sábado, 31 de julio de 2010

De los que caminan y creen


Hay muchas cosas en este mundo que de verdad son de llamar la atención. Algunas con un sentido importante y que deja algo para la vida; otras no mucho, un poco más simples pero que no dejan de tener ese toque extraño e interesante. Muchas de estas cosas tal vez sean catalogados por muchos como tonteras; para otros son creencias completamente fundamentadas y determinantes en sus vidas.

No sé si muchas veces estas historias han podido ser creadas por la mente creativa de alguna persona; tampoco sé si realmente las cosas pasan como se leen o las dicen. Algo debe de tener de exagerado y dramático toda historia para que sea vendible a los creyentes; lo cual, para nada, quiere decir que sea una completa mentira o farsa.

Creo que hay cosas que han ido mucho más allá de lo que tal vez la persona que las contó hubiese pensado. Hay barreras que se rompen cuando hablamos de creencias, barreras imaginarias que muchas veces pensamos mucho más grandes de lo que realmente son. Pero, llegado al caso, ¿qué importa el porcentaje de veracidad de una historia, si tiene un fin positivo en la vida de las personas?

¿Cuál es el punto de atacar o criticar o buscarle cinco patas al gato a una situación que ayuda a muchas personas a crecer espiritualmente? Si hay algo sencillo en esta vida es hacer eso. Por supuesto desde la posición del linchador, linchar es una tarea sencilla. Sin embargo, me parece que hay cosas que podemos cuestionar y otras que no; y es importante, al menos para mí, diferenciar las dos.

Entonces, cuando uno va por la calle y ve a tantísimas personas caminando; parejas tomadas de la mano, mamás con sus hijos aún en lo coches de bebé, personas mayores, niños; ahí realmente ve que la fe es uno de los pilares fundamentales en la vida de muchas personas. Sin la fe, creo que nadie podría mantener un espíritu lleno que le permita alcanzar una felicidad real y sentirse completo en la vida.

Y entre muchas de las ironías, el camino es muchas veces tan revelador. La vida normalmente suele tener sarcasmos, digamos exquisitos. Es increíble ver a un lado de la calle cientos de personas caminando por una razón; y al otro lado decenas de personas haciendo fila para entrar a un bar. No digo que sea malo...solo digo que es irónico. En todo caso...si a alguien le cae el guante se lo puede poner.

Cada creencia, cada petición, cada agradecimiento; independientemente de que hayan personas ciegas del alma y no sean capaces de creer; cada uno de ellos va caminando, haciendo caso omiso al dolor, porque tienen la fe de que serán escuchados. Con dolor en los pies; pero alegría en el espíritu.

Y si bien es cierto que la religiones están repletas de errores, existen lineamientos básicos y al alcance de cualquier persona, que realmente nos permitirían seguir un camino firme para ser mejores personas. Si bien es cierto que no es, para nada, una generalidad, la persona que realmente y de corazón tiene una creencia espiritual (cualquiera que sea) es una persona mucho más abierta a querer luchar por un mundo más justo y equitativo.

Y para todas esas personas que dedican su noche o el día; pasan frío y dolor; hambre y angustia; peligros e incomodidades; la más grande de las bendiciones y ante todo mucho ánimo!


Learning to fly!

viernes, 30 de julio de 2010

Confusión


Es tanta confusión, que siempre que trato de visualizar una piedra en mi cabeza no observo otra cosa que una planta que se mueve con el viento.

Aún en la paradoja de lo incoherente e irreal, siempre que imagino el futuro veo el pasado, ¿entiendes?

No sé si seré tan claro como espero; pero de verdad te digo; veo de colores cuando cierro los ojos, y cuando los abro no sé si soy o estoy; no sé dónde, no se cómo.

Lo que sí sé, y tal vez sea lo único, es que me siento confundido, mareado. A veces...pero sólo a veces, siento que estoy en un barco, y que todo se mueve al ritmo de olas, es raro ¿sabes?

Es como el otro día, que mientras dormía, y en el sueño desperté en un momento que no era hoy; verás, me veía más viejo, y sinceramente me dolía mucho la espalda; no sé si caminaba bien, casi no sentía.

Recuerdo, y realmente es lo único que recuerdo que te busqué por todas partes. Son esas cosas raras de los sueños, ¿lo has sentido?

Apenas me desperté, no sé si por segunda vez, o tal vez por primera; era una noche muy larga y tiendo a olvidar cosas; recordé mi sueño como por partes, y me acuerdo, y creo que solo me acuerdo de eso: no estabas en ninguna parte.

Una vez, en una tarde...recuerdo que estaba solo, y comenzó a llover. Entonces salí, y me permití sentir la lluvia. Fue increíble, deberías de probarlo alguna vez.

Al final, sencillamente la confusión no m permitió entender por que escribía. Solo me senté, y escribí. No se la razón, pero esta vez no pensé mucho.

No sé si te ha pasado, pero son tantos pensamientos que me llegan a la mente, y ya no sé como procesarlos.

Lo más difícil es ver hacia adelante y no ver otra cosa que un reflejo del pasado.

jueves, 29 de julio de 2010

Qué si..?


Qué si en un suspiro, dejarás atrás y para siempre olvidado un pensamiento. Pensamiento que pudo haber sido clave esencial para entender algún punto de tu futuro.

Qué pasaría si al pestañar, perdieras la perspectiva de alguna cosa que te permitiera entender una circunstancia específica; y perdieras noción de un punto importante en un todo extenuante.

Qué si ese detalle que pasó desapercibido iba a ser el medio por el que ibas a lograr atar un cabo suelto en tu vida, y ahora, sin vuelta de hoja, no tuvieras más que adivinar; o aún peor: suponer.

Qué pasaría si luego de discutir por un problema cualquiera, a la otra persona le llegará el último respiro en medio de una distracción simple de una sorpresa inesperada.

Qué si lo último que le dices a una persona es un grito o un desgaste de cariño que hace resonar en eco hasta el último latido de su corazón.

Qué si la sonrisa que no diste, o una mirada grosera se convirtió en la gota que derramó el vaso de la tristeza o la soledad de alguien.

Qué pasa si supieras que solo una simple mirada puede alegrarle el día a una persona cansada de una vida de dolor y nostalgias.

Qué pasaría si llegarás a darte cuenta de que el valor de los detalles no se puede calcular con medidas humanas; porque la belleza de ellos nace en el placer de Dios de saber que somos capaces de notarlos; y más aún, capaces de crear detalles.

Qué si lo último que alguien sienta en su vida, sea el placer de verte sonreír.

Al final, los últimos latidos del corazón hacen música con la respiración; todo junto con tu sonrisa, sería una perfecta canción.

Y entre las estrofas, las rimas de tu vida, se mezclarían en una preciosa melodía.

miércoles, 28 de julio de 2010

En cada tarde le escribiría..


Hoy, bajo la oscuridad que hay en mi mente, trato de sencillamente rebuscar en los bolsillos cualquier cosa que me sirva, y me permita reconocer los caminos que he perdido.

He tratado de mantener cuerdos mis sentidos, para no caer en la sin razón, donde se desbordan los sueños a un vacío agotante; un vacío despreciable.

No se si consigo o no, encontrar lo que busco en la vida. A veces sencillamente pierdo el rastro del conejo. A veces sencillamente, me dejo caer en un cuento sin vuelta atrás. Cuento como cualquier otro.

Confundo caminos con desvíos, y en el instante noto la gravedad del asunto. Por eso agradezco a mi sentido de ubicación, que me permite discernir los colores por las noches.

Muchas veces he escuchado que es amarrillo el que tengo que seguir. Pero sinceramente, he pensado, varias lunas ya, que puede ser no más que un engaño y no menos que un mito.

Por las tardes, bajo la lluvia, pegando brincos en los charcos, me reencuentro con aquél yo que fuí hace un tiempo; pero que murió ahogado en algún instante ya perdido.

No sé si sabré reconocerla; no sé si ya la conozco. Solo sé que es de rostro alegre y sonrisa preciosa. Sé que va a ser una mamá increíble y una esposa leal.

Sólo sé que llegará una tarde de Agosto, con su talento al hablar y su veneno al besar. Sé que cautivará mis sentidos; los mismos que me mantienen en el camino.

También sé, que sea cuál sea el camino todos me llevan hacia ella, porque así lo quiere Dios. Porque así lo prefiere el amor. Por eso no me preocupo.

Pero hoy, quiero que sepa, donde quiera que esté; que no he dejado de pensar en ella. Que me muero por conocerla. Y que sepa, que desde ya es el amor de mi vida; desde ya sueño con dormir a su lado; desde ya moriría por su amor.

Desde ya dedicaría mi vida por su corazón; y en cada tarde le escribiría una linda canción.

martes, 27 de julio de 2010

Y sin hablar, te digo tantas cosas




Una gota, caída de la lluvia que se desliza lenta pero segura por la ventana. Aquél aguacero torrencial que hacía estremecer al más imponente árbol sobre el zacate.

Una montaña, sobresaliente allá, en el horizonte casi que oculto por la neblina incesante que se adueña del paisaje, oscureciendo con sus alcances las miradas de los presentes.

El sol, que en intentos muy vanos intentaba entrar por entre las nubes y los árboles; castigo inusual para el que pretende llegar a donde no llegará.

El viento, en su fuerza magistral tratando de romper todo a su paso, con o sin razón, se mueve por todo el lugar, sacando a bailar a las flores en el corral; dulce y precioso ritmo el que le pone.

Una hormiga, tan insignificante y austera. Escondida en la pequeñez de un mundo inferior, donde los sueños tienen color; y la felicidad se tiñe de verde.

