Busco y espero.
Encontrarte en el reflejo.
En las escaleras, en las esquinas.
En el armario, en la cocina.
Cada centímetro de este lugar.
Cada detalle que dejas pasar.
Es una memoria, un recuerdo.
De todos los años que compartimos juntos.
Los sueños alcanzados.
Y lo que quedaron sin cumplir.
Cada beso arrebatado.
Cada lágrima perdida.
La triste manera de ver el mundo sin ti.
La nostalgia que me acompaña constantemente.
Los tormentos de tu presencia incierta.
La certeza de que no estás a mi lado.
La duda de si el reflejo es tu rostro.
O una simple idea de una mente golpeada.
Cada verso es una rima a tus ojos.
Las palabras juegan a dibujar tus labios.
Siento que duermen en mi.
Los sentimientos que un día nacieron por ti.
Guardo en los bolsillos de mi corazón.
Todo el amor que me has hecho sentir.
Inclusive ahora, que ya no estás.
Comprendo que te quedaste aquí, a mi lado.
Y serás tú, y nadie más.
Quien me reciba al partir.
Por eso, aquella tarde.
Cuando te miré a los ojos por última vez.
Te dije hasta luego.
Porque siempre supe que te volveria a ver.
Y ahora, en mis últimos momentos en este mundo.
Sonrío con la inmensa felicidad.
De saber que pronto me besarás.
Y sentiré de ti un dulce abrazo.
Poder verte de nuevo a los ojos.
Y decirte cada instante lo mucho que te amo.
Encontrarte en el reflejo.
En las escaleras, en las esquinas.
En el armario, en la cocina.
Cada centímetro de este lugar.
Cada detalle que dejas pasar.
Es una memoria, un recuerdo.
De todos los años que compartimos juntos.
Los sueños alcanzados.
Y lo que quedaron sin cumplir.
Cada beso arrebatado.
Cada lágrima perdida.
La triste manera de ver el mundo sin ti.
La nostalgia que me acompaña constantemente.
Los tormentos de tu presencia incierta.
La certeza de que no estás a mi lado.
La duda de si el reflejo es tu rostro.
O una simple idea de una mente golpeada.
Cada verso es una rima a tus ojos.
Las palabras juegan a dibujar tus labios.
Siento que duermen en mi.
Los sentimientos que un día nacieron por ti.
Guardo en los bolsillos de mi corazón.
Todo el amor que me has hecho sentir.
Inclusive ahora, que ya no estás.
Comprendo que te quedaste aquí, a mi lado.
Y serás tú, y nadie más.
Quien me reciba al partir.
Por eso, aquella tarde.
Cuando te miré a los ojos por última vez.
Te dije hasta luego.
Porque siempre supe que te volveria a ver.
Y ahora, en mis últimos momentos en este mundo.
Sonrío con la inmensa felicidad.
De saber que pronto me besarás.
Y sentiré de ti un dulce abrazo.
Poder verte de nuevo a los ojos.
Y decirte cada instante lo mucho que te amo.
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