domingo, 21 de agosto de 2011

A la distancia.


Ahora la distancia se hace física, y construyo puentes con palabras que me permitan llegar a ti, a tú corazón. Quisiera mover el mapa de su sitio y correrme al Norte unos centímetros. Quiero alcanzar la realidad de este sueño que nace, de este sueño que ilusiona. Lo sabes. Lo sé. Porque estas cosas se sienten, se viven, se luchan.

Sí, la distancia se hace física, pero le pongo fuerza a mis intenciones, porque a partir de hoy mi lucha tiene un nuevo rumbo. A pesar de los kilómetros, quiero acariciarte por las noches con la inspiración que me dan tus ojos. No te puedo ver, no te puedo oler; mas el deseo inexplicable de besarte me motiva a de alguna forma alcanzarte. Duerme, y sueña que estamos juntos, como solo en sueños podemos estarlo.

Porque a pesar de que el tiempo vuela, y el destino se entretiene con nuestra historia, sabemos que las probabilidades juegan en nuestra contra. Pero es tan terco el amor, que el corazón se convierte en el lienzo con el que pinto sonrisas en tu rostro. Tan necio este pensamiento de, sin conocerte, sentir que te llevo dentro. Y ahora, mis pensamientos tienen un rostro en fotografía, una imagen paralizada. Solo una voz, una simple voz capaz de motivarme a seguir, a soñar, a pensar y creer.

Quisiera que la lógica hiciera silencio, y las oportunidades abrieran un sendero hacia tus labios. Por ti caminaría kilómetros enteros, por el simple deseo de enamorarte con mis besos. Te escribiría en la piel mil cartas de amor, las que convertiría en realidad cada mañana a tu lado. Pintaría besos en tu frente, dibujaría corazones en tu mente. Quisiera que la lógica hiciera silencio, sin embargo se me complica la noche. Se me complica por no tenerte, por no besarte.

Quiero conocerte, enamorarte. Quiero que de mi vida seas parte. Por eso, y no por otra cosa, te he tatuado en mis pensamientos, en mis descansos. Hipotequé mi sonrisa a la tuya, y mi felicidad esta esposada a tu alegría. Tan poco te conozco y siento que eres mía. Tan poco te conozco y ya te quiero en mi vida. Por eso cierra tus ojos y abre el corazón, tengo un beso que regalarte, tengo una caricia que entregarte.

Cierra tus ojos. Abre el corazón. Que vengo a entregarte mi amor. Mira hacia adelante, no mires hacia atrás. Vengo a compartir mi felicidad. Y si el tiempo ha sido duro y las circunstancias te han lastimado, vengo a cobijar tus heridas, vengo a cambiar tus llantos por sonrisas. Y el dolor, el que te ha robado el tiempo, lo vengo a transformar en fuerza, en intención; una razón más para vivir, para soñar. Sí, soñar. Solo déjame entrar ya. Solo dame la oportunidad.

1 comentarios:

Dame un besito dijo...

La distancia, es un obtaculo que tiene que superar la gran mayoria de relaciones, incluyendome en la lista, hayq eus er pacientes... otra nota que me gusta es Nunca pretendí dejarte olvidada