absurda intención del Sol de salir a descansar una noche; es la sed incansable del mar por beber agua dulce.

Es acomodar los ronquidos del ayer. Es llevarle el desayuno a la cama a la confianza. Es soñar que la realidad puede ser desde cero, y comenzar a celebrar cada segundo el reencuentro.

Pero vivir no es vivir si no existe la posibilidad de tener la paz que lleva a cuentagotas la confianza de una vida sin manchones sobre los renglones.

Es escribir recto en líneas torcidas. Incluso es pintar de colores al futuro incierto, y ponerle música a cada mal rato, para bailar una balada con la nostalgia, de saber que hace mucho perdimos lo que hoy escondo.

No tiene rostro, pero tiene un espíritu que vive en tu corazón, y en el mío con toda razón. Es un fantasma del pasado que trae consigo miedos y tormentos.

Por eso dejo en el aire este castillo de aquél cuento que un día te escribí.

Y me dedico a medir distancias y la fortaleza de tu amor para recobrar lo que alguna vez fue nuestro.

Para decidir de una vez por todas, que hacer con este sentimiento.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Carta 4


Desligando recuerdos de momentos en líneas de tiempo, inmerso en una piscina tan grande como este dolor que siento; siento que ahogo en mi piel los sinsabores que me ha dejado sus acciones.

Siempre supe que los charcos en las calles eran océanos gigantes para las hormigas, por eso en realidades duermo para aplacar mi desconsuelo en las tribulaciones de un avión que vuela sin sentido.

O con todo sentido más bien, y se dirige allá, justo donde el sol muere por las tardes, en el mismo lugar donde hoy está lo que perdí, debajo de un arcoiris que surca el mundo entero.

Ábacos, pañuelos, cinceles, recuerdos encima de anaqueles. Escombros, alambres y una que otra cigüeña nadando por los lagos con glaciares de mundos y lugares irreales.

Silencio, que cuando hablo hay un vacío, en mis palabras que sienten el frío y la inmaculada propuesta de un gallo con cresta, que por las mañanas se achica en bendiciones y cilindros.

Al luchar y medir los kilómetros de distancia en este mundo inverso, invicto sale ganando la amargura que se acomoda en los charcos y los mares para algunos.

Por eso las hormigas son tan molestas, cuando buscan en lo ducle algo que les cure la soledad y la dureza de las pieles sin cereza que devoran la nobleza de un animal y sus mañas.

En fin, recito los delirios de la mente cuando se empapa de recuerdos en las profundidades de los pensamientos.

Y entre más hondo me meto, menos siento que puedo. Porque cuando más profundo nadamos, más díficil salirnos de las mareas que engañan y atrapan a aquellos que en el agua se duermen.

Dejo el lápiz caer de la mesa, y apago la lámpara.

El día ha sido duro y aún no consigo nada.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Carta 2


Por la noche sentí que alguien respiraba en mi oído, que intentaba decirme algo. Me levanté de inmediato y escribí palabras que se iban borrando.

Recordé, entonces borré. Y comencé a plasmar ideas en el aire, las visualizaba flotando por el cuarto. Traté de agarrarlas con las manos, pero las ideas se marchitan si las tocas.

Las ideas son para refrescar un cuerpo cansado; sobornar con innovación a la rutina. Es alimentar el cuerpo del éxito y deshidratar de fuerza al dolor.

Por eso me senté una vez más a escribir, las palabras fueron teniendo sentido. Y en las frases podía leer entre lo líneas los secretos que guardo en mi interior.

A veces aquellos secretos se convierten en la desgracia de lo incierto. Esconder verdades no deja más que un rastro de dudas y arrepentimientos en el camino de la vida.

Y en algún momento habrá que volver atrás y limpiar todo el desorden que hacemos. Corregir los malos pasos que damos.

Por eso hoy rebusco en los rincones del olvido algo que un día perdí. Pues existe la posibilidad, remota, pero posibilidad al fin, de que aquello sea la respuesta que hoy creo buscar.

