jueves, 18 de marzo de 2010

Un Cuento Maravilloso!


Hace unos años me dió por escribir cuentos cortos. Cortos pero que en su longitud dejara algun tipo de idea volando. Como quien dice: dejaba la bola picando en el área. Uno de los que más me gustaron tiene el título de "Un Cuento Maravilloso" y lo escribí en el año 2006. En ese momento estaba en quinto año del colegio. En serio..."time flies".

Para explicar un poco el cuento, tiene que ver con uno(s) de los post(s) que hay antes en este blog, que tratan sobre el tiempo y la velocidad de este. Inicia con un niño repleto de sueños en un mundo donde todo aquello que imagine se cumpliría. De repente con el paso del tiempo, cada vez le cuesta más soñar, y no logra concentrarse en sus pensamientos. El ruido del tiempo no le permite distinguir las palabras de sus deseos más profundos. Termina con ese niño convertido en abuelo luego de dos pestañazos...una vez más..."time flies". Y si no te tomas el tiempo para soñar, un día vas a ver para atrás y van a haber pasado 60 años o más y no lo vas haber notado.

No importa la edad que tengamos, sencillamente no permitamos que nunca nos priven de soñar. Porque soñar es la esperanza de alcanzar una meta y realizarnos como personas.

Aquí les dejo el cuento, y espero que les guste! Como detalle extra, el personaje principal lleva el nombre que quiero ponerle a mi hijo. Y espero algún día poder hacerle un libro de cuentos cortos. Ahora sí, el cuento:

Hola, bienvenido, estás en un cuento ¿sabes?...mira hacia arriba: ¿viste q castillo tan inmenso, tan hermoso?, acabas de crearlo en tu mente, en el preciso momento que lo leíste, porque tu mente realizó extenuantes y muy rápidos procesos para construirlo. Ahora imagínate una inmensa bandera del color que quieras que se pose sobre dicho castillo…luego crea un sonido similar al de unas trompetas, fácil ¿no?


Te tengo una noticia: en este día todo aquello que imagines se hará realidad, éste es tu cuento, tú decides qué hacer, ¡sueña niño!, conviértete en dueño de tus deseos más profundos, convierte tu cuento en un ¡cuento maravilloso!


Aquel niño, cuyo nombre pondremos Santiago, sintió cómo su cabeza comenzó a ser bombardeada por miles de ideas acerca de lo que quería hacer, su mente inocente estaba repleta de esos sueños que cada niño guarda en la superficie de su alma, sueños que los hacen felices y sonrientes. Era momento de comenzar a escribir las páginas de su historia, y con determinada seguridad lo inició, siendo su primer deseo que en el centro de aquél inmenso lugar se creara una fuente muy grande, pero era una especial, hecha para niños, pues en vez de agua, salía chocolate del más delicioso del mundo, pronto arremetió contra la fuente e ingirió cantidades inmensas del delicioso dulce. Cansado y un poco empalagado, siguió pensando en lo que iría a hacer ahora. Tomó la decisión de imaginar que sus amigos llegaron a aquel lugar tan increíble, para así poder disfrutar con ellos de sus deseos. Juntos no esperaron para comenzar a disfrutar de todo, a jugar y divertirse, a soñar sin limites.


Es tan fácil soñar, tan fácil desear. La mente tiene una capacidad increíble pues puede imaginar y hacer realidad todo lo que uno desea, para lo cual solo se necesita fe, seguridad y confianza en uno mismo. Vivir un cuento…o contar una vida, creer en lo que deseamos y hacerlo realidad. Soñar es una puerta alterna que se nos abre en el difícil sendero lleno de espinas que es el camino de la vida. Santiago encontró esa puerta y no dudó en abrirla, él construía su cuento, su sueño…su realidad.


Mientras Santiago caminaba por los gigantes jardines, miró a lo lejos un libro entreabierto, cosa que le resultó extraño, pues en ningún momento él llegó a construirlo en su mente, caminó hacia él y lo abrió; una frase subrayada le llamó la atención y la leyó: “…que toda la vida es sueño y que los sueños, sueños son…”. Santiago quedó pensativo, aquella frase le llegó mucho, le tocó la razón, y cómo no, el corazón. Al dirigirse hacia donde estaban sus amigos notó que poco a poco costaba más imaginar las cosas, y que se hicieran realidad. Se dio cuenta que su “cuento maravilloso” se iba acabando lentamente. El lugar iba desapareciendo, cosas extrañas pasaban y Santiago, inmerso en tristeza y frustración no entendía lo que ocurría. Tal era la desesperación, que no logró concentrarse, estaba perdiendo todo sus sueños por no lograr detenerse un momento y ponerse a pensar qué era lo que realmente quería. Completamente agobiado se sentó en el césped, cerró los ojos un par de segundos, volvió a abrirlos y…


---Abuelo Santiago, mami me compró este collar, esta bonito ¿no?---decía una niñita. Santiago asustado, nervioso y pensativo, respondió:


---Sí…mi amor…está precioso---dijo con voz triste.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobre aquel que deje sus sueños para no tener que alcanzarlos por caminos que no planeó...

Tal y como la materia, o la energía, los sueños están hechos de manera que no se crean (en vez de eso, creo que los descubres) ni se destruyen, solo se transforman... y si se transforman es para que con la imaginación de un niño, pero la madurez y experiencia de un adulto, puedas alcanzarlos.

¿Como dejar de soñar, si hay tanta magia en el mundo? :o)

Isa dijo...

me gusto mucho esta entrada :D todo el blog la verdad...
;)

WENDY dijo...

NUNCA NUNCA dejes de soñar,yo volvi a soñar hace como 11 años cuando comparti mi vida con un hombre de edad pero un niño que nunca deja de soñar eso es maravilloso.