Un pájaro, que encuentra el ritmo del viento y pretende ser tan ambicioso como la lluvia que río toca; y sueña que en su recorrido, encontrará de nuevo nube; para volar por los cielos y alejarse de los miedos.

Una rosa, que es la única que pinta el cuadro, con su rojo arriesgado; su aroma placentero. Su belleza casi increíble entre tan pocos sabores; tiñe de bendiciones con sus preciosos colores.

Vos, en el centro, de pie y calmada. Respiración casi imperceptible, corazón latiendo a gran velocidad. Pero en tu rostro se respira calma. Tu mirada fija, y segura. Tus manos relajadas, tu ceño tranquilo.

Yo, tomado de tus manos, con sonrisa en mis labios. Contemplando con mis ojos la belleza de tu rostro. Respirando tu olor, el que me llena de bendición el día. Y sin hablar, te digo tantas cosas. Viéndote te puedo amar; besándote te voy a enamorar.

lunes, 26 de julio de 2010

Volveré a este recuerdo para ver...


Anoche cuando intentaba
cerrar los ojos y dormir,
sentía que soñaba
tenerte junto a mi.

Buscar un mapa de tu amor
y llegar al centro de tu corazón,
donde mi abrazo te dé calor
y no sientas confusión.

Encontrar aquél lugar
donde tus sueños se esconden,
y ahí poderte amar
donde las estrellas se imponen.

Tomarte de las manos
a los ojos mirarte,
besarte en los labios
sería como empezar a enamorarme.

Sentir mientras te abrazo
a tú corazón latir,
unido por un lazo
con el mío, al fin.

Dedicarte desde ahora y para siempre
las rimas de mi amor,
mientras mi sueño sea tenerte
me conformaré con tu olor.

El que respiro cuando imagino
que eres mía de alguna forma,
y que en algún punto del camino
te enamoraste de esta estrofa.

Y si de casualidad
llegaras a enamorarte,
sería tanta la felicidad
que de nuevo iría a besarte.

Al final siempre se dice
que las señales son parte del camino,
algún día diré que te quise
y que hoy ya te tengo conmigo.

A pesar de que todo esto
es una simple ilusión,
lo único que quiero
es ponerle emoción.

Porque si mañana llega a ser
lo que en algún momento pensé,
volveré a este recuerdo para ver
que fue realidad lo que soñé.

Mientras tanto escribo
al viento estas palabras,
si sientes lo mismo
escucharás como te cantan.

sábado, 24 de julio de 2010

Amistad!


Es un grito de grandeza
que se mezcla en los caminos
que siguen sin pereza
todos los amigos.

En eso se resume
la importancia del cariño
por eso hoy te escribo
un poema como amigo.

Entonces tendrás presente
en cada paso que das
que alguien está pendiente
de si lloras o reirás.

Tal vez no sea perfecto
a lo mejor tampoco completo
lo importante es que sepas
que para tí son estas letras.

Aunque el tiempo no ha sido mucho
las palabras han sido más
siempre que yo te escucho
me pregunto cómo harás.

Para ser la persona que eres
a pesar de tanto dolor
por eso será que tienes
en tus ojos tan lindo color.

Pues al final de todo
Tu mirada es la puerta
que me lleva de algún modo
a sentirte bien cerca.

Y aunque no sea tan determinante
pues soy nuevo en tu vida,
de ahora en adelante
te tendré bien protegida.

Bajo el abrazo incansable
de un cariño gigante,
que nace entre los amigos
como ahora yo contigo.

Por eso y para siempre
recuerda que la amistad
es el más lindo presente
que la vida te dará.

Y nunca te sentirás sola
ni el cariño te faltará
¿sabes una cosa?
mi amistad siempre la tendrás.


viernes, 23 de julio de 2010

Recuerdo


Recuerdo que estabas perdida. Envuelta en un mar de cosas diferentes. Confusiones algo esperadas, momentos prevenidos; dolores y crueldades.


Recuerdo que muchas veces lo dije; recuerdo que muchas veces lo hablamos. Jamás pensé que todo aquello iba a terminar de esa forma. Era díficl de esperar. Era un golpe que jamás ví llegar.


Por muchas noches, unas treinta quizás, fueron seguidas las pesadillas que las noches me iba regalando. No se si te acuerdas, pero una en especial se hizo realidad. Una en especial fue como estrella fugaz que me guió hacia la verdad.


Recuerdo también que te hablé sobre aquella noche donde la oscuridad me hizo abrir los ojos a un evento que ni tan siquiera había pasado. Actuaste tan tranquila; austera. Serena, calmada.


Recuerdo que desde ese momento mis días no tenían fin. Cada sol, cada luna: una nueva tormenta. Cada brisa, cada palabra, cada caricia, cada espera se convirtieron en un dolor, una tristeza, una preocupación; al fin una advertencia de lo que venía.


Recuerdo aquellos días exactos. Tres fueron, tal vez cuatro; ya no recuerdo. Pero a la vez recuerdo, y es el recuerdo el más duro tormento. Recuerdo de un momento, donde llegó al final aquél cuento. Cuento de amor; cuento al fin.


Recuerdo los días siguientes. Duros. Largos. Agotantes. Preocupantes. O tal vez ocupantes. Actuabas normal: tranquila, austera, serena y calmada. Como si nada hubiese pasado.


Me he preguntado muchas noches cómo habrás dormido. Cómo habrás descansado. Ante todo me pregunté, y tal vez nunca entenderé: ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué?


Recuerdo aquello que en algún momento se iba a convertir en mi fantasma de vísperas de navidad; hoy ya lo es. Y una marca de dolor y tristeza quedará impregnada para siempre en mi vida.


Recuerdo aquellos días cuando la verdad tocó la puerta de mi casa. Cuando supe todo lo que había pasado. Recuerdo aquella decepción tan grande como ninguna otra en mi vida.


Creo que todavía recuerdo cómo se sentían tus labios con los míos. Aunque en realidad creo que no. Creo que no lo recuerdo. Y tal vez nunca lo vaya a recordar.


Tristemente sí recuerdo todas cada una de las lágrimas que me hiciste derramar. Esa marca, esa tinta que nunca se pdrá borrar.


Y luego de tanto recordar. Espero algún día poder olvidar.

jueves, 22 de julio de 2010

De valorar y otras cosas


No se que será que muchas veces, por sencillamente no decir que siempre, somos capaces de entender lo que tenemos si, y solo si, lo perdemos. No se por qué tenemos que dañar las cosas para entonces preocuparnos por ellas. No entiendo donde esta la dificultad de cuidar aquello que sea una bendición en nuestra vida.

Y para eso es importante tener claro que esa situación nos puede pasar en cualquier momento. Incluso en este momento, muchas de las cosas que damos por seguras, podrían acabarse en cualquier momento. Podríamos fallarle a alguien que nos quiere; pero aún más importante nos podríamos fallar a nosotros mismos, y esa es una de las peores decepciones que podemos tener.

No debería de hacer falta que perdamos ese "algo" para que lo volvamos a ver. Debería de haber un poco de amor e interés que nos permita ser capaces de valorar todas las cosas que tenemos con la simple idea de que nada es para siempre, y que todo en esta vida se acaba, ya sea por la naturaleza, o porque nuestras acciones lo terminan.

No es cuestión de abrir los ojos, sino de abrir el corazón y la mente. Ver más allá de lo básico, buscar en lugares diferentes de nosotros mismos, para tener algún tipo de radar interno que nos permita identificar a tiempo aquellas situaciones que nos podrían provocar llegar a perder o a fallar.

Quizás es un buen momento para ponerle "pausa" a la vida, y ver alrededor de nosotros, tranquila y detenidamente todos y cada uno de los factores que son importantes en nuestra vida; aún aquellos que pasan desapercibidos en lo cotidiano de los días. Es la única forma de tener una mente abierta para descubrir si hay aspectos que se podrían mejorar y en los cuales poner mayor atención.

Esto es, básicamente, una alerta para prevenir y no lamentar. Valorar las bendiciones que la vida y Dios nos dan no debería de ser una tarea esporádica, sino una perspectiva de vida.

miércoles, 21 de julio de 2010

Ah?


Pinceles. Pinturas, tal vez colores y cerraduras. Sonidos, canciones, ritmos, emociones. Un gato maullando, un perro que ladra; una que otra chicharra que canta.

Pies dormidos. Almohadas, colchones. Ensaladas, comidas varias. Limones, guanábana, naranja y un poco de mermelada.

Descanso. Respiros. Pasos, caminatas, desvelos y algunas mañanas. Tejido, encendido, luciérnagas y algún pedido, una orden de sombreros y unos pocos caballeros.

Una sombra, un murmuro. Una risa, una lágrima. Gritos y silbidos; croquetas y alaridos. Fango, zacate, madera y aguacate. Todo en un mismo mecate.

Sombrillas, gotas; lluvia y pelotas. Juegos, carcajadas, rasguños y peceras. Peces y animales, algunas plantas anormales. Sensaciones y recuerdos; señores poco cuerdos.

Una lámina, un cincel, una rubia y un manual. Cocina y carne; un hijo y su padre. Caricaturas, dormilones, olores y sensores. Triste y alegre; que rima con pesebre. Agudos y graves; escudos y claves.

Parlantes, controles, computadoras y bemoles. Delfines, ratoneras, comején en la azucarera. Danzas y rimas, sueños y carismas. Placeres y pecados, cruces y recados.

Razón, picazón y sin razón; todos riman con corazón. Color, ardor y dolor; todos riman con amor. Queso, yeso y eso también rima con un beso.