No sé si piensan como yo, pero a veces un detalle se convierte lo que define toda una vida; a veces un simple detalle se encarga de tirarnos todo al suelo.

Por eso siempre dije que la vida eran simples detalles, y que en su simpleza guardan la grandeza de su poder. Sea para bien o sea para mal.

Ya casi no distingo colores.

Ya casi no recuerdo emociones.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Carta 5


Pienso, existo o escribo.

Mientras intento abrir mis ojos en medio de esta sensación añeja de sentimientos vencidos, escucho voces que me roban los últimos vestigios de cordura que quedan.

Pero tengo que decir que si existo es porque escribo lo que pienso; no imagino pensar escribir solo proque existo; o menos aún me imagino escribir que existo solo porque pienso.

Agotado de ver a las paredes hablar, y de sonreírle cada mañana a un lápiz. Este lugar esta haciendo que me pierda a mi mismo a cambio de encontrar lo que busco.

Y en esos segundos donde todo se calla y recuerdo qué hago aquí, me cuestiono si aquello que dejé caer en el bosque merece tanto la pena de dejarme ir a mí mismo, con tal de recuperar la memoria.

Canto, bailo, recito, escribo, manejo, camino, grito, brinco, gateo, pienso, escribo y existo.

Pero en qué parte de mi mente se esconde esa imágen que olvidé.

Desesperación, me ofusco y grito. Me siento encerrado, olvidado, ofendido, amedrentado, con ganas de cerrar los ojos y dormir.

Pero ¿qué era? ¿cómo era? ¿era? ¿es?

¿por qué lo dejé caer?

Si hoy me preocupa tanto que estoy dispuesto a perderme por "eso", ¿por qué no lo cuidé más?

A lo mejor "eso" que dejé caer no me cuidó a mí...y por eso lo dejé caer.

Tanta mezcla de colores, olores y manchones en la pared, de sentimientos con sangre que se deslizan por la pared, directo hacia el suelo. Dispuestos a morir.

¿Estás diespuesto a morir?

martes, 7 de septiembre de 2010

Carta 1


Hoy llegué aquí.

Me habló el silencio que hay en mí. Fue como el retrato de mi alma. El cuarto estaba oscuro, como arrepentido de cosas que han pasado y que mi mente no podría ni imaginar.

Entre el silencio distingo un grito. Es una voz de una mujer, y dice números. Números que no logro entender. Sólo números.

En el centro de este cuarto: una mesa, una silla, una lámpara, 6 hojas, un lápiz viejo y un sobre con remitente. Un tarro que en vez de tinta tenía ideas; y un borrador que en vez de palabras borraba recuerdos.

Me sentí mareado, como adormecido; como cuando uno toma pastillas para dorimir. En medio de tanta confusión, y sin saber qué hacer me senté en la silla y miré fijamente las hojas.

Palabras empezaron a brotar en las hojas, y desaparecían. Me di cuenta que eran pensamientos que iban y venían.

Entonces calqué pensamientos, y eso se iba convirtiendo en esta carta de ideas escasas, vacíos repletos de nostalgias, desbordante de melancolía y recuerdos.

Aplacar el dolor era simple. Escribir para el remitente del sobre era como un dictado del corazón, un exámen de la conciencia para encontrar la razón que había perdido hace un tiempo, cuando caminaba por un bosque y dejé caer algo al suelo.

Algo que ya olvidé qué era.

Y que con estas cartas pretendo recordar.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Carta 3


Poco a poco he ido sintiendo como el vacío que hay dentro mío, me va carcomiendo cada uno de mis cinco sentidos. He perdido la habilidad de ver más allá de mí; he perdido la capacidad de escuchar a las flores cantar; he perdido la sensibilidad en mis pies al caminar; he perdido el placer del aroma de un amanecer; he perdido incluso el saborear las amargas frutas que comía.

Quizás ya no distingo las hileras que hacen recorridos en la arena; creo que se ha apagado la llama que mantenía caliente mi corazón.

Es tanto el frío en mis manos, que siento que se congelan las ideas y se me resbalan por entre los dedos. Unas veces he creído que sencillamente nada tiene sentido.

