miércoles, 10 de noviembre de 2010

Cocinarte el futuro a tu gusto.


Es como compartir los ideales.
Desatar en medio de la paz una tormenta.

Tomarle fotos al descaro sonriendo con la ironía.
Como en este mundo cualquier cosa es posible.

De renovadas energías se empaña el cielo.
Que lucha por crecer aún en la agonía.

Destapar de un frasco al caos.
Para convertir todo esto en un dolor.

Y ver en ese momento cada una de las reacciones.
Pensamientos y acciones instantáneas.

Que se van convirtiendo en coaliciones.
Fusiones de una liviana promesa.

Cuando hablé a tus oídos.
Por medio del corazón.

Solo quise besar tus sentidos.
Y enamorarte con ilusión.

Para una mañana no muy lejana.
Abrir mis ojos y verte a mi lado.

Acariciarte el rostro con un beso.
Preparar tu desayuno favorito.

Cocinarte el futuro a tu gusto.
Y regalarte mi sonrisa para la eternidad.

Así siempre tendrás una alegría por la que vivir.
Razones que nunca pasan de más.

Podría incluso escapar contigo.
Correr a cualquier rincón del mundo.

Donde no existiera sentido ni motivación.
Para robarle a la vida emoción.

Conocer en tus ojos los más lindos paisajes.
Y saborear con tus labios un amor perfecto.

En la eternidad de lo intenso.
Un fondo masoquista que se muestra.

Y haciendole caso omiso.
Me convierto en todo un autista.

Pero a tu lado, ¿qué más da?
Si tu sonrisa me regala paz.

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