Sábanas y cuadernos; adornos y unos cuernos. Pintan, bailan, cantan y sueñan en la vida los que enseñan. Dócilmente entre anaqueles de mostaza, se oculta toda la masa.

Año tras año, se vive un engaño. Y en menos de una canción, se vive una decepción. Teléfono, dinosaurio y muñeco; tienen en el fondo un tipo de eco.

Uno, tres o cinco; normalmente pego un brinco. Dos, cuatro y seis; sé que en el fondo me entendés.

Entre broma y broma; alguien llegó a Roma. Porque es bien sabido que el que madruga se lo come una oruga.

Tal vez ríes o ríos, abundantes o a carcajadas. Agua, sol y montaña; para nadie es ella una extraña.

Ya va siendo hora; tiempo de terminar.
Aquél que no llora, puede ponerse a caminar.

martes, 20 de julio de 2010

De cerrar los ojos y caminar...


Entre guirnaldas navideñas
y praderas algo añejas
donde se encuentran las persianas
por las que entran las brisas
y las nubes ya cansadas

Sopla el viento hacia un norte
que se confunde con el sur
aunque parezca algo torpe
y gracioso también.

Por los tristes caminos
de alegres sonrisas
donde se mezclan hindúes
con extrañas camisas.

Bajo colores de brillantes emociones
y paisajes de extrañas canciones
con las rimas de muchos poetas
se encuentras dos grandes puertas abiertas.

Y entre sus marcos de gigantes palabras
se pueden leer las frases
y recuperar las energías
que hace años tanto querías.

Cuando abres la ventana
de un cuarto todo oscuro
abrirás las persianas
y sentirás el miedo puro.

Como en el conjuro de una extraña melodía
donde hace juego con las piezas y los cables
entre tantos ruidos de extraños pasillos
y las linternas no iluminan ni respiran la oscuridad.

Pero es la mezquindad
de una triste
y olvidada vecindad,
donde se oculta entre bellos caminos
tantos sueños de aquellos dormidos.

Y al despertar en las mañanas
respirando por sus pulmones
sentirán por sus venas
correr los sueños
que hace años dejaron
para siempre sin dueños.

Pero si te crees capaz
de cerrar los ojos y caminar,
tal vez llegues a ser
tu mejor arma para crecer.

En cada sonrisa y cada alegría
que la vida te regale
mira siempre a tu lado
y lo que sea, comparte.

Porque aunque parezca
no estas solo,
vivirás acompañado
para siempre un amigo a tu lado.

lunes, 19 de julio de 2010

Me cansé


Con esta carta en la mano y con ya muchas copas de antemano, analizo una y otra vez todas estas cosas que han pasado. Pensar que todo empezó con aquél beso; recordar que aquellas rosas y aquellos chocolates fueron el inicio de todo esto que hoy sencillamente se ha quedado olvidado en algún rincón de un pasado que, para nada, queremos recordar.

Pensar que fueron tantos poemas, tantos te amo; pensar que te dediqué tantas tardes, tantos pensamientos, tantas ideas; pensar que compartimos en algún momento tantos sueños comunes, tantos deseos; pensar que en algún momento tu futuro era con el mío, el complemento perfecto para un amor eterno.

Hoy, todo aquellos que en el pasado me regalaba felicidad y me hacía suspirar, se ha convertido en el recuerdo más indeseado por recordar. Sentir que ya no existe, ese futuro del que tantas noches me agarré para no caer. Aquél futuro que en algún momento me hizo soñar que tal vez, y solo tal vez ibas a ser mi último respiro antes de morir.

Ahora, en esta soledad indeseada, siento a la locura que se me acerca tratando de adueñarse de mi razón. Ahora, con mi corazón en la mano, el mismo que te regalé hace unos años, pienso en qué habrá pasado por tu cabeza en ese momento. ¿Por qué decidiste lastimar este amor tan perfecto que por tanto tiempo habíamos construído?

Pero pensar en todo eso, es inútil. Más aún cuando te veo tan indiferente ante el daño que un día hiciste. Más aún cuando te escucho hablar y lo que sientes. Más aún cuando, sencillamente, no te veo hacer ya nada por tratar de recuperar este amor. Y sinceramente ya ni sé si es eso lo que quiero.

Me cansé. Me cansé de esperar. Me cansé del dolor. Me cansé de idealizar algo que sencillamente no era como yo pensaba. Me cansé de que mis sueños se despedazaran. Me cansé, y en serio me cansé, de que me lastimaran cuando lo mínimo que merezco es un poco de respeto y amor. Me cansé de buscar arcoiris por las tardes. Me cansé de esperar estrellas fugaces en las noches. Me cansé de buscarte en el reflejo. Me cansé.

sábado, 17 de julio de 2010

Mientras pueda..


Como escamas, que caen de la piel
los recuerdos poco a poco
van quedando en el ayer
como suspiro que no se dá.

Como respiro que sí se da
y entre cada latido
un nuevo despertar
de un corazón golpeado.

Y siempre que la sonrisa
sea empañada por la memoria
hay que recordar que la alegría
es cuestión de cada uno.

Allá en el horizonte
al final de este cuadro gigante
puedo ver como se asoma
una sonrisa bien grande.

Y en el reflejo en el mar
un nuevo rostro,
un nuevo motivo para el amor
en mente una ilusión.

Escribiendo y soñando
los artistas se inspiran
yo veo tu sonrisa
y ya te estoy amando.

Es cuestión de que en la pureza bendita
de un simple enamorado
sea la rima la que inspira
y no una triste melodía.

Y la ironía es perfecta
cuando del amor se trata,
nos provoca toda alegría
y muchas veces nos maltrata.

Pero en un beso yo rescato
todo dolor vivido,
es la demostración más perfecta
de lo que siempre he querido.

Mientras pueda en una tarde
dormir en tu regazo,
disfrutar de tu sonrisa
y sentir tus labios.

Mientras pueda por las mañanas
decirte que te amo,
acariciarte la espalda
y besarte los hombros.

Mientras pueda cada noche
verte antes de dormirme,
abrazarte en la cama
y desearte buenas noches.

Mientras pueda en esta vida
tenerte cerca mío,
caminar juntos de la mano
y dedicarte mis poemas.

Mientras existas
existiré.

Mientras me ames,
viviré.

Y si un día
para siempre te vas,
desde ese momento
dejaré de respirar.

viernes, 16 de julio de 2010

De linajes y antiguos enemigos: Escena V


Escena V

(En un cuarto limpio, con muebles elegantes, Antonio Salges descansa en un sillón. Ojos abiertos, copa en mano, mirada fija mirando hacia la ventana. Pensativo. Un gato completamente blanco se pasea por la habitación, a la izquierda una chimenea encendida.)

Antonio Salges: Triste la época en la que me tocó llegar. Es la afrenta que provocan los actos ajenos en contra de los principios básicos de las leyes de esta vida. Ya lo dijo en su momento un científico de esos, famosos por el vulgo entero: selección natural. Cual proceso cualquiera de evolución, esa es la pretensión que me trae hoy de vuelta a este pueblo que mientras reposan sus cabezas sobre sus almohadas, no son capaces de definir con claridad las necesiadades que hacen de este lugar uno escueto y sombrío. Es hora de que, por entender bien se tenga, aquél que muchas veces confunde, cuando en una tarde de Agosto se recobra la cordura, o se pierde la memoria. Agosto. Tan esperado por unos y tan subestimado por otros. Si tan solo supieran que en sus manos recae los desazones de todo un pueblo. Pero ha sido con el paso de los años, tan mal teñido con los colores del engaño, que si bien es cierto se refutan las funciones, no es el cargo sino las decisiones. Pues la historia ha sido clara, para todo aquél que la tenga presente, no se trata de obedecer sino de saber a qué atenerse. Porque cuando uno de esos que respiran y caminan tienen el poder que, por caído del cielo creen lograr, es cuando ponemos en sus manos las falsas expectativas y los sucios maltratos de seres más peligrosos que los mismos sicarios. No hace falta que el vestir sea raro, o que el pelo esté desordenado. A veces para ser un desgraciado hace falta ser simplemente humano.

(Se levanta, dirigiéndose hacia la barra repleta de botellas de licor, rellena su copa. Toma al gato con su mano libre, y se vuelve a sentar en el mismo sillón, acariciando al gato.)

Antonio Salges: Si por bien servidos se dieran aquellos que muchas veces juzgan y critican los modos de los otros. Si tan solo fuera parte de su envidia el investigar los trasfondos de cada hecho en este mundo, tal vez entenderían que las intenciones sobran y los motivos se desbordan de las copas de los hombres. Y si todo fuera como con los gatos, con tantas vidas sobre sus lomos, entonces quizás seríamos más arriesgados y lucharíamos por las cosas. Porque la muerte es un límite que nos pone la vida, que actúa como barrera en los que tienen falsas esperanzas. Pero cuando una intención vale más que toda una vida, es cuando estamos justo en el momento de encontrarnos con nuestro yo más completo, más entero; y sin nada que perder. Y ese momento, justo cuando no tenemos nada que perder, es que nos sentimos, como este gato en mis regazos, dueños del mundo y sus vueltas. Por eso, y como mi última cabalgada en esta vida, me he permitido, además de respirar, luchar; y no luchar por simples causas perdidas, sino por la dulce complacencia de un sueño de muchos años, que me resuenan en los oídos como gritos desesperados por ancestros y pasados, que hoy en medio de tanto ruido moderno han opacado con sus sombras frías y groseras, de tantas máquinas y banderas.

