miércoles, 30 de junio de 2010

Si tan solo quisieras, realmente podrías.


Si quieres que la ternura de un amor perfecto sea el beso que te despierte cada mañana, y que el olor de un sueño sea el desayuno en tu cama.

Podría ser eso y mucho más, incluso dedicarte las canciones de los pájaros que sacan de la cama al sol. Y dedicarte la brisa fresca que entra por la ventana.

Si quieres que la pasión sea el ingrediente de mi amor, y que los pasos sean gotitas de paciencia para construir nuestra vida juntos.

Podría ser eso y mucho más, incluso podría pedirle al cielo una estrella que te acompañe por las noches, y te sirva de guía para encontrar los trillos que te llevan a ser feliz, a sonreír sin parar.

Si quieres que las caricias sean constantes en la ecuación de nuestra relación, y que las variables se traduzcan en abrazos aleatorios y sin razón.

Podría ser eso y mucho más, incluso podría escribirte poemas en los troncos de los árboles, o dibujar sonrisas permanentes en el reflejo del espejo.

Si quieres que nuestras metas sean adornadas con espontaneidad y sopresa, y que en nuestro hogar nunca exista la tristeza.

Podría ser eso y mucho más, incluso podría poner a tus pies caminos de delicadas rosas, para que tus pasos sean seguros hacia una sonrisa inexorable.

Si quieres que tu vida tenga olor a alegría y se pinten los días con los colores de la felicidad, si quieres que mis sueños sean uno con los tuyos, y que nuestros caminos se unieran hasta el infinito.

Podría hacer eso y mucho más, incluso escribiría nuestro cuento de amor, en un mundo para nosotros dos, donde la única conidición sería vivir sin dolor.

Si quieres que estas palabras te las susurre al oído, y convertirte en mi fuente de inspiración, si quieres que le recite poemas a nuestro amor.

Podrías hacer eso y mucho más, si tan solo quisieras, realmente podrías.

martes, 29 de junio de 2010

Tal vez, solo tal vez.


Si supieras que estas palabras van para vos, si supieras que hoy me inspiraste los poemas del corazón. Que has robado ya en varias noches mis sueños como ladrona de amor.

Que son tantos los pensamientos que sobre ti he creado; ideas a futuro. Incluso he llegado a pensar que de uno forma u otra terminarás siendo la mujer de mi vida. Sencillamente lo siento.

Aunque no tengas idea de que pienso esto. Que siento esto. Tal vez tu corazón lata cn el mío, aún cuando no lo sepas. Solo tal vez. Y con solo ese tal vez es que me motivo para seguir detrás tuyo.

Detrás de un sueño. Detrás de algo que tal vez nunca sea. Solo tal vez. Y por las posibilidades que me da la vida de imaginarme envejeciendo contigo es que respiro aunque todavía ni siquiera me pienses.

Pensar que han pasado ya más de diez años desde que te conocí. Que vivimos aquellos momentos, que tal vez, y solo tal vez se pueden convertir en las semillas de un amor perfecto.

Y a pesar de los años, a pesar de no tener la certeza de si has pensado en algún momento, como pienso hoy por tí; me consuela la idea de solo sea un tal vez.

Es tan difícil acercarme a ti. Tan díficl que me aprendas a amar. Siento que perdemos minutos valiosos en nuestros recuerdos a futuro. Pero he aprendido a perseverar.

Pero poco a poco mi amor ha ido creando un plan, para paso a paso dejar marcado en tu corazón las siglas de mi nombre. Y una carita feliz, que te arranque sonrisas hasta el fin.

Porque algo tiene que significar que te vea en todos lados; te piense en todo momento. Algo tiene que significar que me beses en los sueños, y que en mí acurruques todos tus miedos.

Pero aún sin mí vives; aún sin ti vivo. Y una vez que estemos juntos seremos nosotros, y viviremos para el otro. Y a caricias calmaremos los problemas en la vida.

Solo espero que seas capaz de escuchar los gritos de mi corazón que se balancean hacia el tuyo tratando de alcanzarlo. Solo espero poder algún día, disfrutar la dulzura de tu mirada enamorada.

Espero ser el motivo de tu felicidad y la razón de amar. Espero que algún día me necesites y me sientas tan tuyo como yo te siento tan mía. Espero que el destino sepa lo que hace.

Quisiera hacer realidad los sueños, y de una vez convertirme en el dueño, de todos tus pensamientos y deseos. Ser algún día, tal vez y solo tal vez, el amor de tu vida.

lunes, 28 de junio de 2010

Dar por un hecho la vida.


