domingo, 3 de junio de 2012

Mientras duermes.


Fue una mañana cualquiera, recuerdo que un beso perdido se dejó escurrir bajo tus ojos con forma de lágrima, desatino del recuerdo. Y ahí, con el corazón en la mano, te lo dije por última vez. Pero las palabras no cabían, tampoco el nudo en la garganta que, con prepotencia y arrogancia, se convertía en quebranto de voz, herida incómoda. Lloré, como hacía tiempo no lo hacía, pero lloré.

El tiempo, caprichoso, se congelaba por momentos, terco con tus silencios; y yo, perdido sin entender, intentaba leer tus pensamientos. Entonces ahí, disperso entre palabras, fui cosiendo oraciones; comprendí, con el corazón despedazado, que te quería de verdad, que este sueño lo lucho hasta el final. Dolía, igual que duele ahora, pero tuve claro que este cuadro se pinta con amor; una pincelada de paciencia por cada trazo de ternura; una mirada combinando alegría, receta para toda la vida.

Anclado al sentimiento, indispuesto para olvidar, me convenzo de ser fuerte, de seguir mi sueño. Y no importa si no estás cerca, si no te veo, si me alejas o enfrías el sentimiento; yo te quiero cuidar. Por eso perder no significa que te vayas; ganar significa tu sonrisa, el brillo de tus ojos, el impulso que no sabes explicar. Ahí, cuando disfrutes cada momento con la felicidad que te mereces, vas a entender el valor de tanto esfuerzo; vas a ver para atrás con distintos ojos, con mejor criterio y la madurez del tiempo.

Mientras tanto voy a ponerte trampas en el recuerdo; sorpresas con forma de sonrisa. Un detalle capaz de sacarte el aliento y estas palabras que van directo a tu corazón. Aún a la distancia, voy a hacerle nudos a tu tristeza, voy a amarrar sueños a tu mirada; y con la sutileza de una sonrisa te voy a recordar lo que vales, voy a guardar en tu olor el secreto de mi sonrisa y a calcar tu felicidad en las estrellas por la noche. Esto que no es magia tiene forma de verso para tu alma.

Sí, quieres dormir. Lo sé. Voy a hacer silencio en lo que siento. Estas palabras las voy escogiendo mientras te pienso, para dibujar un recuerdo en la memoria. Antes de callar mis emociones por un tiempo, quiero que tengas presente lo que pienso. Duele, duele mucho este momento. Y te sufro por las noches, por las mañanas; te sufro por las tardes. Pero, si en algún rincón de tu corazón guardas un suspiro, una pequeña intención, no esperes a que muera, dale vida, dale fuerza. Duerme pero, si te despiertas a tiempo, no dudes en buscarme, aquí voy estar, cuidándote, esperando que despiertes. 

1 comentarios:

Anónimo dijo...

"Duerme pero, si te despiertas a tiempo, no dudes en buscarme, aquí voy estar, cuidándote, esperando que despiertes".
Esta muy bueno! :)