(Antonio Salges vuelve a levantarse, toma una candela encendida, apaga la chimenea y se dirige, sin soltar al gato, a su cuarto a dormir)


jueves, 15 de julio de 2010

De linajes y antiguos enemigos: Escena III y IV


Escena III (Interludio)

(Cuarto completamente blanco y totalmente iluminado por una fuerte luz blanca. De fondo sonidos de mar mezclados con voces y un violín desafinado. Varios minutos se repite lo mismo. De repente paran los sonidos y se apagan las luces. Unos cuantos segundos. Cuando se enciende de nuevo la luz, un niño vestido formal, dado cierta apariencia a ser Julián Bernabel de niño, con un peluche en su mano derecha agarrandolo por la mano. Comienza a sonar todo de nuevo. Y se apaga la luz.)

Escena IV

(En una casa que se nota abandonada hace mucho tiempo ya, con telarañas y cobijas sobre los muebles, entran Julián Bernabel con un saco repleto de papeles y otro con herramientas. Lucía Velázquez carga un pequeño bolso con poca ropa y algunos tejidos incompletos.)

Julián Bernabel: Tal como la dejé hace tiempo. Por qué los inservibles e inútiles ladrones de este pueblo no son capaces de entrar a esta vieja casa que no tiene más carne que una gallina a dieta, pero se esmeran en lograr acabar con los años que el sudor y este dolor de espalda me han permitido llegar a alcanzar lo que hoy, por menos que sea, tengo. Ya quisiera saber que ellos luchen por alguna de sus pertenencias; siempre con la vieja cantaleta de la falta de trabajo en el pueblo. Si tan solo fuera Rey por un día de todas estas tierras, mandaría a decapitarlos uno por uno; empezando por aquellos que en el poder dejan caer las babas de los deseos que hacen fila afuera de lo legal.

Lucía Velázquez: Es que no se cansa, Julián, de vivir usted criticando y enojado con las cuestiones de este pueblo. A toda hora tiene que salir por sus palabras no más que groserías enmascaradas con su pretensión de lo que nunca pudo ser. Lo que nunca luchó por ser. Pero ha de ser la fuerza del destino, y un golpe de suerte para este pueblo, que la vida en sus mañas no le haya dado empuje ni candela a sus intensiones frías y malévolas. Haga mejor usted, y sientese un momento, que si no me va tocar contar por la mañana en una iglesia sus recuerdos.

Julián Bernabel: Mujer. No sé quién en su sano juicio permitió que las mujeres pudieran dar su opinión en temas tan importantes y tan desligados de ustedes. Y ha de ser por eso que no entiende mis motivos, y por supuesto, mis pensamientos. Pero como siempre, algo de razón tiene lo que dice, y sentarme un momento deja de ser simple placer para convertirse en necesidad para mantener latiendo este duro pero cansado corazón. No puede acabar esta vida, que hoy tiene una lucha más que dar. Defender a toda costa los recuerdos de aquella guerra que algunos parecen olvidar; o tal vez pretenden esconderla en algún rincón de sus cabezas, mas el destino se ha conjugado en este hoy descorazonado, para recordar a todos ellos que la libertad nunca ha sido, para este pueblo, un derecho regalado.

(Julián Bernabel toma asiento, con respiración agitada. Toma unos papeles de su saco y algo con qué apuntar. Señala en un mapa dos lugares específicos. Lucía Velázquez recorre con su mirada aquella casa, y mientras camina va limpiando con sus manos ciertos muebles, y descobijando los sillones.)

Lucía Velázquez: Hace tanto tiempo que no venía a esta casa. Me trae tantos recuerdos. Casi puedo oler las sopas que hacía mi mamá. Siempre me ardía la lengua cuando las comía. No podía aguantar, tenía que comer rápido. Era tan deliciosa comida. Y por las noches, mi padre nos contaba cuentos, que muchas veces no me permitían dormir tranquila; pero me hacía imaginar cosas, soñar y crear. Fue ese momento cuando comencé a escribir. Me acuerdo todavía de aquellos poemas que escribí. Tantos cuentos que nacieron en la imaginación inocente de una niña. Y hoy, sencillamente todo desapareció. No queda más que vagos recuerdos en mi memoria de lo que un tiempo fue, pero hoy, gracias a aquella guerra sin norte, me alejaron para siempre de mi pasado...de mis padres.

Julián Bernabel: Deje sus palabras para otro momento; venga y ponga atención. Aquí en este mapa le estoy marcando el lugar donde va a encontrar a Eduardo y Arturo. Son sus casas. Ellos, por precaución, manjean un "santo y seña" en la entrada, así que aquí se lo apunté, para que no lo olvide. Sea paciente, que son unos vagabundos de primera, y no sería de extrañar que a toda hora estén durmiendo, o recuperandose de alguna borrachera. ¿Entendió?

Lucía Velázquez: Por supuesto que entendí. Vengo por la tarde, descanse Julián.

(Lucía Velázquez sale de la casa, con solo los papelas que Julián le entregó. Julián, queda sentado en la silla, arrecostando su cabeza sobre el respaldar. Y queda profundamente dormido; sin embargo balbucea, como hablando para sí mismo.)

miércoles, 14 de julio de 2010

De linajes y antiguos enemigos: Escena II



Escena II

(Bodega repleta de herramientas para fabricar espadas, al fondo una chimenea con fuego intenso, donde hay una persona trabajando una espada. Antonio Salges analiza su espada, moviendola de lado a lado. Rostro sucio, ropa gastada. Con él, Alonso Puerta, su mano derecha. Lo observa fijamente con cara a la espectativa)

Antonio Salges: Qué será que las espadas de esta tierra siempre son de fínisma calidad. Ya decía yo que por algo se ha de vencer en las guerras. Si luchar es simplemente el arte de saber usar la espada. Ya lo decía y bien servido el escritor Gustavo de la Vega "si por bien armado se ha proclamado vencedor aquél que tantas luchas venció, ha de ser por que maneja con cordura y razón, el bello arte de la espada y el corazón"

Alonso Puerta: Por supuesto, señor. Es la dedicación que se le pone al empeño de ser el mejor lo que ha ayudado a lograr posicionarlo donde hoy esta su nombre. Ya será usted mencionado por muchas generaciones. Seguró escribirán cuentos, poemas...

Antonio Salges: (interrumpiendo a Alonso Puerta y con voz enojada) ¡Cállese! Que no le pago para que me esté tirando flores. Por qué no se dedica a sus menesteres, que más bandido es el que habla sin que se le pida que el que dice tonterías. Lo importante ahorita es planear con cautela y disimulo todo aquello que queremos lograr. No creo que en este pueblo exista mente preparada para enfrentar un golpe de sopresa; no creo que nadie sospeche de mi llegada a esta lugar. Mucho dinero me ha costado callar las voces de los guardianes del límite. Deje de mirarme como estúpido y sirva para algo; quiero para esta tarde una lista con todas las familias que viven en el pueblo, y la quiero detallada.

Alonso Puerta: En seguida comienzo a buscarle los datos que necesita señor, mientras tanto le informo, afuera está la señora Vanessa Salazar; permitame ser capaz de discernir y entender que ella sería una persona clave en lo que usted intenta hacer, ¿la hago pasar?

Antonio Salges: Ya decía yo que esa cabeza suya tenía que servir para algo más que no fuera analizar los litros de licor que puede tomar antes de ir a orinar. Hagala pasar.

Alonso Puerta: De inmediato, señor.

(entra a la bodega Vanessa Salazar; rubia, de ojos claros; típica mujer de la clase alta. Con pasos seguros y mirada penetrante. Antonio Salges se trata de limpiar un poco las manos y la cara; la observa detenidamente de abajo hacia arriba)

Antonio Salges: Benditos los ojos que disfrutan el placer de mirar una mujer tan hermosa como usted. Es una necesidad que la cordura reclama luego de estar todo el día rodeado de tan desastrosa compañía; trabajadores y ayudantes que más funcionan de estorbo que de acompañantes juiciosos.

Vanessa Salazar: Sus palabras son dulces caricias al ego de una dama que se hace querer, mas la labia no será nada útil para usted si lo único que busca es tenerme sin ganarme. Sin embargo, ese no es el tema que vengo a tratarle, y me parece prioridad hablar de lo que usted vino a hacer a este pueblo. Como sabrá, yo, gracias a las ventajas que la vida me dió, tengo ganados a muchos altos funcionarios del reino...pero como todo en esta vida, hay un costo que pagar; todo se define en cuánto vale para usted su propósito y cuánto está dispuesto a ofrecer para alcanzar de la mejor forma su meta.

Antonio Salges: Podría confundir estas palabras con la de una vulgar ladrona, tal vez mezclando sus modos y sus intenciones, podría descubrir en los rincones la codicia que emana, para nada sutilmente, de su labia a la primera. Sin embargo, y a pesar de todo lo que conlleva lo que menciona, no deja de tener sentido, y por supuesto, razón. Si de buscar en esta vida, alcanzar un objetivo se trata; es necesario tener el poder que se manifiesta en los tristes emisarios de la corrupta ironía que dicta que aquellos que son elegidos por el pueblo; han de ser los primeros que les fallan.

Vanessa Salazar: Sin importar llenar de maquillaje mis palabras, solo busco llegar a un acuerdo que nos permita seguir al siguiente paso en esta, tan difícil meta. Por lo tanto, y con cuidado escuche, que las palabras que siguen no las voy a repetir: en la esquina entre Muelles y Lamentos, justo cuando el último rayo del sol se oculte; un paquete con 200 monedas, que recogeré abandonado en el basurero del paredón.

