martes, 30 de noviembre de 2010

La vida no es solo vivir.


Me dedico a leer las gotas de la lluvia. Algunos dicen que soy una persona callada; pero no entienden que soy especialista en silencios. Le hago la receta a la felicidad, mezclo tristeza y una que otra verdad. Si supieras las veces que he estado contigo, tal vez lograrías distinguirme entre la multitud.

Visto con la mejor ropa, la calidad la pone mi actitud. Comparto sueños y deseos, convierto oscuridad en tu miedo. Para que de vez en cuando, te toques el pecho, y sientas en la profundiad de tus latidos, el palpitar distintivo del corazón; lo hago latir con pinceladas de emoción.

Unas veces camino a la par tuya, otras tantas te sigo los pasos. Lo importante es descubrir que en tus regazos, se acuesta el secreto de esta vida. Qué pasaría si supieras que siempre has sabido todo. Simplemente no sabes buscar en tu mente.

Si lograras alcanzar con cada intento, una mínima parte de tus metas; si disfrutaras el atardecer como realmente lo merece, tal vez despertarías aún más fuerte, y repleto de sentimientos. Quiero que leas mis labios, que entiendas lo que digo con solo mi mirada, para que nunca te equivoques de ideas. Si pudiera, y solo si pudiera, sembraría en tus labios mis besos, para que cuando estés lejos mío coseches la caricia de mis labios, que abonaré con susurros a tus oídos.

Quizás no he sido tan claro. Tal vez la neblina empaña el retrovisor. O quizás ahora sí me recuerdas, y traes a tu mente las imágenes de todas las veces que cruzamos miradas, sin saber siquiera que nos ibamos a topar. Hoy, después de tantos años, escondo entre tu sonrisa mi felicidad, para encontrarla cada vez que te veo.

Quisiera que supieras que existo, y que siempre he existido. Pero tal vez nunca lo llegues a saber, o al menos entender. Pero de una u otra forma, me siento completo a tu lado. Siento ese calor que da la vida, esa emoción de sentir el viento en tu rostro por las tardes. Daría lo que fuera por sentir el frío de las noches, para calentarme con la cobija de tus brazos, y en dormir en un abrazo que me regalas para descansar.

Volaría hasta tu estrella, para traerte un poquito de luz, que ilumine cada paso que des, y te permita discernir lo bueno de lo malo. Desearía tanto poder coser tus heridas con las palabras que te escibo; quisiera que pudieras leer lo que estas noches te dedico.

Al final, creo que no soy como dicen que soy. Creo que soy como quiero ser, y pienso que soy algo como lo que soñé ser.

Y lo único que importa es cuidar de tí. Entender que la vida no es solo vivir, sino por alguien luchar. Por eso, muero cada segundo que estamos lejos y revivo al ver tus ojos, los que callados me gritan amor. Guardo tus sueños en una bolsa que llevo en mi interior, para que nunca tengas miedo de perderlos. Solo pido que nunca olvides que un día existí, y me recuerdes como el que siempre luchó por ti.

Adiós.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Música.


Mientras escucho la música.
Y parpadean los sonidos.

Sé distinguir entre las notas.
Palabras que me calman.

En cada métrica resuelvo un dilema.
Acuesto en la cama un sentimiento.

Repito en mi mente las corcheas.
Para darle un sonido a mis ideas.

Que concuerden en rimas mis palabras.
Y le den musicalidad a mis versos.

Solo no entiendo algunas cosas.
De las partes donde vienen silencios.

Donde solo el sonido del viento.
Se mezcla entre las cuerdas de un violín.

Y en el fondo.
Las delicadas cuerdas de una guitarra.

Y la acústica de la habitación.
Encarcela el sonido en mis oídos.

Escucha las palabras de un bajo.
Que choca en mi pecho.

Con la letra de la música.
Mezclo recuerdos con esperanzas.

Que al pensar en los sonidos.
Reflejo las promesas del futuro.

Siento, por fin siento.
Que percibo el aliento.

De la música por mis venas.
Las palabras que se cuelan en mi mente.

Poniendo a trabajar mis dudas.
Las que tantas noches me estorban.

Pero, por un instante.
Me imagino sordo de angustias.

Y resiento la pérdida de cordura.
Que es la causa de tanta amargura.

Puentes, coros, solos.
Se sube el volumen de la pieza.

Y con la nota final.
Duermo entre las paredes del silencio.

Para recordar desde ahora y para siempre.
Que el silencio es la música de la mente.

sábado, 27 de noviembre de 2010

De esas donde las estrellas se pasean.


Si tan solo el cansancio reflejara.
Y las nubes no salieran por las mañanas.

Tal vez podria explicarte en palabras.
Tantas cosas que mueren en mis miedos.

Solo una tarde necesitaria.
Para decirte todo lo que te queria.

Y que entendieras por un instante.
La metrica de mi corazón que late.

