viernes, 16 de abril de 2010

Amigos!


Ni los sueños son capaces de proyectar imágenes de lo que ellos siempre han sido. Son personas que abarrotan mi corazón con la ilusión de un niño al jugar. Y cerca de ellos mi vida sencillamente tiene sentido. Porque vivir en parte es tenerlos conmigo, y ellos me ayudan a ser yo, y yo los ayudo a ser ellos.

Siempre que la derrota o el fracaso abrazan a mis intentos, son todos ellos los que dan impulso a mi corazón para que siga caminando fuerte y alegre; y en mis éxitos comparten la alegría de cada sonrisa conmigo. No hace falta llamarlos, pues su presencia la guardo muy celosamente en el fondo de mi corazón; pues mi vida es hoy diferente gracias a que la grandeza del destino los puso en mi camino.

Y durante cada etapa de mi vida son siempre el actor que nunca falta. Si pudiera dar las gracias infinitas que siento sería como construir lazos de agradecimiento que volaran por los cielos hasta donde juegue la felicidad a correr entre las nubes. Y en cada momento con ellos, mi alma se purifica de gracia, y cada sonrisa y cada conversación y cada apoyo y cada abrazo y cada te quiero quedarán protegidos entre las amarras de mis sentimientos, y cada vez será más grande lo que nos une.

Porque la amistad es en sí un regalo de la vida; un sentimiento que se personifica. Porque amigos se piensan muchos pero se ven pocos. Pero la certeza de saberlos reales es como un suspiro mientras se ve un atardecer; es esa paz que trae de antemano una brisa fría en la mañana, que relaja, que da paz, que reconforta los sentimientos lastimados en el pasado. Un amigo es el sueño que se hace real entre cada sonrisa cuando estoy a su lado; es esa carcajada que desborda de felicidad mi alma.

Hay tantos que viven una eternidad en busca del tesoro perdido; sin reconocer que el tesoro son los amigos que siempre estan al lado de uno. Son esas personas que el destino puso a nuestro lado para que alegrara cada día con su presencia. Personas que en una palabra pueden cambiarnos el rumbo completo hacia la tranquilidad de saberse acompañado en el difícil camino de la vida.

Y cuidar ese tesoro será nuestra misión en la vida, porque un amigo es una pieza de la felicidad. Aprender a caminar cerca de ellos, aprender a valorarlos y a compartir sueños, ilusiones; son parte de las formas para acariciar el rostro de la amistad, y de esa forma llenar ese espacio de nuestro corazón que grita desesperadamente por cariño y compañía.

Conforme sepamos identificar durante el camino a los verdaderos amigos, amigos reales y fieles; es a ellos a quien en la vida les podremos acompañar. Este proceso de identificar es el esencial para poner un escudo de protección a nuestro corazón, para evitar que salga lastimado por amistades que al final no llegaron a cumplir con el requisito mínimo para ser reales.

Y aunque pocos, existen. Y es esa exactamente la caracterísitica de los amigos que los hace más importante en la vida de nosotros. Y al ser tan pocos, cuidarlos se convierte en un trabajo mucho más importante. De esta forma podremos tener ese hombro para llorar; ese compañero para reír; o esa persona para sencillamente compartir los pasos que damos en nuestra vida.



Para todos los que son mis amigos! Estas palabras son inspiradas en cada uno de ustedes.

Y les doy gracias por compartir pinceladas de su vida conmigo; y permitirme compartirles a ustedes pinceladas de la mía!

¡Que nuestros sueños se mezclen hasta la felicidad alcanzar. Y que estemos juntos para el camino disfrutar!



Andrés Obando Sotela

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