(Vanessa Salazar da media vuelta y sale por donde entró. Antonio Salges, atónito y babeando por la actitud de Vanessa, recobra la compostura, de nuevo mira su espada y la deja sobre la mesa. Se sienta en una silla vieja, y repasa lo que acaba de escuchar.)

martes, 13 de julio de 2010

De linajes y antiguos enemigos: Escena I


Escena I

(Cuarto de madera vieja; muebles viejos; hacia la derecha un armario carcomido por el comején y con una candela que ilumina tenuemente la habitación; en el centro una ventana abierta por donde entre viento, cortinas blancas; sentado en la mecedora Julián Bernabel tomando un té; a su lado, en la otra mecedora su mujer Lucía Velazquez)

Julián Bernabel: Tengo horas diciendole que por favor me cierre esa ventana que esá entrando mucho frío. (frotandose las manos, ceño fruncido y pulso tambaleante)

Lucía Velázquez: Julián, ¿que no ve que estoy tejiendo? Además usted tiene pies y manos, puede levatarse un momentico a cerrar la ventana.

Julián Bernabel: No pues, muchas gracias. Para eso uno se consigue mujer en esta vida, siempre que uno más la necesita sale con algún discurso herrumbrado por la dureza del tiempo. Ni más faltaba. Toda una vida rompiendo lomo para tener esta casa humilde pero decente, y cuando le pido que me cierre la ventana no puede hacerlo.

Lucía Velázquez: Shh! Silencio...¿escucha eso?

(unas cuadras lejos de su casa, en el silencio de media noche, gritos como de pelea callejera. Se escuchan con eco los ladridos de perros en las casas vecinas, un bebé llorando, y un par de balazos tirados al aire)

Julián Bernabel: Una riña más en medio de la noche. Es que no se sacian los imitadores de luchadores que se ensalsan en la provocación alcohólica que les hace sentirse hombres entre los hombres. Bah! Si son unos patéticos personajes que se creen parte de un juego glorioso que hace fama de los falsos menesteres en pueblos ajenos. Harto me he estado sintiendo de estas visitas al pueblo; mientras uno trata de dormir las penas en la almohada y las cobijas que ni hacen intentos de calentar el frío de las noches, estos ruínes y pordioseros hacen alarde de una hombría que no es más que la cobardía de no aceptar lo que son.

Lucía Velázquez: ¡Cállese! Que si esos hombres entre los golpes logran escuchar lo que dice vendrán a buscarlo. Y no quiero ser yo la que pase en desvelo por las noches curando las heridas que no debieron ser. Simplemente por no controlar el carácter de su apellido.

(Silencio por varios minutos, como tratando de escuchar entre las paredes de madera algún indicio de lo que está pasando allá afuera. Julián se levanta de su mecedora y camina hacia la candela encendida sobre el armario y de un soplo la apaga. Se dirige hacia la ventana y observa sigilosamente)

Julián Bernabel: Mujer, acerquese aquí a la ventana. (moviendo las manos como llamandola) Trate de oír usted, que yo con mi sordera hago más de espectador inútil. ¿Qué estan diciendo?

Lucía Velázquez: Cuesta mucho escuchar...pero creo que lo acaban de mencionar a...¡Dios mío! Pensé que nunca más iba a escuchar ese nombre ser mencionado por alguien en este pueblo.

Julián Bernabel: ¿De quién esta hablando mujer? Deje de ser tan enredadora y dígalo de una vez.

Lucía Velázquez: Antonio Salges.

Julián Bernabel:
(rostro preocupado; ojos abiertos, mirada perdida como recordando. Se arrecuesta contra la pared y se deja caer al suelo) ¿Cómo? ¿Por qué de nuevo se hace sentir ese nombre en este pueblo? Bastante mal le ha hecho ese apellido a nuestra gente. Hacía falta ir dejando atrás los rastros de un pasado doloroso y maldito por los gustos y placeres de una familia despreciable. ¡Dios! Ya mi cuerpo esta cansado; mis manos son viejas y usadas; mi espalda no aguanta más una cabalgada. Pero al parecer el destino nos trae una vez más al mismo lugar. Mujer, prepare esta noche su ropa, que nos vamos a ocultar. Nos iremos por aquí cerca. A un lugar donde pueda planear. Tengo que contactarme con Arturo y Eduardo; ellos serán las piezas que yo mueva. Vamos mujer, rápido.

(Julián se levanta del suelo, fuerte y decidido, camina hacia la puerta del cuarto y sale. Lucía, en shock y todavía inmóvil se prepara para comenzar a alistar la ropa lo más rápido que puede. Lucía toma consigo aquella cruz que su esposo siempre cargó durante su vida; la misma que lo acompañó durante la Guerra Civil de su tierra natal)

lunes, 12 de julio de 2010

Al final, creo.


A veces, justo aquí, en este silencio aturdidor en el que hoy estoy...me doy cuenta, y siento como en ningun otro momento cada sentimiento que repleta mi corazón. Cada desgarro, cada emoción, cada nostalgía, cada dolor, cada alegría.

Como una espera que es lastimada por un destino cambiado, situaciones del pasado que han ido dejando trampas por todo el camino; trampas que hoy lastiman mis pies, y la sensibilidad de una herida abierta se duplica cuando en el recuerdo me acuesto.

No hay mucho que hacer, solo escribir. Sentarme a la par de estas palabras que han sido fiel compañía en los recuadros de esta vida. Palabras que han servido de amortiguadoras de dolores, o como escenario de alegrías que desbordan emociones y sonrisas.

Al final, creo, solo nos quedamos con eso. Palabras. Palabras escritas o recordadas. Palabras formando frases. Frases que tuvieron su sentido en algún momento; y que hoy ya no. Quizás, frases que aún hoy siguen alimentando de energía y ganas a los que pocas razones tienen para tomar impulso cada día.

Al final, creo, nos quedamos con todas aquellas palabras que dijimos y escribimos; y, creo, nos arrepentimos de las que no. Tal vez un cuento o un poema que encarcelamos en nuestras cabezas. Tal vez una rima que nunca se leyó. Tal vez una sonrisa que nunca se pintó.

Al final, creo, disfrutaré de haber escrito aquellas cosas que quería. O que sentía. Y, creo, leeré con entusiasmo cuentos, poemas; que me llevarán en ese entonces a un hoy que ya casi se va a acabar.

Creo, que estas palabras un sentido tendrán; en alguna circunstancia que en la vida me esperará.

sábado, 10 de julio de 2010

Por aquél corredor


Aquella noche, oscura y repleta de neblina, caminé lentamente por aquel corredor. Como queriendo escuchar mis propios pasos, que de una u otra forma me daban la seguridad que tanto necesitaba. Mis ojos eran casi inútiles en ese momento, a lo lejos, pero muy lejos se podía ver una luz, tenue; a veces potente, que parpadeaba como llamandome.

No quise arriesgarme, y debido a mis males del corazón me senté un momento en mitad de aquél corredor. Escuchaba como susurros de personas que no estaban; pasos de animales que devoraban cuerpos muertos. Lo sé por el olor, que se mete por mi nariz como golpe a mis sentidos. Harto de aquella situación decidí levantarme, caminar, y de esa forma ponerle fin a este cuento.

Pero no era tan sencillo. Hacía falta algo, algo que me permitiera encender alguna luz, que le diera sombra a las cosas, y así, al fin, poder caminar con sentido, sin miedo y con seguridad. La misma que había quedado atrás en algún rincón desconocido por mi memoria. Justo cuando me estaba dando por vencido una luz fuerte iluminó el pasadizo, y el silencio apareció.

No sé en ese momento a qué le temía más. Al silencio o a verme completamente encandilado, y que por esa razón no pudiera ver algún detalle necesario para entender el por qué estoy aquí. Tal vez era un sueño, o al menos eso quise pensar; era una forma de mi mente de alejarme del terror por la incertidumbre de la que dependía mi vida.

Muchos minutos habían pasado ya, y nada cambiaba, todo, absolutamente todo seguía callado, quieto. El ambiente tenso; mi corazón latía rápido; mi respiración violenta; las manos me temblaban, demostrando los nervios que hacían de mi circunstancia una incómoda e indeseable.

De repente de reojo vi pasar una persona por la puerta de donde venía la luz. Y corrí hacia ahí. Entre más corría, más se alejaba la luz; entre más me agitaba, menos podía analizar aquella situación que me tenía desconcertado, como de costumbre. Pues no era, para nada, la primera vez que me pasaba aquello.

De hecho, no es la primera vez que he tenido el mismo sueño, repetido noche tras noche, como un cuento sin final, reiterativo. Un sueño con cara de cuento, que hasta hoy no entiendo qué me quiere decir. Nunca, nunca he podido alcanzar a ver quién es aquella persona que ve mi reojo. Y me he preguntado varias veces si llegaré a saberlo.

Por eso cada noche, al acostarme, hago callar al silencio que aturde por las noches mis sentidos. Busco rituales que hagan de la nostalgia una mezcla de colores, y que en la sosobra de un mundo sin sabores, se me cumpla por primera vez el deseo de conocer quién se esconde en la rendija de mi mirada, y entender qué significa para mi vida...

viernes, 9 de julio de 2010

Para darnos un mejor mañana..


Es exacto y preciso
calculador y sumiso,
cuando se duerme en la espera
al final se llega a la colmena.

Entre toda la bulla
los escalofríos en los tumultos
como sentimientos colectivos
y paraderos oscuros.

Busca el norte de una brújula
que no tiene ningun sentido
cuando la rosa de los vientos
se marchitó por el olvido.

Son aquellos que aman
los que dan respiro a la vida
entre tantas lágrimas
que se derraman cada día.

