Esos chispazos de luz que dan energía en medio de la más grande decadencia; en respiros agitados se resumen sensaciones de tristeza y la amargura que siento en la garganta es casi tan detestable como sentir los ruedos mojados cuando camino bajo un aguacero.
Las sombrillas son inútiles cuando cae lluvia de tristeza sobre una vida o varias. No hay capa protectora que valga ni paño que permita secar un cuerpo dolido por una injusticia de este tipo.
Aún en este instante siento la necesidad urgente de alguna noticia que me dé aliento y fuerza para seguir el camino sin tropezarme de ninguna forma.
Camino mostrando cicatrices que son recuerdos de peleas ganadas. Desgarrones heroicos de pasados y presentes que entre tanta turbulencia se muestran prepotentes.
Pero al dormir, al cerrar los ojos y sentir, le permití actuar de la forma que sólo Él lo hace. Fue entonces cuando en un sueño envió su mensaje, en manos de una persona a la que dedique parte de sus últimos momentos en vida.
Y por ese gesto le doy gracias en el corazón, por su bondad y misericordia. Porque realmente cuando todo está oscuro es la única luz en el camino.
Refresco hoy mi esperanza con el agua de lo maravilloso y surreal.
Voy recogiendo cenizas, para no dejar trazo del camino, no pretendo olvidar lo que ha pasado; solo espero no volver jamás.
Las sombrillas son inútiles cuando cae lluvia de tristeza sobre una vida o varias. No hay capa protectora que valga ni paño que permita secar un cuerpo dolido por una injusticia de este tipo.
Aún en este instante siento la necesidad urgente de alguna noticia que me dé aliento y fuerza para seguir el camino sin tropezarme de ninguna forma.
Camino mostrando cicatrices que son recuerdos de peleas ganadas. Desgarrones heroicos de pasados y presentes que entre tanta turbulencia se muestran prepotentes.
Pero al dormir, al cerrar los ojos y sentir, le permití actuar de la forma que sólo Él lo hace. Fue entonces cuando en un sueño envió su mensaje, en manos de una persona a la que dedique parte de sus últimos momentos en vida.
Y por ese gesto le doy gracias en el corazón, por su bondad y misericordia. Porque realmente cuando todo está oscuro es la única luz en el camino.
Refresco hoy mi esperanza con el agua de lo maravilloso y surreal.
Voy recogiendo cenizas, para no dejar trazo del camino, no pretendo olvidar lo que ha pasado; solo espero no volver jamás.
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