Tomas aire; yo agarro tu mano, buscando encontrar en tu delicadeza los sonidos que me despiertan. Duermo, y me pierdo en cada instante detrás de un sueño. Pensar que estoy despierto, que me cobijo con tu mirada; despertar con una lágrima y llorar con profunda tristeza. Muchas veces sentí que moría, y te perdía con el desconsuelo de olvidarte.
Mueve tus miedos con torpeza, con ganas de equivocarte, buscando lecciones que se ocultan, que se mezclan con locura. Nunca, en estos años de vida, pude ser capaz de consolar tu sonrisa, para que aprendieras a vivir con dolor, a sufrir con sonrisas. Y entonces, cada día te encuentro donde te pierdes, y te llevo palabras que hablan a tu corazón, como la caricia que nunca diste.
Pero muero, y despierto aturdido en medio de la nostalgia, queriendo ser compañero, queriendo descansar preocupaciones. Y me besas, con tus labios que hacen cosquillas y me desvelan una sonrisa. Apacible, austera, calmada, como tu voz por las mañanas, y ese olor de tu boca, ese olor que me enamora; quiero robar una estrella del cielo y ponerla a brillar en tu camino; quiero pintarte un cuadro con flores eternas, para que cada mañana refresques tus ojos.
Y aunque el tiempo pasa lento, como el viento al soplar, yo entiendo de argumentos válidos, y al menos intento enamorarte con estos versos. Por media hora a tu lado, soy capaz de venderle el cielo a la noche, para que la luna sea tu espejo, para que en el frío, mi abrazo sea tu cobijo. Duerme, para que te acurruques en mis regazos, duerme, para que sueñes con certeza. Por cada meta, una intención que muerde tus entrañas, que te pellizca por las mañanas.
Yo no soy más que párrafos en desorden, pensamientos compartidos. Lo que todos sentimos. Es momento de actuar, dejar las palabras a un lado y olvidar las metáforas. Tal vez duela, y con lágrimas recuerdes el pasado. Aquellos días de magia, de soñar despiertos; de construir castillos en el aire. Hoy nada existe, solo memorias. Por eso quiero que tomes mis manos y te acerques. Quiero que entiendas lo que significas. Por cada beso, un sueño se acerca; y con tu sonrisa, ilusión. Duerme, y sueña. Cobijate con mi mirada...y si lloras con tristeza, tengo para ti una sonrisa enamorada.