Si tan solo supiera
lo que el destino prepara
fijaría una estrella
que ilumine mi cama.

Pero entre tantos sueños
que se pierden en estos días
se viven tantos duelos
y ahí olvido que me querías.

Lo importante, siempre dije
es sonreírle a la vida,
dejar atrás los dolores
que nos borran los colores.

Y entonces cada sonrisa,
cada alegría en nuestra cara,
se mezclará con una brisa
para darnos un mejor mañana.

jueves, 8 de julio de 2010

Una rima que nace en mi corazón


Y al verte, sentir de nuevo
la sangre que recorre mi cuerpo,
dando gritos de alegría
que completas por siempre, mi vida.

Al sentirte, disfrutar de nuevo
el aire que recorre mi cuerpo,
y poder refrescar el alma
es menester cuando en la vida se ama.

Pero sentir tus labios
es rezar con las manos,
y si escuchas la razón
entenderás a tu corazón.

Mientras tanto camino en la espera
de vivir un futuro cualquiera,
sin importar las cosas que pasen
y entrar por puertas que se abren.

Siento la delicadeza de tu piel
aún acariciando mis manos,
tanto se parece al ayer
aunque ahora seamos extraños.

Y entre las risas del amor
se cuela una ilusión
como cuentos con color
que descansan en un colchón.

Y serás siempre mía
como yo seré tuyo,
siempre dije que te quería
hoy en palabras lo susurro.

Cuando al fin, bajo la lluvia,
pueda sentir la dulzura de tus labios,
será ese momento el más precioso
que la vida me haya dado.

Y en un abrazo te cantaré al oído
recuerdos de un amor vivido,
y en cada estrofa murmuraré
que para siempre te amaré.

Escribiré siempre sobre este amor
que entre las rendijas siempre me dejó,
la satisfacción de soñar contigo
y despertar con la más grande sonrisa.

Grito al destino, los desazones del camino
que se mezclan sin sentido,
quisiera poder tomarte de las manos
y demostrarte cuanto nos amamos.

Dejar plasmado en un beso
los sentimientos de un verso,
y una rima que nace en mi corazón
se acurruca en una sensación.

En las mañanas te buscaré entre las nubes
o en un rayo del sol,
en un reflejo en el mar
o donde escuche tu corazón.

Por la tarde dedicaré mis pensamientos
y a sentir en mi rostro el viento,
por la noche los ojos cerraré
y pensaré ¿hasta cuándo te amaré?

miércoles, 7 de julio de 2010

Él..!


De todas las veces que le he pedido algo, hoy fue una de esas donde uno siente casi literalmente la palmada en la espalda. Es como escucharle susurrar al oído, y sencillamente oirle decir "todo lo tengo bajo control". Y realmente, día a día, me ha ido demostrando que así es. Aún en los peores momentos, están esos detalles como pinceladas que parecen sin sentido.

Sentido que la vida misma le va dando, como el pintor a su obra. Y en cada instante es una sorpresa nueva de las maravillas de este mundo, que aún cuando parece que todo esta perdido, se logra la recuperación. Porque esa es nuestra naturaleza; darlo todo y luchar hasta el final sin importar las barreras reales o ficticias que el mundo nos pone.

Justo cuando uno esta a punto de morir, es cuando uno recupera toda la fuerza que creímos haber dejado olvidada en algún rincón del pasado. Pero es tan perfecta esta vida, y es tan impecable el plan de Dios para cada uno de nosotros, que es solo hasta ese último segundo antes de que el reloj se detenga, que entendemos el cuadro entero.

Por eso me parece que tener de compañero a Dios en esta vida es un importante paso en el proceso de planeación estratégica en nuestra vida. No solo tenemos alguien con quien compartir exitos y fracasos, sino que tenemos a alguien que con 100% de certeza, nunca nos va ni a abandonar ni nos va a fallar.

Por eso, hoy sencillamente cierro mis ojos, me hinco ante Él y le agradezco por todas y cada una de las bendiciones que me ha dado. Desde el segundo en que nací, hasta el día de hoy. Porque ha sido una vida repleta de todo tipo de situaciones. Gracias a las buenas he disfrutado y gracias a las malas he aprendido, y crecido como persona.

Voy a caminar siempre con la bandera de Dios por delante, para que sea la que guíe mis pasos. Y estoy seguro que eso me acercará muchísimo más a ser una mejor persona!

Learning to Fly!

martes, 6 de julio de 2010

Siempre sabrás que las estrellas brillarán!


Brilla la luna en el mar
mientras los sueños nadan hasta el final
entre esferas de delicadas olas
y columnas pintadas con los colores del horizonte.

Canta, y siente los gritos salir
de tu cuerpo cansado de sufrir,
es esa la más dulce espera
de todo aquél que te quiera tener.

Baila, y disfruta de los ritmos
la música que se hace una con tu cuerpo
con la elegancia de un cisne
y la perfección de tus labios dulces.

Y la vida te guiará los pasos,
que con tanto esfuerzo has recorrido en estos años.

Sonríe, disfrutando la angustia
aún cuando las metas se escondan
tras la cortina de la derrota
siempre sabrás que las estrellas brillarán.

Dedicate una tarde
saciándole la sed a tu amor
aunque no tengas a nadie a tu lado
trata a tu corazón con cuidado.

Y el destino te tomará de la mano,
y te llevará hacia donde tus sueños te esperan.

Pues no sabes, y en una de esas
te enamoras de aquella rosa
que una sorpresa te puso en el camino
y que nunca observaste tranquilo.

Cuando más pienses en eso
más te olvidarás de lo incierto
y podrás respirar aire nuevo
que rejuvenezca tu amor perfecto.

Y el Sol junto con la Luna,
te harán un mapa estelar.

Las estrellas te llevarán,
a donde podrás amar.

Y mi sonrisa iluminará
el sendero hacia aquél lugar.

lunes, 5 de julio de 2010

Sencillamente le dediqué aquél atardecer!


Y una vez que la marea se calmó, comencé de nuevo a caminar. Procurando poder ver mis pasos. No solo los que iba dando, sino los que posiblemente fuera dar. Y sencillamente por el hecho de que entendí que la arena es engañosa, y juega con los pasos que damos; a veces nos hunde, a veces borra la huella, a veces es fuerte y con forma definida.

De esta forma, aún bajo el sol; aquél necio, incesante, que llenaba mi cuerpo de calor; mis sentidos de incomodidad, seguí aquél camino dibujado en mi mente en busca de nada. Porque cuando no busco nada, encuentre lo que encuentre me voy a sentir sumamante satisfecho.

No se trata de no tener sueños; se trata de saber cuáles tener. No se trata de no tener una ruta predefinida; se trata de saber cuándo hay que cambiarla.

A pesar del viento, a pesar del mar picado; se respiraba inmensa tranquilidad en aquella playa sola; como abandonada por los placeres de la codicia que corrompe los suelos naturales para convertirlos en propiedad privada de ciegos depredadores de las bellezas de Dios.

Fue cuando el sol estuvo justo en el centro del cielo que lo volví a ver. Esperanzado de que en la encandilación encontrara alguna señal que me permitiera tener un poco más de certeza sobre la situación que acongojaba mi situación. Olas y más olas reventando contra las piedras; mismas que ya deben de tener ahí miles de años. Recibiendo golpe tras golpe; aguantando su destino.

Y pensé en si quería aguantar también mi destino. O si existía forma alguna, de convertir mi destino en aquello que yo siempre quise.

Fueron pensamientos que dejaron mi mirada ida en el horizonte. Allá en el fondo del mar, donde parece que el agua toca el cielo y se convierten en uno solo. Exactamente igual de lejano que parecía estar aquella mujer que tantas noches soñé. Con la dificultad de que el calor, y el sol reflejando en el mar pudieran estar jugandome una mala pasada, y convirtiendo realidades en espejismos.

Qué más da. Al final, cuando el sol se ocultó bajo el agua, allá en aquél mismo horizonte, pasó lo que tenía que pasar.

Y de lo lejos venía caminando ella. Tan pura. Tan leal. Tan preciosa. Tan única.

Y mi corazón latía tan rápido como ella corría hacia mí.

Y la abracé.

La besé.

La miré.

Y sencillamente le dediqué aquél atardecer!

sábado, 3 de julio de 2010

La mente.


Muchas veces aprender va mucho más alla de simplemente entender. Porque entender es un paso en el proceso, que nos permite ser un poco más conscientes de la situación que estemos viviendo. Muchas veces creemos que aprendemos, o que entendemos, pero sencillamente ni la una ni la otra.

Y es la vida misma la que se va encargando poco a poco de irnos diciendo que esto es así. Cada golpe, cada reiteración, cada maña, cada desatención. Todo se va conjugando en pequeños moldes de procesos en el futuro, de manera tal que cada vez que se presente una oportunidad, demostrarnos, a nosotros mismos, que tenemos un nuevo molde al cual apegarnos en determinadas situaciones.

Pero lastimosamente la realidad es totalmente otra. Existen moldes prescritos desde hace cientos de años, donde se han resumido miles de sitaciones, actitudes, experiencias; para cada una de estas cosas existen libros, escritores; incluso existen profesiones.

Pero de manera definitiva no se ha podido llegar de ninguna forma al centro del problema. No se ha podido descifrar qué hace que el ser humano sencillamente le cueste tantísimo aprender, no solo de cabeza ajena, sino de sus propias vivencias, y por el contrario, cada vez sea más "cabezón" y se deje llevar por las mañas que nos secuestran la razón.