Pues no hay mejor manera de escribirle al amor.
Que sudando rimas cada momento de pasión.

Juro que le haria cariños a tus sentidos.
Para que refrescaras por un momento a los míos.

Jugar en el zacate y ensuciarnos.
Para revivir los pensamientos que tuvimos.

Mezclar pasados y presentes.
Recordar de este amor lo que sientes.

Saber que una noche cualquiera.
De esas donde las estrellas se pasean.

Podrias encontrar en mis besos lo que buscas.
Refugiar tu dulzura en mis brazos.

Darle respiros de boca a boca.
A este amor que parece morir.

Justo cuando le pierdes sentido.
Te das cuenta que lo hiciste resurgir.

viernes, 26 de noviembre de 2010

El secreto que te hace feliz.


Reparto lágrimas en versos.
Acurruco sueños en rimas.

Me encargo de cosechar pensamientos.
Abonar ideas que motivan.

Dibujo detrás de cuadernos.
Rayo las paredes que me encierran.

Destrozo cimientos a mis miedos.
Para acabar de una vez por todas el dolor.

Soy un cirujano de sensaciones.
Curo heridas escribiendo canciones.

Me dedico por las mañanas a leer el sol.
Para entender las razones del amanecer.

Por algunas tardes me he perdido entre la lluvia.
He tratado de poner a secar el pasado.

Incluso muchas veces desperté de un sueño.
Refrescando mi mente de algún tormento.

Puedes preguntar cuando quieras.
Las razones de todas estas loqueras.

Tal vez no serás capaz de entender.
Que para vivir se necesita querer.

Pues cuando encierras un ave en una jaula.
Le cortas las alas a la imaginación.

Y poco a poco le vas perdiendo el sonido.
Del latir que tienen las ramas con nidos.

Donde una noche, de esas blancas.
Que jugaste con mi corazón a las cartas.

Dejaste en medio de la sala.
El secreto que te hace feliz.

Al leer en tus ojos.
Las palabras de tu mirada.

Quise sembrar en ti.
Un recuerdo eterno.

Para que al final, justo antes de partir.
Me llegues a pensar como yo te pensé en ti.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Aún cuando las nubes lo tapen.


Descanso en la paz que me presta.
Cada instante de una eternidad mezquina.

Pescar en medio del océano.
Los sentimientos que una vez ahogué en mí.

Y pretender limpiarles la arena que ensucia.
Para poder una vez más refrescarme.

Sintiendo tantas cosas que hace tiempo acabaron.
El sufrimiento que me hiciste pasar.

La nostalgia que se baña en el recuerdo.
De aquellos días cuando solo pretendías.

Pero la vida es tan exacta.
Que los sueños con ella se pactan.

Los ideales son tratos con sangre.
Para dedicarle la vida a la muerte.

Y justo en ese último segundo.
Antes de marchar para siempre.

Encender la luz de la consciencia.
Para encandilarle la vista a la mentira.

Porque si dejas olvidado en tus bolsillos.
La razón por la que te despiertas por las mañanas.

Puedes perder el sentido.
Y provocarías un vacío en tu futuro.

Lo importante, al final.
Es que logres sonreír sin parar.

Para que relajes tu rostro.
Lo cures de tanta tristeza.

Te dediques a crecer en espíritu.
El único que se irá contigo.

Dejarás solamente recuerdos.
Pensamientos anclados en las memorias.

Para que de esa forma todos puedan.
Olerte una vez más cuando no estés.

Escuchar tu voz y sentir tu piel.
Una vez más, solo una más.

Por las noches, en el cielo.
Aún cuando las nubes lo tapen.

Brillará una estrella fugaz.
Que pinta tu sonrisa una vez más.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Enredo.


Sin los gustos, los placeres.
De tan inmersos quehaceres.

De aquellos que muchas veces piensan.
Y terminan sin empezar.

Pues concuerdan en la dislexia.
De sentir que pensar es hacer.

En una extraña paradoja.
Donde todo ser que entra se queda afuera.

Jugar a los dados.
En la ruleta rusa de las mentiras.

Pretende que se limpe el alma.
De quién no la cura.

Como encender una vela.
Al soplar su candela.

Investigar en la oscuridad.
La razón de un absurdo.

Siente el que piensa que vive.
Que se ahoga al no poder vivir.

Sin sonreír se toma una fotografía.
La melancolía que dejé partir.

Es un recuerdo de un tiempo que fue.
La nostlagia de algo que acabo.

Pero es tan dócil el que asiente.
Como aquél que no desmiente.

Culpable de la pena.
Por mero conocimiento del delito.

Si sonrojaras la vergüenza.
Del conocimiento propio.

Y escucharas la gran burla.
Que se estresa en tu mente.

Tal vez pensarías que cambiar no es todavía.
Una idea que se interna, y se duerme en el desván.

Cuñas de pinceles perdidos.
Los que una vez sirvieron de adorno.

