jueves, 8 de julio de 2010

Una rima que nace en mi corazón


Y al verte, sentir de nuevo
la sangre que recorre mi cuerpo,
dando gritos de alegría
que completas por siempre, mi vida.

Al sentirte, disfrutar de nuevo
el aire que recorre mi cuerpo,
y poder refrescar el alma
es menester cuando en la vida se ama.

Pero sentir tus labios
es rezar con las manos,
y si escuchas la razón
entenderás a tu corazón.

Mientras tanto camino en la espera
de vivir un futuro cualquiera,
sin importar las cosas que pasen
y entrar por puertas que se abren.

Siento la delicadeza de tu piel
aún acariciando mis manos,
tanto se parece al ayer
aunque ahora seamos extraños.

Y entre las risas del amor
se cuela una ilusión
como cuentos con color
que descansan en un colchón.

Y serás siempre mía
como yo seré tuyo,
siempre dije que te quería
hoy en palabras lo susurro.

Cuando al fin, bajo la lluvia,
pueda sentir la dulzura de tus labios,
será ese momento el más precioso
que la vida me haya dado.

Y en un abrazo te cantaré al oído
recuerdos de un amor vivido,
y en cada estrofa murmuraré
que para siempre te amaré.

Escribiré siempre sobre este amor
que entre las rendijas siempre me dejó,
la satisfacción de soñar contigo
y despertar con la más grande sonrisa.

Grito al destino, los desazones del camino
que se mezclan sin sentido,
quisiera poder tomarte de las manos
y demostrarte cuanto nos amamos.

Dejar plasmado en un beso
los sentimientos de un verso,
y una rima que nace en mi corazón
se acurruca en una sensación.

En las mañanas te buscaré entre las nubes
o en un rayo del sol,
en un reflejo en el mar
o donde escuche tu corazón.

Por la tarde dedicaré mis pensamientos
y a sentir en mi rostro el viento,
por la noche los ojos cerraré
y pensaré ¿hasta cuándo te amaré?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta andres,..me llego profundo