Hoy escuché sobre una situación que me dejó realmente pensando. Tal vez porque bastante tangible y real. Dejó de ser pinceladas de imaginación, para ser algo que realmente sucedió. Es una posición en la que creo que mi pensamiento ha quedado bastante claro, cuando he hablado sobre lo relativo del tiempo, cuidar a las personas que nos quieres, además valorar y respetarlos.

Definitivamente la vida es un riesgo diario. Riesgo porque todo, absolutamente todo son decisiones que constantemente van cambiando nuestros infinitos posibles futuros, tanto inmediatos como por supuesto a largo plazo. Tan sencillo como decidir si agarro el bus saliendo de mi casa hacia la derecha, o saliendo hacia la izquierda.

Cada decisión abre una nueva rama de posibilidades que realmente no tenemos la certeza alguna de que irá a pasar. Por supuesto, podemos especular, pero siendo sinceros, muchas veces las especulaciones se quedan en eso: especulaciones. Y conforme pasan los días y nuestros pasos van quedando atrás, sencillamente no hay nada más que hacer, no hay vuelta de hoja. Lo que hice, hecho está.

Y nunca nos pasa por la cabeza algún tipo de valoración de riesgo, donde podamos medir factores más realistas en un nivel tal vez elevado de preocupación; en el sentido realmente de la palabra de anticiparse a una situación y ponernos severamente a analizarla, como simple posibilidad. Es claro que eso no sería nada sano para nuestras mentes, por lo que considero normal que reaccionemos o actuemos de una forma, digamos, desinteresada por las consecuencias que las decisiones vayan tener.

Ahora, es obvio que existen actuaciones donde analizar consecuencias es un trabajo mucho más sencillo, y donde no existe excusa para hacerlo. Por ejemplo, si tomo la decisión de matar a alguien, tengo pleno conocimiento de la consecuencia que eso trae. Entonces ahí sí es realmente necesario y fundamental hacer un análisis previo de la situacion para tomar la mejor decisión.

El punto de todo esto, luego de darle muchas vueltas a lo que podríamos llamar "teoría" de la situación que iba a comentar, es la importancia de nunca dar por hecho ciertas cosas en la vida. Empezando especialmente en ella: la vida. La vida es quizás el elemento más vulnerable de todo ser vivo. Hoy estamos aquí, y literalmente mañana podríamos no estarlo.

Entonces propongo que pensemos en alguna situación donde demos por hecho algo tan vulnerable como la vida. Tal es el caso que escuché y que me motivó a escribir sobre él.

Imagine que usted sale del trabajo. Se monta en su carro, cansado del día. Con muchas cosas que hacer. Muchas preocupaciones y tensiones. En la ruta que toma hacia su casa, pasa frente de la casa de uno de sus mejores amigos. Pero usted piensa "no tengo mucho tiempo para pasar a saludarlo, tengo mucho que hacer". Y continua su viaje normal a su casa.

Una semana despues, se entera que ese amigo muere. ¿existiría algún tipo de carga emocional que le hiciera sentir un estado profundo de tristeza y arrepentimiento? Teniendo en claro que el tiempo no se puede devolver y que lo "hecho, hecho está" muchas veces una situación de este tipo se puede convertir en un peso bastante elevado, que nos podría robar noches enteras de sueños.

Por eso, en la medida de lo posible, es importante nunca dar por hecho las cosas. Mucho menos cuando se trata de la vida. Jamás olvidar decirle a las personas cuánto las queremos. Expresarselo de cualquier forma que nos sea posible. Y, de vez en cuando, acordarnos de las personas que realmente queremos y que nos quieren. Porque hoy están aquí, pero mañana realmente no sabemos.

sábado, 26 de junio de 2010

El más lindo cuadro que te dedico con amor!


En la mente se desdibujan
paisajes ya abstractos
para la mente vagabunda
que se olvida de los retratos.

Con el plan del viento
se despiertan hoy los sueños
dejando todo quieto
y alejado de sus dueños.

Porque el que cree que vive
muere en la soledad
de una triste realidad
que carcome la ilusión.

En paisajes ya marchitos
y en miedos infundados
mueren siempre las pasiones
de lo fieles enamorados.

En coladores de sentimientos
y los anaqueles de opciones
se presentan las canciones
que viajan por el viento.

Recordando viejas mañas
de cazadores de talentos
personas que engañan
y se adueñan de lo injusto.

