viernes, 21 de enero de 2011

Pretendo no saber lo que sé que debo saber.


Sola la canción que barre ausencias.
El silencio del dolor se escucha.

Los pinceles del lindo cuadro.
El que encierra de tu mundo, un bocado.

Quiero, siento, respiro lo que tengo.
Dormir en la salida de tu estrés.

Voy de un lado a otro.
Buscando un regalo en tu rostro.

Es fácil toparse entre las hojas secas.
A los que sueñan con soñar sobre las olas.

Las tardes, las noches; quebrantos del corazón.
Es el reflejo de dolor que esconde una mirada.

Sin cuestionar los motivos de la tristeza.
Que carcome el espíritu y la nobleza.

He imaginado otras razones.
Otras formas de jugar.

Y me he encontrado con las respuestas.
Que hace un tiempo me hacían llorar.

No depende del tonto, su suerte.
Sino del que con mañas secuestra inteligencia.

Le pongo nombres a las estrellas.
Para entender la vida y sus rarezas.

Cuando creo algo, se pierde.
Cuando siento algo, se duerme.

Y sin saber que sé lo que tengo que saber.
Pretendo no saber, lo que sé que debo saber.

Ahogo pensamientos que lastiman mi alma.
Cambio paradigmas por el descanso en mi cama.

Como quien piensa que vivir es luchar.
Y daría todo por amor entregar.

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