A lo mejor haya alguien ahí afuera que sienta lo mismo que yo; a veces un mal momento no necesita de muros preconcebidos en la mente; sino de realidades que se indistinguan entre los que piensan una cosa y la realidad es otra.

No creo ser el primero que escribe en este encierro, ni pretendo suponer que seré el último. Me parece que la presión en mi pecho es motivo de un mal en mis lineamientos, mas no del corazón en sí.

No puedo ser tan arrogante de culpar al amor por los dolores del corazón; de un momento a otro siento que la pienso; pero cuando la pienso dejo de sentir.

Al remitente de esta carta, quiero que sepa que poco a poco voy perdiendo la cordura; el encierro me tiene en alucinaciones permanentes.

Creo que en poco tiempo tendrá más sentido un amor perfecto que las palabras que escribo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Diferenciar.


Una de las cosas que más pueden resultar difíciles en la vida podría ser saber diferenciar. Existen límites que dividen a las paradojas que son extremadamente tenues, y nos podemos perder en la confusión de no tener la capacidad de discernir qué es qué.

Creo que no soy el único que ha sentido que entre más pensamos una cosa le perdemos sentido, o le encontramos más errores, o incluso cuando hacemos algo pensado y no por intuición nos equivocamos. Por ejemplo, si vamos caminando por el riel de un tren y no pensamos mucho cada paso, existen más posibilidades de no caernos; al contrario, si pensamos exactamente cada siguiente paso detenidamente, ese análisis se vuelve un distractor, y muy probablemente nos vamos a caer.

Pasa lo mismo con las líneas divisorias imaginarias que existen en todas las dualidades de la vida. El caso más claro que sirve para ejemplificar esto sería lograr separar lo que necesito y lo que quiero. Todos, absolutamente todos nos hemos o nos vamos a enfrentar con el cuestionamiento de qué es lo que quiero y qué es lo que necesito. Lograr identificar la diferencia, ésta diferencia en específico, y tener la fuerza de voluntad, además la sabiduría de actuar con certeza de lo que realmente buscamos, nos puede allanar el camino y ahorrarnos una cantidad inmensa de problemas personales.

La fuerza del quiero es extremadamente fuerte. Todo lo que quiero, por tendencia natural del ser humano, es todo lo que me atrae; es un imán de los pensamientos que nos encierran en con una idea clara en la cabeza y hasta nos hace un nudo que atrapa toda nuestra atención. Si en la vida todo lo que quiero fuera todo lo que necesito, sería verdaderamente sencillo; y realmente esa no es la gracia de vivir.

Por su parte, lo que necesito se muestra un poco más reservado; muchas veces no tan atractivo como ese capricho que tenemos entre ceja y ceja. Austero, silencioso; pero a la vez tenemos en el fondo una certeza reprimida de que sea como sea "eso" es lo mejor para nosotros. Ahí es donde juega nuestra cabeza con nosotros, y somos manipuladores de nosotros mismos. Y escuchamos las voces diciendo todo tipo de cosas que nos desvíen hacia lo que queremos; remarcando las cosas negativas de lo que "necesitamos" y alumbrando los factores positivos de lo que "queremos".

Un punto aquí que es importante es el factor de los tiempos de cada una de las cosas. Aquello que "queremos" típicamente es algo que nos va a dar satisfacción en el corto plazo; todo aquello que "necesitamos" nos va a dar réditos en el largo plazo. Y como seres humanos, siempre buscamos las cosas fáciles y rápidas; pero olvidamos el verdadero secreto que esconde la paciencia.

Esta lucha constante de "lo que quiero" versus "lo que necesito" es esencial a la hora de ir definiéndonos como personas. Es un proceso de aprendizaje del estilo prueba y error; que para mí es una de las mejores formas de aprender; siempre que tengamos la intención de corregir todos los errores que vayamos cometiendo en el camino.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Debilidades.


Todos tenemos muchísimas capacidades para crecer. Los niveles de desarrollo que podemos llegar a alcanzar como seres humanos es gigante, partiendo del hecho de que solo utilizamos alrededor de un 6% de la capacidad de nuestro cerebro. Sin embargo, vivimos plagados de factores que nos ponen límites infundados y nos contraen cualquier impulso hacia el progreso; ya sea personal o incluso a nivel de países.

En nuestras vidas personales, es importante identificar (que es algo que ya se trató aquí). Pero identificar por sí solo, obviamente no representa absolutamente nada. Se identifica con la intención de que con esa información se puedan tomar decisiones más acertadas sobre las circunstancias que vamos viviendo. Todo es cuestión de actuar; pasar de palabras a hechos.

Uno de los aspectos que identificamos son todos aquellos puntos débiles en nosotros. Eso, en un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) sería la parte donde se toman en consideración las debilidades a nivel interno, para que una vez identificados esos aspectos, podamos tomar decisiones para evistar que el impacto negativo sea mayor; incluso podemos hacer que nuestras debilidades pasen poco a poco a ser las Fortalezas que nos van a representar importantes puntos de inflexión para crecer y actuar de mejores formas.

Existen teorías que hablan exactamente de esas debilidades internas, y cómo trabajarlas para hacer de ellas nuestras fortalezas. La lógica consiste en que una vez identificado cuál es nuestro punto débil, partamos de él para desarrollar todo el resto de nosotros. Usar nuestra debilidad como principal arma es sumamente inteligente; estamos eliminando un punto en contra y lo estamos conviritendo en nuestra punto a favor. y ¿cómo se hace eso? La respuesta es sencilla: trabajando ese punto débil. Logrando que de una u otra forma, con ese recurso negativo, logremos, por decir de una forma, maquillarlo de maneras distintas para fortalecerlo.

Veamoslo desde la otra perspectiva para entender un poco mejor el punto. Si nosotros centramos nuestro crecimiento en fortalecer aquello en lo que somos fuertes, estamos suponiendo que los puntos débiles no van a ser mayor problema en nuestra vida. Pero no es así. Esos puntos débiles pueden ser la piedra resquebrajada en una columna de un edificio; que algún día por seguir creciendo y no corregir esos detalles, puede colapsar y traer al suelo todo lo que se venía creando.

Entonces, es importante en primer lugar identificar esos puntos en los que no somos tan buenos, para a partir de ellos comenzar a crecer en conjunto, en sincronía con nuestras fortalezas. Es una forma de no dejar ruedas sueltas que en algún momento de la carretera se vayan a salir; y ahí no va importar la pintura nueva del carro, ni los aros de lujo, ni el motor más poderoso.

Identificar para crecer. Identificar para saber actuar.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Identificar.


Entre las muchas cosas que son importantes en todo en la vida, creo que una de las más importantes es aprender a identificar. Suena, tal vez, muy básico pero en realidad es esencial para el día a día. Identificar nos permite clasificar; y clasificar nos acerca a tener una idea más clara de qué acciones proactiva o reactivas tendremos ante eventuales situaciones.

Identificar con claridad nuestros principios, por ejemplo. Esta identificación nos permite hacer la clasificación de aquellos que son pilares de nuestros valores y sumamente incorruptibles, y aquellos principios no tan arraigados y más maleables, por decirlo de una forma. Una vez que uno tiene a cada pollito en su canaste puede actuar de la manera más acorde con la realidad sincera de nuestros pensamientos, ideas, creencias, cultura y educación.

Porque en la vida es normal que todos nos estemos constantemente contradiciendo; digamos que teniendo dobles discursos o morales. Pero esto debería de ser así solo en los principios clasificados como maleables en algún sentido. Son aquellas cosas que creemos por costumbres o tradiciones, pero que una vez en el campo de juego y con un nivel de tangibilidad más amplio, somos capaces de cambiar de parecer. Eso es lo normal.

Sin embargo, esa es una situación que no se debería de dar en los principios clasificados como pilares de nuestros valores. Si yo tengo el principio de lealtad, jamás lo corrompería hablando mal de un amigo a sus espaldas, por ejemplo. Eso, por supuesto, en caso de que la lealtad esté en el baúl de los pilares.