La pregunta sería, ¿deberíamos de preocuparnos por esto? Pues seguramente sí, deberíamos. Porque si tuvieramos la capacidad de interiorizar hechos a tal forma que quede plasmado en nosotros un "nunca más" que sea realista, factible y ante todo que sea definitivo.

Al fin y al cabo la mente es la que define el dónde estamos y el qué somos.

Entonces si queremos cambiar el dónde estamos y el qué somos, tenemos que cambiar de primero nuestra mentalidad.

viernes, 2 de julio de 2010

100 entradas!!


Tantísimos momentos que han quedado enjaulados en estas páginas. Sencillamente sobran emociones, sobran pensamientos que han quedado pegados con la goma de las palabras. En momentos como este, vale la pena sentarse una tarde lluviosa, a tomar café y conversar con cada sentimiento que se ha expresado en cada cuento, cada poema, cada reflexión.

Quizás no se trata de lecturas con mucho trasfondo. A lo mejor la reiteración de ideas o situaciones son parte de todo esto. Pero de eso se trata. Encontrar aquellas cosas que más buscan salir de mí de alguna forma, y que con frases, párrafos, rimas y poesías, encuentran esa puerta de escape necesaria, para mantener un balance ideal en el interior de mi mente.

Puertas de escape:
A veces los pensamientos actúan como esa presión de agua que quiere salir de mi cabeza y escapar por palabras en un texto. Esas ideas, esos pensamientos son los que han sido parte de esta, hasta ahora, ininterrumpida terapia de escritura. Terapia que ha sido todo un reto para mí, pues ha sido dejar atrás el bloqueo mental para abrirme y permitir alivianar el peso de mis sentimientos que tanto quedaban guardados dentro de mí.

En sí, todos tenemos esa puerta de emergencia por la que salimos en momentos difíciles, e inclusive en momentos buenos. Cada puerta de salida tiene un rostro diferente pero al final llevan al mismo lugar: un lugar donde encontramos rastros de paz que habíamos perdido luego de tanto correr huyendo del dolor.

Así que me parece importante encontrar puertas de escape que mantengan ese nivel de balance necesario en la salud mental de las personas. Es esa función básica del cuerpo huamano que suda para balancear la temperatura exterior con la del interior. Y de esa forma, eso que encontremos que nos sirva para alimentar a cucharaditas la felicidad funcione de balance entre el dolor y la alegría


Siempre cuando termino algo que esté escribiendo, siento la satisfacción de haber liberado alguna parte de mí que necesitaba salir. Por supuesto, la satisfacción de saber que existen personas que se identifican con muchos de los sentimientos o situaciones que se expresan en alguna cosa que haya escrito. Y como dije desde un principio, esa es la razón principal de toda esta aventura que ya cumple su "entrada" número 100.

Jamás imaginé que estas ideas pudieran llegar a tanto. Hubo semanas donde sentía que no iba a poder pensar en algo que me inspirara a escribir. Pero de una u otra forma, la inspiración ha llegado a mis pensamientos. Y en cada palabra trato de hacer el retrato perfecto del rostro de un sentimiento.

Quizás la universalidad de todas estas cosas vienen gracias al hecho de que los sentimientos como el amor, la felicidad, la tristeza, la soledad, entre muchos otros, son cuestiones cotidianas de todas las personas. Cada cuento que escribo o cada rima que nace en mi mente es el reflejo de algo que todos hemos sentido en algún momento de nuestra vida. Al fin y al cabo no hago más que atar cabos con palabras maquilladas en el desván de mi imaginación; sencillamente me encargo de darle color a un cuadro ya dibujado.

En una vida repleta de detalles, cuesta mucho tomar el tiempo para ponerles atención. Pero cuando de escribir sobre el amor, o al vida, se trata de reclacar con lo brillante de un rayo de sol, aquellos detalles que han hecho de nuestra vida la cosa más maravillosa en el mundo:

Aquél detalle:

Y al final, justo un segundo antes de que tu corazón se detenga, será aquél detalle, y solo ese detalle, el que habrá hecho que una vida entera haya valido la pena...!

Como ya lo hice a la mitad de este recorrido, pienso que es importante recordar algunas cosas que han marcado esta segunda etapa del blog. Quizás una de las cosas que se añadió fue algo como una marea de incongruencias...un versolibrismo llevado un nivel más alto en la falta a las leyes de lo correcto en la escritura, o sencillamente al orden lógico de las cosas. Claros ejemplos los que cito aquí:

Extrañamente incoherente:

Hay ríos de torpezas que se burlan de las reglas
que juegan con la cordura y ríen con locura
y los pájaron que aún nadan
miran al cielo de los peces
tanto les envidian
el aire que respiran
o el agua que se pierden.

Y entre el triángulo perfecto
los colores del prisma
es el mensaje más directo
de tan extraño carisma.

Mientras canto de colores:

De colores bailan las nubes
haciendo chistes irreales
carcajadas poco triviales
de la programación irracional
que hace catarsis emocional.

Una mente
que contempla la ilógica
se baña en la fuente
de las irregularidades estables
entre cables y cordones
rojo, azul y verde.

Mira el Sol a la Luna
cantar mientras se ducha
y el amor en el sofá
mira la confianza mientras se va.


Malabraista, juglar y payaso:

No era un lugar cualquiera. Era un lugar repleto de magia; colores, sonidos. Ante todo, era un lugar donde la tranquilidad hacía malabares con la calma del vieto al amanecer; un lugar donde la paz se disfrazaba de juglares que hacían música con el sonido del río chocando con las piedras; donde la cordura inflaba globos con sabor a sensatez.

No era un lugar cualquiera. Aquél lugar era un reflejo en el reojo de la felicidad, cuando se tiñe de colores la tristeza y juega a las escondidas con el amor. Era un destello de luz que iluminaba la frente del coraje, encandilandole la vista a la locura. Y sobre la colina en el horizonte se distinguían dos colores que parecían mezclarse con el cielo; como si este sueño tuviera dueño.
Por supuesto, una vez más el amor se encargó de darle color de ternuras y delicadas pinceladas a este cuadro. Sueños románticos que son inspiración de cualquier escritor. El simple hecho de imaginar aquellos momentos, me motivan a calcar latidos de corazones unidos entre palabras que formen una poesía o un cuento. Y siempre, siempre, el amor será sobre todo, la mayor inspiración que tiene el ser humano para hacer en esta vida las cosas más preciosas que puedan existir.

La flor de un sueño:

Es entonces un sueño de delicadas pinceladas, que forman la pintura de mi felicidad, y en cada trazo una historia que contar, y en cada color una sonrisa que asociar.

Porque un sueño es un castillo en el aire que un día decidimos construir. Cada piedra, cada "te amo"; cada techo, cada abrazo. Y en el patio aquella flor que murió por tí; la misma que te dibujé en aquel cuadro...el cuadro de un sueño por cumplir.

Y esa ventana, será la llave de nuestro futuro, que se esconde tras el cristal vulnerable. Cuando llegue el día, vas a ir a nuestro patio, vas a ver justo a tu lado la flor de la que te hablo. Y recordarás entonces aquél dibujo pintado a mano, aquél que tanto he soñado...el mismo que guindaba en el techo de tu cuarto.
Un pirata enamorado:

Y ahí, en medio de la arena y del sol, que me provocaba cerrar los ojos por la encandilación; y como espejismo de locura, sentí que había dejado ahogar mi cordura, pero la ví. Y corrí, quizás corrí como nunca antes en mi vida había corrido. Justo cuando la tuve frente mío la besé; quizás como nunca antes en mi vida la había besado. Fue entonces cuando entendí, que luego de toda una vida de buscar cofres con oro, había encontrado un tesoro mucho más valioso; tesoro con rostro de mujer; tesoro que juré proteger.
Solo quiero escribir unas palabras:

Solo quiero escribir unas palabras que den respiración a tu amor; quiero escribir para que lleguen gritos a tu corazón. Solo quiero escuchar al viento hablar, escribir un cuento de dos. Una historia de amor que recuerde párrafos enteros de ternura y pasión. Cuadros que pinten colores de alegría, y que se enmarquen en la cocina de nuestros sueños. Quiero dedicarte la vida entera, darte todo lo que pudiera.

Quisiera salir a caminar tomados de la mano, y sentir la delicadeza de tu piel que me inunda de cariños al corazón. Respirar el aire que sale de tus pulmones; porque logras colar, en cada instante, sonrisas en mis labios. Quiero cantar a las estrellas esta noche, y escribirte en el cielo oscuro dos palabras que se te impregnen en la razón. Quisiera poder besarte el corazón.

Entonces te regalo la Luna, para que te ilumine por las noches; pongo una estrella fugaz en tu mesa de noche, para que te acompañe en tus sueños. Te regalo mis besos para que te acaricien tus labios; te regalo mis abrazos para que te cobijen en el frío. Te regalo mis sonrisas para que alegren tus días.

Ante todo te regalo estas palabras. Para que recuerdes este instante. Para que nunca me olvides.
Sacarle una sonrisa a tu corazón:

Ahora tomame de las manos
y camina junto a mi
no te alejes de mi lado
no me dejés por favor sin ti.

Solo mirame
mientras te acaricio
y siénteme
mientras te beso.

Deja que los sentimientos
sean dueños de tus miedos
porque sacarle una sonrisa a tu corazón
es todo lo que quiero, mi amor.
El más lindo cuadro que te dedico con amor:

Pero cuando de atardeceres se trata
el sol es el pintor
del más lindo cuadro
que te dedico con amor.

Si un sueño pidiera
que cobijara mi suerte,
rogaría al que fuera
por de nuevo tenerte.
Si tan solo quisieras, realmente podrías:

Si quieres que tu vida tenga olor a alegría y se pinten los días con los colores de la felicidad, si quieres que mis sueños sean uno con los tuyos, y que nuestros caminos se unieran hasta el infinito.