Hoy se descobija una idea que enreda.
Para hacerte pensar en los días que te quedan.

martes, 23 de noviembre de 2010

A pesar de todo.


Como no sentir el calor de tus manos.
Cuando cansadas arrebatan suspiros.

El destino se ha comportado esquivo.
Golpeador y sin sentido.

Que más quisiera esta noche.
Recolectar luciérnagas para iluminarte.

Y que en medio de tanta oscuridad.
Logres encender esa llama de espiritualidad.

Sobrellevar entre tus miedos.
El peso de una palabra que nunca se dijo.

Aquella frase que silenciaste en la mesa de noche.
La que te permite seguir aunque el pasado te destroce.

Porque sentiste que era lo mejor.
Alejar por siempre de tu vida el dolor.

No pensaste en lo que podía llegar a pasar.
Nunca te lo llegaste a imaginar.

Y escuchaste las historias que contaban.
Allá en tu tierra donde los árboles cantaban.

Escuchaste los gritos de la vida encarcelada.
Corriste, como siempre enamorada.

De una persona que apuró tu tristeza.
Acompañó al llanto con toda certeza.

A pesar de todo.
Te sientes solo.

Desamparado en medio de la compañía.
Pues llegaste a pensar que alguien te entendía.

No basta pretender para realmente estar.
Se necesita el coraje de aprender a afrontar.

Las heridas que vamos cometiendo.
Son las lecciones que vamos aprendiendo.

Pero si no tomas los apuntes necesarios.
Puedes pecar de olvidar el abecedario.

Y entre las palabras del perdón.
Se esconderá una razón.

Un motivo incierto.
Que te mantiene despierto.

Una voz que susurra.
Que evade la bulla.

Solo tú decides escucharla.
Para algún día, a tu vida aplicarla.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Camino.


Camino, me arrastro, busco.
Encuentro y escondo lo que voy aprendiendo.

Dejo caer los sentidos.
Los mismos que me tienen perdido.

Tantas curvas que se mezclan en el infinito.
La nostalgia de un destino esquivo.

Me permito coquetear con la locura.
Para enterrar al fin mi cordura.

Solo de esta forma puedo imaginar.
Que algún día llegaré a encontrar.

El secreto que amarra mi vida.
En medio de tanta apatía.

Un día desperté, mirando a mi alrededor.
Escuché la paz que dormía en mi interior.

Recorriendo con mis pies desnudos.
La delicadeza del zacate en medio del bosque.

Suena como canciones para dormir.
El increíble sonido del viento al vivir.

Rebotando con el agua del río.
El que calmado evade al olvido.

Sentir la caricia de un rayo de sol.
Es como pintar una sonrisa con su calor.

Y el brillo de mis ojos, reflejando felicidad.
Es la más extraña historia que tengo por contar.

De aquellos días cuando creí conocer.
Hoy conozco sin regaños, pues he aprendido a aprender.

Que detrás del cielo nublado.
Se encuentra la chispa que te mantiene ocupado.

Cuando juras que te encuentras.
Te das cuenta que te pierdes.

Y justo cuando te pierdes.
Te das cuenta que te encontraste.

Porque de eso se trata, al final de cuentas.
De vivir para aprender, y mirar las estrellas.

Pues en las noches, esa estrella fugaz.
Guarda en su estela un secreto capaz.

De hacerte sentir que has vivido sin encontrar.
La más absurda idea, justo antes de marchar.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Sin permitir que te arrebaten tus metas.


Como arrancar las heridas que nunca estuvieron.
Pretender que en todas esas tardes te olvido.

Idear la estrategia para cansar a la torpeza.
Convertir mi secreto en una linda sorpresa.

Darle pintura al cuadro.
Para que de una vez por todas te refresques.

Le limpies la lágrima a tu rostro.
Y nunca te canses de volar muy alto.

Sin permitir que te arrebaten tus metas.
O empañen el espejo de tu pasado.

Porque cada tropiezo en este sendero.
Se ha convertido en una lección de la vida.

Quisiera ser un poco más lento.
Para tener la calma que se necesita.

En momentos donde me vuelvo más terco.
Es cuando me siento más vulnerable.

Sin aspirar a ser dueño de pasiones.
Solo quiero que me regales mil emociones.

Vivir cada instante como siempre lo quise.
Cerrando los ojos cuando respiras en mi cuello.

Porque por tus ojos entra el amor.
Que nace del más lindo sistema del corazón.

Pues en las tardes, cuando el sol se va.
Vienes tú para calentar mi noche.

Ser la luz que guía mis pasos en la oscuridad.
La que se deslumbra entre tanta humildad.

Acompáñame a sonreir con ternura.
Para regalarle al sueño mi cordura.

Pues a tu lado estoy dispuesto a dejarlo todo.
Hasta el más profundo sentido de la razón.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Ser del dolor lo que se borra.


En cada esquina del dolor
cada rincón del placer,
nace un nuevo amor
que se tiñe en tu piel.

Por tantos veranos te busqué
para calentar el frío,
un cobijo que imaginé
olvidado a un lado del camino.

Y sentí la posible esperanza
de hacerme dueño de tus besos,
respirar en la añoranza
de curar todos tus miedos.

Poder de una vez por todas
compartir el alivio que esperas,
para llenarte la vida de historias
luchar porque un día me quieras.

Desearía tanto vivir en tu corazón
dormir en el sillón de tu memoria,
llenar cada instante de emoción
ser del dolor lo que se borra.

Calcular la suma de las estrellas
para verte brillar en la oscuridad
que elimines todas mis penas
y las conviertas en mi eterna felicidad.

Sin pretender que la vida sea justa
ni que las maniobras se comprendan,
solo quiero que nuestro amor se luzca
y que los dolores se reprendan.

Como en una fogata
donde el fuego crece,
una intención extraña
que el tiempo desmiente.

No cabe más espera
que desespera en la incertidumbre,
de no saber si se esmera
o si recae en la costumbre.

Para más enredos que las contradicciones
se cambian traiciones por consideraciones,
en medio de tantas terminaciones
me gustaría contarte algunas situaciones.

Pero en este caso llego al final
pretendo dejarte pensar,
para que algún día no dudes analizar
y definitivamente cambiar.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Cambios.


Tal vez una de las partes más difíciles de la vida son los cambios. Sean para bien o para mal al principio los rechazamos totalmente. Algunas veces sin aparente explicación, y otras tantas veces con completa razón. Claro, para cada uno, existen razones válidas únicas. Lo que para mí es importante, tal vez para usted no lo sea.

Cuando nos enfrentamos a un cambio impirtante en la vida, caemos en el círculo vicioso de la memoria, los recuerdos. Todo aquello que nos fue aferrando de gran manera a ese "algo" que esta por cambiar. Ese "algo" es absolutamente cualquier cosa; desde una pareja, hasta un peluche de la infancia el cual pretendemos dejar a un lado.

Es importante no centrarnos en el pasado de la forma en que sentimos que nada nunca va a ser mejor; pensar que lo mejor ya pasó es una peligrosa forma de llevar la vida, pues de esa forma existirían pocas razones para ir viviendo poco a poco. Hay que tener muy claro que la vida, a pesar de cada vez complicarse más, va teniendo esos respiros cada vez más profundos y completos, que llenan de vida nuestro entusiasmo por seguir adelante a pesa de lo que esté pasando.

Siempre existe un mejor mañana. Y tenemos que partir de este pensamiento para lograr mantener la cordura en medio de tantos locos. No sé si eso será vivir el día a día o no, pero si en este punto de mi vida yo he definido que mi puerta de escape es un mejor mañana, prefiero curar mis heridas de hoy de esa forma, antes que tomar decisiones absurdas y precipitadas de las que me pueda arrepentir en el mediano plazo.

Por supuesto, si hubieran inventado una cura para el dolor, habría una persona asquerosamente millonaria en este mundo por esa razón; pero no es así, y nos toca a cada uno buscar esa forma de ir solucionando nuestros problemas en el día a día, para sacarles ventaja aprendiendo de ellos y para salir de cada conflicto fortalecido. Así, y solo así podremos mantenernos en línea recta en el camino de baldosas amarillas.

Cambios siempre habrán. Son como ese tipo de constantes en la vida de todas las personas. Son situaciones que no podemos controlar pero que por supuesto podemos manejar y sobrepasar. Como seres humanos, somos animales de costumbres, y poco a poco nos adaptamos al cambio. El detalle importante recae en la actitud que tengamos ante cualquier eventualidad.

De ahí que la actitud es un aspecto clave en este proceso de sobrepasar un cambio. En definitiva la actitud define el estado de ánimo y la forma en que afrontemos cada problema. Al fin y al cabo los momentos malos pasan, y llegan momentos buenos...y el dolor de los momentos malos aumenta la sensación de felicidad de los momentos buenos.

Ánimos!

Learning to Fly!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Para que juntos aprendamos a jugar.


Ni tan caliente que me queme.
Ni tan frío que me duela.

Pedir los medios es como hablar para adentro.
Como arrinconar un pensamiento vencido.

Como tratar de encender una candela soplando.
E iluminar los pasillos que se encuentran oscuros.

Ven, acércate a este lugar.
Para que juntos aprendamos a jugar.

Se trata de un juego normal.
Con sus reglas, nada especial.

Se trata de cuidar el corazón de una mujer.
Ante todo nunca lo dejes caer.

Serán tus ojos y tu mente.
Será todo lo que tengas presente.

En las tardes, las mañanas, por las noches también.
Es cuestión de con ella aprender.

A encontrar la dirección en cada instante.
Eliminar todo lo que sea angustiante.

Contarás con besos para mantener vivo el corazón.
Caricias para llenarlo de ilusión.

No podrás mentir, ni pecar con excusas.
No podrás lastimar, ni mucho menos maltratar.

Porque en cada centímetro de su cuerpo.
Nace el alimento de la vida.

Es el ser más perfecto.
Y a la vez tan repleto de errores.

Aprenderás a crecer juntos.
Caminar de la mano.

Viendo los carros pasar por las tardes.
Recordarle ese amor tan perfecto.

Aunque ella no recuerde nada.
Su corazón sentirá tu memoria.

Por eso, nunca la dejarás sola.
Serás su ángel de la guarda.

Para que de esa forma.
Te conviertas en una realidad.

Una ilusión completada.
Un sueño cumplido.

martes, 16 de noviembre de 2010

Te compro la estela de un cometa.


Maquillando cada día mis sueños.
Para evitar que pierdan su forma.

Recuerdo aquellas tardes de invierno.
Donde la lluvia refrescaba mi cuerpo.

Jugar era vivir.
Y ahora la vida se empeña en matarme.

Con cada movimiento sin pensar.
Muere un impulso que nunca existió.

Me entretengo tantas noches.
Cuando le pongo nombres a las estrellas.

Me hago dueño del universo.
Y te compro la estela de un cometa.

Para que guardes en tu mesa de noche.
La luz brillante del manto estelar.

Y te cobijes siempre con mi memoria.
Que te dé calor por las noches tan frías.

Ni el tiempo ni la distancia.
Serán mayor obstáculo para el amor.

Ni el universo entero, ni los polos opuestos.
Podrán con este sentimiento que tengo.

Podrá morir tu cuerpo, pero vivirás en mis recuerdos.
Y te seguiré llevando el desayuno a la cama.

Te seguiré acariciando por las noches antes de dormir.
Te cobijaré cuando tiembles el frío.

Saldremos a caminar todos los días al amanecer.
Para recibir al sol de la mano.

En las tardes de los sábados alquilaremos películas.
Para verlas tirados en la cama todo el día.

Un helado que refresque nuestro amor.
Un abrazo que mantenga la llama y la emoción.

De un corazón que late sin parar.
Un amor que no tiene final.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Una noche nueva, una noche diferente.

Saboreo la frescura de la novedad.
Ese dulce a sorpresa que me invade.

El caramelo de la incertidumbre.
Que mezcla sentimientos en el estómago.

Una noche nueva, una noche diferente.
Un sueño que pesa, una historia que pasa.

Un camino que cambia de rumbo.
Una sensación extraña.

Quisiera calcar el sentimiento.
Y que salga impreso en palabras.

Desearía tanto poder expresar el laberinto.
Donde se pierden buscando la salida.

Todos mis pensamientos más cuerdos.
Le subo los ruedos a mi consciencia.

Para mantenerme con sentido.
En esta ruta que parece incierta.

No perder el norte, ni rebuscar lo perdido.
Que después de tanto, olvido lo que recuerdo.

Poco a mucho, como un río.
Que nace en montaña.

Muere en el mar.
Y se acostumbra a esta rutina sin dudar.

Cuando camino por el barro.
Me ensucio la razón.

Y cada decisión se vuelve densa.
Se nubla cada fragmento de información.

Se vuelve inútil seguir las estrellas.
Las que se borran por las mañanas.

No puedo caminar solo de noche.
Me pierdo en medio de la nada.

Aunque tenga definido el destino.
Solo siento que me encuentro perdido.

Si te pidiera que me ayudaras a encontrarme.
¿Me ayudarías esta tarde a lograrlo?

sábado, 13 de noviembre de 2010

Justo como hoy, y aquí estás.


Hoy, igual que otros días.
Vengo a decirte muchas cosas que siento.

Tantas conversaciones.
Tantas discusiones.

El sueño extraño de un ideal que quiero.
O tal vez simplemente pedir lo que merezco.

Por momentos siento que me escuchas.
Que eres mucho más que una intención.

Más que una linda ilusión.
O que una simple traición.

Porque cada vez que te hablo.
Me siento escuchado.

Como pocas veces lo he sentido.
Como pocas veces lo he querido.

Y en los peores momentos, sacas un rato para mí.
Te dedicas a escuchar mis necedades.

Con paciencia, con tranquilidad, con emoción.
Te he visto actuar muchas veces.

En mí, y en muchas otras personas.
Que, como yo, acuden a tí.

Para no sentirnos solos.
No volvernos locos.

Poder confiar en la fe de algo más allá.
Un mundo de bendiciones donde descansar.

Siento, muy dentro de mí.
Que tienes las mejores intenciones del mundo.

Y buscas siempre la manera de complacernos a cada instante.
Sacarnos sonrisas que empacamos en cajas de tristeza.

Y nadie más que tú me da la paz que necesito.
Aún en los peores momentos de mi vida.

Justo como hoy, y lo sabes.
Justo como hoy, y aquí estás.

A mi lado una vez más.
Cerca mío hasta el final.

Por eso, y por muchas cosas más.
Quiero que sepas que te agradezco.

Espero ser siempre un instrumento de tus obras.
Bendecir la vida de muchas personas.

Y con toda la humildad te pido.
Nunca me dejes solo en la vida.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Tomar decisiones que cambian la vida.


Cerrar los ojos.
Dormir tan profundo que no distingas sonidos.

Ni el amanecer, ni la tormenta.
Nada que nos despierte de tan intenso descanso.

Solo una tenue preocupación.
Que mantiene alerta a tu corazón.

No sabes realmente qué hacer.
Tomar decisiones que cambian la vida.

Elegir entre dos cosas que quieres.
Con todas las ganas del mundo.

Perder lo que deseas.
Ganar lo que necesitas.

Luchar cada día.
Vencer tus miedos.

Coleccionar las victorias.
Desechar las derrotas.

Comer del plato del orgullo.
Sentir el espíritu lleno.

Porque al final de cada día.
Vale más poder dormir en paz.

Y sentir con la certeza de una persona humilde.
Que cada cosa que hacemos es la mejor opción.

Cuando no lastimas a nadie.
Y no te faltas a ti mismo.

Te conviertes en un instrumento perfecto.
Para hacer el bien en el mundo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Solo quiero que esto acabe.


Como el que acostumbra a pedir descuentos.
Y colecciona todos los recuerdos.

De la vida mucho se dice.
Tanto han dicho quienes ya les queda poco.

Qué tanto pudiera todo cambiar.
Si supieramos lo que llegará a pasar.

Qué tantas cosas dejarían de ser igual.
Para mejorar aunque sea un poco más.

Si tan solo vieramos al mundo.
Con los ojos de una persona mayor.

Y tuvieramos la increíble oportunidad.
De no lastimar a quienes nunca lo merecieron.

Volver el tiempo para arreglar los errores.
Corregir los renglones torcidos.

Colorear dentro del márgen.
Disfrutar sin ensuciarnos.

O tal vez.
Solo tal vez.

Dejar todo sin importancia.
Dejar de vivir tan acelerados.

Solo disfrutar la brisa del mar.
y sonreír aunque no exista razón.

Solo quiero que esto acabe.
Y se convierta todo en una extraña pesadilla.

Despertar sin ningún moretón.
Solo poder respirar en paz.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cocinarte el futuro a tu gusto.


Es como compartir los ideales.
Desatar en medio de la paz una tormenta.

Tomarle fotos al descaro sonriendo con la ironía.
Como en este mundo cualquier cosa es posible.

De renovadas energías se empaña el cielo.
Que lucha por crecer aún en la agonía.

Destapar de un frasco al caos.
Para convertir todo esto en un dolor.

Y ver en ese momento cada una de las reacciones.
Pensamientos y acciones instantáneas.

Que se van convirtiendo en coaliciones.
Fusiones de una liviana promesa.

Cuando hablé a tus oídos.
Por medio del corazón.

Solo quise besar tus sentidos.
Y enamorarte con ilusión.

Para una mañana no muy lejana.
Abrir mis ojos y verte a mi lado.

Acariciarte el rostro con un beso.
Preparar tu desayuno favorito.

Cocinarte el futuro a tu gusto.
Y regalarte mi sonrisa para la eternidad.

Así siempre tendrás una alegría por la que vivir.
Razones que nunca pasan de más.

Podría incluso escapar contigo.
Correr a cualquier rincón del mundo.

Donde no existiera sentido ni motivación.
Para robarle a la vida emoción.

Conocer en tus ojos los más lindos paisajes.
Y saborear con tus labios un amor perfecto.

En la eternidad de lo intenso.
Un fondo masoquista que se muestra.

Y haciendole caso omiso.
Me convierto en todo un autista.

Pero a tu lado, ¿qué más da?
Si tu sonrisa me regala paz.

martes, 9 de noviembre de 2010

Deletrearle al viento nuestras convicciones.


Busco y no encuentro lo que perdí.
En medio de tanto alboroto.

Tantas luces encendidas.
Tantas rosas que se marchitan.

Y nadie disfruta un solo instante en este lugar.
En un continuo caos sin final.

Cada incoherencia, cada injusticia.
Se hace dueño del mundo la avaricia.

Pensar que todos somos idénticos.
Que no existe un sentimiento colectivo.

Darnos cuenta que la cura de todo este mal.
Esta aquí en este mismo lugar.

Tan solo basta volver los ojos para atrás.
Recordar tantas cosas que compartimos.

Los recuerdos que son iguales.
Sin importar las clases sociales.

Sería muy difícil pretender cambiar.
Las mentalidades de los que han logrado triunfar.

Pero poner en remojo nuestras acciones.
Y deletrearle al viento nuestras convicciones.

Deberían de ser una constante en nuestra vida.
Para ser personas con un poco más de consideración.

Resaltarle a nuestra vida el humanismo.
Para al fin ser unos con el mundo.

Dejar a un lado nuestras diferencias.
Las mismas que nunca han existido.

Crear un corazón inmenso.
Que cubra a cada persona con un beso.

Vivir al final de cuentas.
En un paraíso donde a ti mismo te encuentras.

Parpadear por un instante.
Y al abrir los ojos soñar en grande.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Detrás de esa mirada fría y sin emoción.


No veo la sonrisa que se esconde.
Detrás de esa mirada fría y sin emoción.

No logro sentir el calor de tus besos.
Ni la brisa por la mañana.

Pocas cosas he saboreado tan mal.
Como la derrota de no tener tu amor.

Y a pesar de que tanto lo he intentado.
Solo golpes se lleva mi corazón.

Trato de recobrar las energías.
Para llenarte el día de alegrías.

Pero es más díficil hacerte entrar en razón.
Más difícil que justificar tu extraña condición.

Pues entre la neblina muchas tardes me oculté.
Para verte en silencio mientras reías.

Cuando le sonreías a un hermoso atardecer.
Te imaginaba acurrucada en mis regazos.

No quise muchas veces entender.
O sencillamente ignoré las señales.

De tantas veces que demostraste la indiferencia.
Que hoy nos ha separado del camino.

Por eso, hoy simplemente quiero decir.
Unas pocas palabras que te acompañen.

Y nunca olvides que pasé por tu vida.
Y que en algún momento me llegaste amar.

Espero que recuerdes esta linda memoria.
Y no permitas que me llegues a olvidar.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Tal vez algún día, no muy lejano.


Visito cada noche nublada.
Aquél lugar extraño que hace un tiempo conocí.

Ahí escondo los miedos.
Que tantas veces sentí por tí.

Trato de jugar con las ramas del suelo.
Imaginar que nada ha cambiado.

Sentir por un instante la paz en un lago.
Descansando mi cabeza en el zacate.

Escuchando la brisa cantar con los pinos.
Y sentir el calor del sol como calienta mi cuerpo.

He tenido la sensación de nunca abandonar este lugar.
Pasarme a vivir a un mundo racional.

Donde amar no tenga nada que ver con sufrir.
Donde un beso no se responda con una traición.

Donde la lealtad sea el pan de cada día.
Y la solidaridad se respire en todo lado.

Quisiera contarte bien sobre este lugar.
Para que tú también lo llegues a amar.

Tal vez algún día, no muy lejano.
Decidas acompañarme a vivir esta emoción.

De sonreír sin miedo a volver a sufrir.
Y volar cada tarde al lado de las estrellas.

Llenarse las manos del aire más puro.
Combatiendo en cada momento al dolor del pasado.

Si tan solo este mundo fuera el de todos.
Viviríamos enamorados de la vida.

Sin sentirnos golpeados noche y día.
Sin sentir que no calzamos en esta pequeña aventura.

Por eso te dedico a tí este cuento.
Pues en estrofas me explico de una mejor forma.

Nunca dejes de tener presente.
Que nunca te logro sacar de mi mente.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Una rima que suena lento.


Cómo daría cada segundo de mi vida.
Por intentar al menos pintar una sonrisa.

Haría tantos truques por colores.
Por sueños e intenciones.

Le daría impulso a tus luchas.
Deseando en lo más profundo conocerte.

Llegar algún día ser esa persona por la que te alegras.
Y en cada segundo, cada pensamiento te desborda.

Tantas lágrimas que se escurren.
Los recuerdos se ahogan en tu mirada.

La cercanía de mi corazón con el tuyo.
Sería la más linda obra de teatro.

Donde el actor sea este amor tan perfecto.
Y la trama una historia que construimos.

Somos arquitectos del futuro.
Hacemos planos donde explicamos los detalles.

Usamos la guía de la vida.
Para en cada paso convertir sopresas en esperanzas.

Juntos, de la manos.
Caminando por la arena.

Sintiendo y cantando.
La alegría de estar juntos.

Cosiendo cada herida y sellando cicatrices.
Cumpliendo metas y alcanzando fronteras.

Eliminar las manchas que empañan nuestro amor.
Enjuagar mis pensamientos.

Renovar el amor que nos tenemos.
Llenar de incertidumbre cada momento que compartimos.

Por eso, al final de cada cuento.
Una rima que suena lento.

Para que escuches en esta canción.
Los latidos de mi enamorado corazón.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Del suelo en que nacen las estrellas.


Vació de colores transparentes.
Lágrimas que se mezclan en la lluvia.

Dibujos que se hunden en el viento.
Caricias que desaparecen en la orilla.

Sonrisas que se pintan de colores.
Brisas que visten emociones.

Del suelo en que nacen las estrellas.
Entierro mis más fuertes dolores.

Para perder de esta forma las mentiras.
Que me engañan en medio de todas estas líneas.

