sábado, 11 de septiembre de 2010

Carta 6


Verte en el fondo del agua y sentir que las gotas interrumpen la calma y la ternura de un espejo natural en medio de esta montaña de verde y frescura.

Con gran dificultad intento parpadear para mantener los ojos abiertos y ser consciente de las cosas que pasan, pero simplemente estoy perdido en las ideas que se mezclan en mi cabeza.

No sé que sentir ni que pensar; incluso creo que no tengo la capacidad de escribir. Mientras mi reojo ve las hojas como se llenan de palabras no distingo ni reconozco lo que me quieren decir.

Fue cuando sentí aquél olor que me hizo recordar absolutamente todo, aquella palabra que me decía y que hacía cosquillas en los pies de mi confianza.

No cayó ni lo perdí, lo oculté.

Pregunto, me cuestiono, analizo, resuelvo, soluciono, me confundo, me despierto, duermo, corro, siento y respiro, pero no sé.

No sé, y no entiendo como puedo llegar a saber. Aunque trato e intento, no logro más que hundirme más en este lodo.

Son rendimientos decrecientes, es la fase de declive. Es el sueño roto de la Luna de poder dar luz al día; es la absurda intención del Sol de salir a descansar una noche; es la sed incansable del mar por beber agua dulce.

Es acomodar los ronquidos del ayer. Es llevarle el desayuno a la cama a la confianza. Es soñar que la realidad puede ser desde cero, y comenzar a celebrar cada segundo el reencuentro.

Pero vivir no es vivir si no existe la posibilidad de tener la paz que lleva a cuentagotas la confianza de una vida sin manchones sobre los renglones.

Es escribir recto en líneas torcidas. Incluso es pintar de colores al futuro incierto, y ponerle música a cada mal rato, para bailar una balada con la nostalgia, de saber que hace mucho perdimos lo que hoy escondo.

No tiene rostro, pero tiene un espíritu que vive en tu corazón, y en el mío con toda razón. Es un fantasma del pasado que trae consigo miedos y tormentos.

Por eso dejo en el aire este castillo de aquél cuento que un día te escribí.

Y me dedico a medir distancias y la fortaleza de tu amor para recobrar lo que alguna vez fue nuestro.

Para decidir de una vez por todas, que hacer con este sentimiento.

0 comentarios: