sábado, 27 de marzo de 2010

Árboles de Decisión



Siempre que una pequeña empresa o una gigante multinacional pretende analizar las opciones que se tienen para llevar a cabo un cambio en algún aspecto de la misma, los gerentes pueden llevar a cabo árboles de decisiones. Los cuales básicamente consisten en un conjunto de decisiones (de los que tenemos el control) y un conjunto de eventos o estados de la naturaleza (de los que no tenemos control) que se relacionan en forma de "árbol" por sus muchas opciones (ramificaciones).

Lejos de ser un análisis cuantitativo es más que todo un análisis cualitativo de lo que puede esperar la compañía con respecto de las circunstancias que la rodean o podrían rodearla. Un sencillo ejemplo, una empresa puede decidir si mejorar un producto, hacer uno nuevo o no hacer nada. Ahí tenemos tres diferentes decisiones. Las cuales pueden derivar más decisiones o eventos (estos necesitan de probabilidades para determinar las mejores opciones).

Y si nos ponemos a ver un poco la situación, todo en la vida son árboles de decisiones. Concientes o no todos evaluamos decisiones y eventos. Unos más que otros. Pero este tipo de análisis son los que nos hacen tomar quizás las decisiones que creemos ser más acordes a lo que necesita nuestra empresa (nosotros mismos).

Evidentemente llevar a cabo un análisis por árboles de decisión conlleva un costo, y se lleva a cabo con el fin de tomar acciones. No se trata de decir: "ésta es mi mejor opción", se trata de entender las razones verdaderas de por qué es mi mejor opción. Y aún más, una vez se tiene el pleno conocimiento de esto es importante llevar a cabo un plan de acciones concretas que nos permitan actuar, que nos permitan cambiar.

Si una empresa llega a la situación de tener que hacer un árbol de decisión, muy probablemente es porque algo no está saliendo bien o algo podría estar saliendo mejor. Es decir, se pasa por un proceso de identificación y aceptación del problema, para luego decidir el paso a seguir y por último determinar el mejor camino para llegar a la meta, lo cual es obvio que nos lleva a implementar acciones para lograrlo.

Me parece que en la vida es importante hacernos preguntas frecuentemente, para determinar el estado de nuestra empresa más importante. De esta forma, como cuestionario personal e interno, podemos identificar a tiempo nuestros errores y caminar de forma segura hacia el cambio. Cambio que evidentemente nos va hacer tener mayores rendimientos (ser mejores personas).

Por último dejo aquí un ejemplo de la forma de árbol de decisión que se usa en la administración de negocios. Como podemos ver cuando se inicia en un "cuadrado" se trata de una decisión, todo aquello de lo que tenemos control. Y cuando se inicia en un "círculo" son estados de la naturaleza, son posibilidades que se tienen una vez tomada una decisión.



1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esas preguntas que nadie se hace son las que vale la pena hacerse, son las preguntas mas difíciles de responder las que pueden llegar a marcar una diferencia en nuestra vida y en el mundo. Aun sin conocer su respuesta, como muchas veces en la vida lo que importa no es la meta sino el camino... Inclusive recorrer el camino exitosamente podría ser en sí mismo una meta!

Porque realmente no hay camino... se hace camino al andar. Y el mundo es tan increíble que no sabes en que momento vas a encontrar a la vuelta de la esquina algo que cambie completamente tu vida. Es importante evaluar constantemente la nueva información que nos llega para sacarle el mayor provecho posible, la vida nos da siempre las herramientas para ser mejores personas... es cuestión de si tenemos el valor para tomarlas o dejarlas.