lunes, 12 de abril de 2010

Me voy en paz?


No es una situación que quisiera que le pasara a alguien. Sin embargo, sería espantoso morir y dejar algo pendiente. De fijo todos lo hemos pensado en algun momento...o al menos eso creo yo. Me imagino que mañana me muero, y pienso ¿me voy en paz?

Por la propia naturaleza de nosotros como seres humanos, es normal tener roces, diferencias con muchas personas. Evidentemente unas situaciones nos quitan más el sueño que otras. Como ya es sabido, todos aprendemos o entendemos o nos damos cuenta de las cosas cuando situaciones definitivas se nos presentan. Siempre se esperan a que el puente se caiga, cuando es mejor hacerle revisiones preventivas regulares para evitar accidentes.

Bueno, pues cada día debería de existir un momento oportuno donde le demos "pausa" a nuestra vida, y analicemos a nuestro alrededor todas las cosas que estén en conflicto: problemas con los papás, problemas con amigos, disculpas que faltaron, ayuda que no se dió, etc. Es una lista grande de cosas que nos pueden tener un poco sin la paz que necesitamos.

Porque mientras las cosas sigan así todo esta bien. Podemos disimular, inclusive podríamos ser hipócritas con la idea de no tener que enfrentarnos con la situación. Pero, pongamonos en esta situación por más espantosa que sea (lo que no le quita ser una posibilidad): mañana la vida se acaba para nosotros o para la otra persona. Y, evidentemente, no sabemos eso de antemano.

Antes de todo hay que recordar que perdonar es un acto de humildad y de amor. Siempre es mejor tener la satisfacción de saberse haciendo lo correcto. La venganza es una incoherencia siempre (lo cual no quita que todos sintamos deseos de vengarnos); incoherencia porque vengarnos nos convierte en parte de lo que odiamos, lo cual, para mí, no tiene lógica alguna, a menos de que nuestros valores no sean completamente reales sino apariencias de lo que "queremos creer". Como ya había dicho en una entrada en este blog:

Me parece que deberíamos de hacernos un verdadero examen de conciencia. Determinar creencias verdaderas y creencias bajo influencia. Una vez hechas las dos calificaciones definir cuales de las creencias bajo influencia podremos (y ante todo, queremos) pasarlas a la lista de creencias verdaderas. Y de esta forma podemos estar seguros de poder decir, pensar y hacer cosas con una conexión verdadera.
Entonces deberíamos de valorar a las personas que tenemos en nuestra vida. Tener un corazón amable que no lastime a los que nos quieren. Porque al hacer sufrir estamos robando sonrisas; estamos maltratando las manos que nos acarician. Respetar a las personas, cuidarlas, quererlas; a aquél que se haya equivocado con nosotros, perdonarlos; y a aquellos con los que nos hemos equivocado, pedir perdón. Pero hacerlo a tiempo. pues pedir perdón a una tumba no es lo mismo.

El punto entonces es: siempre es un buen momento para pedir perdón y para perdonar. Lo cual nos llevaría a tener la satisfacción de hacer lo correcto, esto nos da paz y tranquilidad en nuestra vida, nos hace personas menos prepotentes y nos permite dormir cada noche sin que la conciencia nos despierte.

Y no lo pensemos mucho. Porque si mañana es muy tarde nos vamos a arrepentir toda una vida!

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