domingo, 18 de marzo de 2012

Para que sueñes conmigo.



Y lo hice. Me senté a escribir, y soñé en tus brazos; dormí. Y la tinta de repente se convirtió en un beso trazado con ternura, con franqueza. Ahí, entre tus labios, guardé un "te quiero" en forma de caricia, con cuidado, para que cada vez que leas, cada párrafo que siga, sea una sonrisa robada, un instante de ilusión; alegría. 

Escribí, y soñé con tu mirada. Quiero robarle al cielo dos estrellas que compitan con tus ojos, y, al final, recitarte un poema al oído; dedicarte la noche, el silencio. Poner trampas entre sílabas que hagan camino a tu corazón; ideas mezcladas con sentimientos; confundir tu miedo con la tranquilidad de un verso que rima. Y me vas a ver, escribiendo sin pensar, solo soñar; soñar sin parar.

Pero al despertar muere de locura el sentimiento; la mañana elimina el recuerdo. Vuelvo al inicio, y sin tener tiempo para reaccionar, me toca inventar nuevas formas de quedarme en tus pensamientos. Cierro los ojos, sueño, despierto y escribo. Y con el impulso de tu mirada pretendo enamorarte de nuevo, sin quejas, para verte reír, para hacerte feliz; imaginando a cada instante las mil formas de que te enamores de mi.  

Por tu sonrisa calcaría mi ilusión en la Luna, y cada noche, cuando busques nuestra estrella, te topes con una sorpresa que te motive; mi sueño escrito en piedra. Y en el canto de unas chicharras necias, en la belleza de un arcoíris, te guardo más que un beso: una historia que nunca olvides.

Quiero encontrarme en tus dudas, perderme en tu tristeza, sanar tus heridas; ponerte a soñar de nuevo. Tengo ilusión para tu felicidad; un par de besos para darte, una vida entera para escribirte y flores que regalarte.

Mientras la tarde se vuelva noche, me encontrarás aquí, escribiendo; suponiendo en estrofas. Y si quieres sentir lo que siento, aquí te dejo mis palabras. Con el tiempo significarán cosas distintas; si lees con cuidado, los detalles se asoman como un beso, a tu mejilla. Al final, solo escribo para que rías, para que sueñes conmigo. Con "nosotros".

Y no importa perder. Importa luchar. Por eso estas palabras no encuentran final, porque no dependen de un resultado. Solo busco acurrucar mi esperanza en tus regazos, y que sientas la diferencia en tu vida. Cuando todo termine, volver a ver para atrás sin importar lo que haya pasado, solo sonreír con la tranquilidad de haber luchado; soñar, y escribir sobre haberte enamorado.



1 comentarios:

Karen Delgado dijo...

Uff!!!! se me erizó la piel!