domingo, 17 de febrero de 2013

Ser todo lo que nunca fuimos II


Pero quedan preguntas haciendo eco; dudas que pretenden ser esquivas sin remedio. Podría enamorarte con un beso y ponerte a soñar con una rima; intentaría al menos despertarte con sonrisas y dedicarte mis horas y mis días. Me sentaría cada noche a verte dormir mientras escribo, mientras me inspiro en tus sueños; la luz de las estrellas cobijando nuestros miedos y un beso en la frente para que entiendas que te quiero. 

Podría escribir toda la vida a esos ojos que te delatan, a la sonrisa que se te escapa. Puedo, porque quiero, que la duda se convierta en certeza. Al poema escrito en tus labios le haría rima con los míos, y, si me dejas, robaría todos tus besos y los guardaría en mis labios. 

Esa sonrisa que te nace mientras lees es mi sueño y mi intención. Como cada día, cada hora que compartimos. Me gusta ser terco si se trata de sentir tus manos con las mías y no me importa que despertar sea difícil si en el sueño fuimos uno. La frustración se vuelve vida y mis recuerdos tienen tu forma como sombra. Gracias por hacerme sonreír sin estar; por la ilusión que no depende de si te quedas o te vas. 

En alguna esquina de tu corazón va a quedar escrito este amor que nunca empezó y que fue todo a la vez; como un libro de páginas vacías, esperando por una historia que tal vez nunca se escribirá. Voy a esconder el olor de tus besos debajo de mi sonrisa, para ser feliz cada vez que te recuerde. Voy a hacerle trampa al tiempo y a encarcelar lo que siento en el papel.

Te regalo todas las palabras del mundo para que escribas cuando sueñes. Y si me dejas, te regalo en secreto una ilusión dormida, una oportunidad sin vencimiento; por si algún día quieres volver y escribir con tu sonrisa este cuento sin sentido.

sábado, 16 de febrero de 2013

Ser todo lo que nunca fuimos.


Y de alguna forma quisiera que tu sonrisa escribiera este cuento sin sentido.

Como dos tercos no le hicimos caso al tiempo y jugamos a ser todo siendo nada.

Hacía rato sospechaba que serías lo que nunca quise que fueras, como la ironía haciéndole muecas al amor; pero al final tu corazón pudo más. Por eso escribo esto con cariño para tus ojos, pues aún con el desacierto de la circunstancia te has quedado en cada rincón de mis pensamientos, como el recuerdo más claro de sentir lo que hacía tiempo no sentía. 

Quiero cobijar con un beso la memoria de tus manos con las mías, haciéndonos uno en el instante. Esa sensación necesaria de que las cosas van bien, de que contigo no importa nada. Entonces me enamoré de tus ojos, de tu olor, tu voz y tus besos, me perdí en un abrazo y me encontré en tu mirada, sonriendo mientras te sentía más mía que nunca. 

Sin darte cuenta, te fuiste convirtiendo en mi ilusión; y yo, de alguna forma, fui la duda por la que reíste. Y mientras te ponía a pensar tuvimos nuestro momento, nuestro sueño compartido. Un amor que no debe, pero que intriga; un sentimiento sin forma que lleva nuestros nombres tatuados en el viento. 

Por eso quiero guardar lo que siento en una estrella del cielo, y escribir estos párrafos con mis manos en tu cuerpo. 

Tal vez, si me dejas soñar, te encuentre en otro instante para ser todo lo que nunca fuimos. Quizás el tiempo pase y nosotros también; o tal vez llegue el momento en que podamos estar juntos. Al final solo quiero guardar un "te quiero" en lo más profundo de tu corazón y esa sonrisa que no logras esconder mientras te secas las lágrimas. 

Quiero ser la pregunta que te motiva, o la respuesta que te ilusiona. Quiero esconderme detrás de tu tristeza para convertirme en tus ganas de reír. Quiero que pasen los días y que me extrañes sin control. 

Mientras tanto te esperaré escribiendo; como siempre te he esperado.

lunes, 4 de febrero de 2013

Te voy a soñar.

Quise con estas palabras cobijar mi esperanza y hacer un puente de ilusión hasta tus labios. Quise entretener tu sonrisa con la mía y, tal vez, que compartiéramos este sueño imposible. A pesar de la circunstancia me dedico a inspirarme en tu mirada, a quitarle el tiempo a la memoria; solo para dibujarte la risa que aparece sin avisar; para amarte mientras te sueño. 

Duele la distancia de tus manos, las que quisiera sentir mientras camino; duele el beso que nunca existió, o la certeza de que nunca existirá. Hacen falta las tardes que nunca compartimos, los planes que nunca pensamos. Cada lágrima ahogada en tedio, cada suspiro convertido en rima, cada recuerdo que no hemos vivido y estas palabras que no encuentran tus ojos. 

Por eso me dedico a soñar. Me dedico a construir un lugar donde seas todo lo que jamás serás. La que duerme en mis brazos, la que se ríe sin razón; donde perderte no sea posibilidad. Donde pueda sanarte las heridas y esconderte la tristeza. Un lugar para enamorarme de tus ojos y coser esta ilusión; que compartamos este sueño. Entonces, una tarde cualquiera tirarnos a ver las nubes y saberte mía para siempre, sin condiciones. 

Y así, como la brisa de la noche refresca, por la mañana el sol despierta. Un día más para aprender a vivir sin tus besos, sin tu cariño. Un día más para que seas lo que por siempre vas a ser. Un grito del silencio que más duele y las palabras que no pueden existir.

Mientras tanto te voy a soñar y hacer ahí todo lo que no podemos hacer. Voy a escribir para darle una mano al recuerdo, para hacer camino a tu corazón.

Duele saber que enamorarte es imposible y aceptar que tenerte conmigo es solo un sueño. Por eso te regalo estas palabras para que nunca olvides. Tal vez, con el tiempo, al leer te encuentres sonriendo, como aquella risa que aparecía sin avisar.