Y en cascadas de ríos que gritan en las montañas.
Tomo fuerzas para curar tus heridas.

Pasando en cada beso el alivio.
Y en cada palabra descobijo a la felicidad.

Si pudiera quemar al recuerdo.
E inundar de olvido mi memoria.

Sería más sencillo abrirte mi corazón.
Para que juntos escribieramos esta historia.

Justo cuando el sol se pinta de anaranjado.
Las estrellas tiritan de emoción.

La luna absorbe la energía.
Y por las noches puedes ver tu camino.

De esta forma en un inmenso bosque.
Donde escondí hace un tiempo a mi amor.

Se ensanchan los caminos del destino.
Que pretenden guiarte hacia la libertad.

Recuerda que siempre tendrás contigo.
El cariño que sembré una tarde de Febrero.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El sonido de la lluvia por la noche.


El sonido de la lluvia por la noche.
Refresca y baña de cordura mi razón.

Es una limpieza necesaria.
Para los sentidos y la emoción.

Rezar cansado por la madrugada.
Pedir a Dios misericordia y justicia.

Acurrucarme en la sábanas que me dan calor.
Tranquilizando en mi mente a los pensamientos.

Intentando por más difícil que sea alejar las dudas.
Los miedos, ataduras.

Maquillar cien sonrisas para la mañana.
Y al salir al sol el cuerpo se reconforte.

Liberar las ansias y la angustia.
Cambiarle el sentido a las palabras.

Opacar con tus ojos mi tristeza.
Cobrar por cada lágrima que me salga.

Disfrutar cada instante de esta mentira.
Que en un abrir y cerrar de ojos puede cambiar.

Carcome el sentido de la paz.
Se borra todo latido del corazón.

Sin sentir ni pensar por unos segundos.
Que cuando duermo tengo pesadillas.

De un mañana incierto, como siempre.
Que tambalea los cimientos de mi vida.

En cada día una nueva mala noticia.
La injusticia que no deja descansar.

Absorbiendo del sol todo el calor.
Para agarrarme el día que todo sea dolor.

martes, 2 de noviembre de 2010

Soñando con cada instante a tu lado.


Robar estrellas que voy a usar para iluminar mi camino.
Pedir prestada una sonrisa para regalarte alegría.

Escapar de tu memoria.
Para imprimirme por siempre en tu corazón.

Dibujar en el agua tu rostro.
Compartir por siempre mis abrazos.

Rayarle el espejo al retrovisor.
Para nunca más volver a ver hacia atrás.

Empañarle el vidrio al dolor.
Y que nunca pueda encontrarnos.

Escribir poemas de amor.
Dedicarte las rimas que le robo a la imaginación.

Sembrar en tus ojos el futuro.
Para que algún día puedas ver el mañana.

Y disfrutes desde ya.
La felicidad que te tengo preparada.

Como gritarle en el oído al destino.
Para que vuelva su mirada hacia nosotros.

Así me siento en estas tardes de lluvia.
Cuando pienso que esto va teniendo sentido.

De todas formas en cada paso, un respiro.
Que llena mis pulmones con tu impulso.

Me libero del herrumbre en mi pecho.
Lavando mi corazón con tus besos.

Conversando por las noches con el viento.
Para que por las mañana te despierte mi caricia.

Soñando con cada instante a tu lado.
La receta que me ha tenido enamorado.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Aunque.


Ya he dicho tantas veces en medio de tormentas.
Que cuando más llueve, más brillará el sol.

Por más tardes sin cobijas.
Y más noches sin descanso.

A pesar de que la vida muchas veces vacile.
Y dude los movimientos que nos definen.

Sin importar cuántas lágrimas escapen.
Ni pensando en la calma de un viaje.

Conforme vayamos caminando.
Descubriendo secretos del destino.

Mientras sigamos esa guía.
Que le da forma a nuestras ideas.

Sin justificar ni errores ni miedos.
Tristezas que se van enterrando.

Por más que muchas veces caigamos.
Y nos cueste cada vez más levantarnos.

Sería cruel dejar pretender escapar.
Desaparecer de un sueño sin saber.

Realmente el significado de cada detalle en por entender.
Como la fantasía que hay en los cuentos.

Como las rimas que hay en los versos.
La que acomodo muchas veces para que oigas la música.

Que sale de vez en cuando de cada estrofa.
Que se esconde para que la busques en un cuento.

Por eso, aunque las nubes tapen el cielo.
Y el llanto nos ahogue el deseo de seguir.

Aunque parezca que ya no hay por donde.
Y sea difícil dar el siguiente paso.

Aunque creas que lo has dado todo.
Sigue luchando hasta morir.

Aprendiendo de cada error para vivir.
Sonriendo en cada mañana.

Disfrutando la soledad de una noche callada.
Y la oscuridad que compartes con la almohada.

Pues llegará el día en que te sientas orgulloso.
Al encontrar en tí al regalo más precioso.