En definitiva todo esto nos acerca a ser personas más creíbles y con actitudes que van mucho más de la mano con lo que pensamos. Es una forma importante de mantenernos leales y justos Porque como bien sabemos, no hay peor dolor que el de fallarnos a nosotros mismos. Y si eso llega a pasar (muy probablemente nos pasará más de una vez en la vida) lo importante es tener la fortaleza mental para saber pedir perdón, y, una vez más, identificar nuestro error para corregirlo.

Identificar, es entonces básico en nuestro proceso de crecimiento personal. Identificamos errores, fallas; identificamos miedos, amenazas, tendencias; identificamos factores de riesgo, posibles complicaciones; identificamos lo que nos hace feliz, lo que nos gusta y lo que no; todo el día pasamos identificando todo lo que nos rodea, e inevitablemente identificamos para, sin darnos cuenta, clasificar todo en tarritos con nombre por fuera. Y todas las identificaciones nos permiten tener un marco de referencias gigante, que nos va a servir para la vida entera, y tomar las decisiones más acertadas posibles.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Perseverar.


Por supuesto que uno siempre espera, teniendo la perspectiva de vida de "aquí para allá", de alcanzar muchas metas; y poco a poco vamos como elaborando sueños y sueños, cada vez más complejos que son los que de una u otra manera nos van definiendo las líneas que van a ir limitando nuestro camino. Una forma de la vida de guiarnos por el camino justo para alcanzar lo que queremos.

Pero no se trata de un simple camino. Es normal que siempre vayamos topando con diversas adversidades. Los típicos momentos de crisis existenciales, donde nos cuestionamos todos y cada uno de los detalles de nuestra vida. Creo que eso es normal. A veces tenemos que darle permiso de entrar al miedo, el miedo puede servir como catalizador que controle nuestras acciones. Una persona sin miedo podría actuar irracionalmente ante una situación; una persona con mucho miedo puede que de ninguna forma actúe por el inminente miedo a fracasar. Por supuesto que debe de existir un balance, como todo en la vida.

Estos momentos de vicisitudes en el camino también funcionan como las pruebas de fuego que nos van a decir si de verdad tenemos el carácter y el entusiasmo necesario para lograr lo que nos proponemos en la vida. Si dejáramos tirados los sueños por cada problema que se nos presente, viviríamos echados en el suelo, sufriendo intensamente por la impotencia de no lograr nuestras metas.

Obvio no es sencillo, y de igual forma si lo fuera no tendría el sabor que tiene lograr algo cuando nos cuesta de verdad. Puede ser una de las cosas más trilladas en el mundo, pero definitivamente no hay nada que celebremos con más ganas que aquello que nos costó un mundo. Y a pesar de ser extremadamente trillado, muchas veces lo olvidamos; lo olvidamos justo en los momentos donde estamos en el márgen del error. De nuevo es una situación normal, como humanos entendemos las reglas del juego pero normalmente no las cumplimos; obviamos situaciones que son básicas, por exactamente esa razón: son básicas. Y convertimos aquello que debería de ser la excepción, en la regla.

Entonces el chiste está en perseverar. Pero es que perseverar va muchísimo más allá de decir "lo voy a intentar de nuevo". No. Perseverar es un cambio radical de mentalidad y actitud, donde dejamos a un lado el pasado inmediato o no tan inmediato para empezar de cero con todo el entusiasmo que se tiene la primera vez. Perseverar es un estado mental completamente renovado y reseteado, que nos permite taparle a la razón un paradigma que se formó, para ser capaces de alcanzar una meta.

Por eso, el mensaje aquí es que tenemos que ser conscientes de que las crisis existenciales y los problemas son parte del día a día; la diferencia la hacemos nosotros con las decisiones que tomemos sobre las diferentes situaciones que se nos van presentando en la vida. Y luchar por nuestros sueños tiene que ser la regla, y no la excepción.