Podría hacer eso y mucho más, incluso escribiría nuestro cuento de amor, en un mundo para nosotros dos, donde la única conidición sería vivir sin dolor.

Si quieres que estas palabras te las susurre al oído, y convertirte en mi fuente de inspiración, si quieres que le recite poemas a nuestro amor.

Podrías hacer eso y mucho más, si tan solo quisieras, realmente podrías.
Tal vez, solo tal vez:

Espero ser el motivo de tu felicidad y la razón de amar. Espero que algún día me necesites y me sientas tan tuyo como yo te siento tan mía. Espero que el destino sepa lo que hace.

Quisiera hacer realidad los sueños, y de una vez convertirme en el dueño, de todos tus pensamientos y deseos. Ser algún día, tal vez y solo tal vez, el amor de tu vida.

Entre tantas ideas que me fueron acompañando durante esta parte, surgieron las cartas que tuvieron entre sí un soldado y su madre. Tanto la carta como la respuesta. En definitiva es una situación bastante difícil, es una realidad de nuestro mundo, y quizás ha sido de alguna forma similar entre aquellas familias que cuentan con algún miembro en la guerra. Guerras absurdas, sin sentido. Guerras que se hacen por motivos personales de algunos cuantos dueños de poder que se aprovechan de esto para hacer con el mundo lo que se les venga en gana.

Carta de un soldado a su madre:

Pero hoy quería escribir. Transmitir sentimientos que se cuelan en mi mente. Sentimientos que han estado cerca de hacerme perder la cordura entre tanta injusticia y dolor. Porque cuando en las mañanas me pongo el uniforme y limpio mi pistola, en ese preciso momento me cuestiono qué hago aquí, en qué momento le solté la mano a mi futuro y engañé por un capricho a mi destino.

Por eso esta carta es un pedazo de memoria; son palabras con ardor. Y la ausencia de lo que más he amado me lastima cada día, como cuchillo que mata a punzadas, pequeñas pero dolorosas. Esta carta no es un rejuntado de palabras, sino de emociones y pensamientos, que se tiñen con todos los colores de la angustia y desesperación.

Solo espero que la vida no sea tan cruel y que la muerte no se acerce a mí. Solo espero que esta lucha llegue a su fin y poder topar en vida con la suerte de volverte a sentir. Y al llegar a la casa, una tarde de Octubre, cuando abrás la puerta estalles en emoción. Las lágrimas se te desborden y un abrazo me saque el aliento; aliento que ya casi no tengo por tanto dolor.

Carta de la madre al soldado:


No importa el tiempo ni la distancia cuando el amor está presente. En cada noche voy a tu cuarto, y destiendo tu cama, porque sé que a la distancia eso te trae calma. Y luego te cobijo en mis pensamientos y te consuelo; no ha pasado una sola noche en la que no te he dicho "te quiero". Y un vaso de agua en tu mesa de noche, como cuando tenías 5 y te despertabas siempre por las madrugadas a pedirme.

Así que lucha, y da tu vida; por tus ideales nada más. Pues ir en contra de las masas no es error, sino valentía. Es mantenerte fiel a tí mismo, es realmente morir por lo que crees. Y entonces tendrás la tranquilidad de sonreír antes de partir. Y cuando tu luz se apague, se apagrán mil estrellas en el cielo; entonces cada noche miraré para arriba, esperando por una señal.

Pero si vuelves. Si vuelves las estrellas brillarán en el manto de luz que ilumina las noches; el sol calentará y destapará la botella de la felicidad que tanto tiempo escondió entre los rayos de luz; el atardecer se vestirá de ternura y entre cada brisa, sonrisas. Mi corazón correrá a kilómetros por hora como quién busca por el mundo la felicidad sin parar.
Por otra parte, me pareció importante hablar de valores como el humanismo, la honestidad, la moral. Además de expresar para mí lo que significa ser un verdadero hombre y una verdadera mujer. Lejos de querer presumir de tener la verdad absoluta, me limito a expresar mi opinión personal, la misma que puede variar totalmente de una persona a otra.

Humanidad..:

Sencillamente hemos perdido el rastro de nuestra cultura como humanos, y entre cada guerra y entre cada límite de países se han borrado las palabras escritas por el planeta. Planeta que sufre y padece las enfermedades de un mal que lo habita. Un virus que poco a poco mata más y más celulas de un organismo dañado y colapsado. Una enfermedad sin cura; pero con remedio.

Un remedio que puede llegar tarde, pero llegar. Un sueño casi perdido entre las ramas de los árboles, y que se escurre entre el caudal de los ríos; un deseo que nace en el paisaje del amanecer y que sonríe en cada atardecer; una ilusión que descansa en una ola sobre el mar y vacila corriendo por el desierto; un espejismo con apariencia de sonrisa que se confunde con el sentir de la brisa.

Pero mientras muere de sed una naciente de río, se desborda de codicia una torre de petróleo, y envenena y ensucia el azul del océano. Y el poder tapa con su mano la boca de los que luchan, por ese sentimiento perdido en el pasado incierto del ser humano, y escarba dentro de sí, hasta topar con él, y adueñarse, y hacerlo renacer. Pero el ruido de las monedas en el pantalón ensordecen los oídos del mundo.
Valores:

Vivimos una época de abundancia en muchas cosas que poco valor tienen. Existe mucha plata, derrochada en unos pocos; existe muchos alimentos; repartida en los mismos pocos; existe mucha tierra, que el hombre se encargó de privatizar y dejar a millones de personas sin un espacio donde vivir. A pesar de que sobran tantas cosas injustas en este mundo, hace falta lo que es más importante en la vida: valores.

Los valores poco a poco han pasado a ser como los televisores a blanco y negro: antigüedades sin mayor relevancia en el mundo actual por la cantidad de nueva tecnología y formas más interesantes de entretenernos. Son como los pañuelos que todos nuestros abuelos se ponen en la bolsa de atrás de los pantalones; o como pedir la mano de la novia a los padres; o como salir a jugar a la calle: sencillamente son cosas del pasado, y que el tiempo ha convertido en irrelevante su función en el mundo.

Paso a paso, los valores han pasado por una serie de filtros, manejados por las nuevas modas y formas de diversión y entretenimiento que el hombre ha consagrado como estilos de vida (erroneamente) relevantes y como puntos de partida para todo aquél que pretenda, si acaso, ser parte de una masa global que funciona casi con un cerebro común; mentes practicamente manejadas consciente y subconscientemente por las tendenc
Un verdadero hombre:

Un verdadero hombre NO es el que más mujeres haya tenido en su cama; un verdadero hombre NO es aquel que es indiferente ante el dolor o el sufrimiento de los demás, aún menos si ese dolor o sufrimiento es provocado concientemente por él; un verdadero hombre NO es aquél que irrespeta a una mujer y que la hace llorar; un verdadero hombre definitivamente NO es aquél que niegue a sus padres o que hable mal de ellos; un verdadero hombre NO es el que se crea mejor que los demás; un verdadero hombre es capaz de volver atrás de algún pensamiento errado, y que tiene la valentía de aceptar que se equivocó y darle una nueva dirección a su camino.

Una verdadera mujer:

Una verdadera mujer NO es aquella que cree que su belleza es su mayor virtud; una verdadera mujer NO es la que que rinde ante las dificultades del mundo; una verdadera mujer NO es la que olvida la importancia de criar a sus hijos; una verdadera mujer NO es la que es indiferente ante sus padres; una verdadera mujer NO irrespeta el amor; una verdadera mujer es aquella que sueña alto y lucha hasta el final; y una verdadera mujer es la que tiene la valentía de aceptar un error, cambiar su forma de pensar y aprender de él para su vida


Todo esto entre muchas otras cosas que se trataron en esta segunda etapa de este blog. Para ser sincero, me pasó por la cabeza la idea de descansar por un tiempo, para refrescar ideas. Llevar los sentimientos a pasear, para que de esta forma se expresen emociones o pensamientos nuevos que me permitan seguir escribiendo.

Pero la verdad es que todavía queda mucho sobre qué hablar. Muchas ideas que desarrollar. Y sea como sea, esta terapia personal se ha convertido en un tipo de terapia grupal, para todos aquellos que sacan su ratito para leer aquellas cosas que le dan a mi cabeza por escribir.

Cuatro paredes:
Escondido en ese sueño estaba aquél conejo que tantas veces seguí por el bosque, y que tantas veces me engañó y me perdió; pero hoy, es ese mismo conejo el que me guía en la ruta incierta y descolorida que me sacará de este lugar olvidado por Dios.

Y el recuerdo de la experiencia vivirá conmigo tatuado en mi piel; y a su vez, tatuaré en estas paredes los sinsabores de mi vida, y que permita de esta forma, salir al que entre a este lugar; y dejaré impregnado de emociones y sentimientos cada ladrillo; y continuaré en mi busca, en mi aprendizaje para volar; espero que también puedas aprender a volar.

Learning to fly!

Recordemos lo más importante. Seguir sonriendo para alegrar el mundo!

Y al final...

...cansado de tanto caminar, pero ligero de tanto dejar, me acosté en la arena. Dormí. Los gritos de doctores y enfermeras tratando de resucitarme se escuchaban a metros de mí, pero poco a poco se fueron acercando. Abrí los ojos, y al lado de la sala de emergencias en la que me encontraba, como asomandose por la ventana tres personajes:

un malabarista, un juglar y un payaso; con una sonrisa que parecía calcada en los tres...


Muchas Gracias!!