A pinceladas se crean cuadros
de momentos encarcelados
en el pasado que no pasa
y el futuro que no llega.

Mientras cierro los ojos
que se esconden tras la cortina
repaso con antojo
los placeres de la vida.

Cuando noto los desfases
inconsistencias en las líneas
las reflejo en el espejo
y busco coincidencias.

Casualidades del destino
que me guiaron sin sentido,
trincheras en la guerra
pues tenerte aun quisiera.

Por más que repaso
una y otra vez
las gotas en el vaso
que parecen ceder.

Son solo respiros que se ocultan
suspiros que se muestran,
espejismos irreales
de situaciones naturales.

Pero cuando de atardeceres se trata
el sol es el pintor
del más lindo cuadro
que te dedico con amor.

Si un sueño pidiera
que cobijara mi suerte,
rogaría al que fuera
por de nuevo tenerte.

viernes, 25 de junio de 2010

Aquella ventana abierta


Nunca entendí por qué aquella ventana siempre estaba abierta. Por muchos años la ví. Era muy niño, y cuando subía al cuarto en el techo me asombraba la cantidad de luz que entraba. Era como si fuera una puerta del cielo; un camino oculto hacia el sol.

Sinceramente no le dí mucha importancia. Hasta que me dí cuenta que cosas extrañas pasaban en la casa. Cosas que no voy a contar porque no vienen al cabo de la historia.

Con el paso de los años, en la casa todo seguía normal, o al menos eso parecía. Al menos eso nos hacían creer. Pero aquella ventana era mi intriga. Y como tal, tenía que hacer algo para poner fin a aquella situación.

Al menos eso pensé. Poner fin, o...inicar. El dilema era darme cuenta, o no, de eso. Y fueron muchos los días donde la tentación por subir al ático era exageradamente grande.

Pero algo, había algo que me decía que no debía hacerlo. Era un sentimiento algo extraño que todos hemos sentido. Como una voz en el fondo que nos dice en susurros "no".

Y la terquedad y la necedad; la incertidumbre principalmente me mantenían constantemente conectados a aquella ventana. En una especie de ilusión activa que me mantenía pensante y, por supuesto, acongojado.

Era una simple ventana, que a lo mejor no ocultaba ninguna maravilla. Pero por alguna razón captaba toda mi atención.

En aquella tarde realmente me convencí de subir, y ver por qué por aquella ventana entraba tantísima luz. Sonaban mis pasos en las escaleras...

En camino lento y nervioso, tenso e inseguro me acerqué a la ventana. Puse unas cuantas cajas abajo, pues mi estatura no me iba a permitir ver afuera de la ventana.

Y ahí, en ese momento, justo cuando mi pie derecho lo puse sobre la caja para subir, entendí. Me dí cuenta del error que estaba cometiendo, y por dicha me retracté.

Entendí que no necesitaba ver por la ventana para descubrir un tesoro afuera de ella; entendí que aquella ventana era mi tesoro, y su luminosidad era mi mayor ilusión, por lo que no me hacía falta nada más, sino seguir disfrutando de las tardes de incertidumbre por saber qué hay afuera de esa ventana.

Porque a veces en la vida necesitamos tener algo que nos motive a levantarnos cada día; algo que nos complique un poco la vida y nos llene de incertidumbres y riesgos. Cosas que nos hagan sentir totalmente vivos y con una ilusión. Aunque la ilusión no parezca ser profunda; es ilusión al fin y al cabo!

jueves, 24 de junio de 2010

Sacarle una sonrisa a tu corazón


En la dulzura de tus besos
duermo
y despierto en el vaivén
de tu mirada incesante

Me acurruco entre los recuerdos
de un amor perfecto
amor color de tus ojos
y olor de tu cuerpo

Entre tantos sinsabores
el destino se tiñe de emociones
y tus labios, tus besos
las flores, el viento.

Porque me inspiras a cada instante
con solo pensar en tí
surgen todas estas frases
que se escurren hasta el fin.

Mientras tus ojos calienten
mis sueños y me refresquen
te abrazaré en todo momento
te cuidaré como en un cuento.

La sonrisa de tu boca
es el reflejo de nuestro amor
tan puro, tan perfecto
tan dulce, tan exacto.

El brillo en tu pupila
la sombra del dolor
quisiera poder soñar
que siempre te voy a amar.

Aún cuando la noche caiga
las estrellas se levantan
para dar luz a tu belleza
envidia de cualquier princesa.

Ahora tomame de las manos
y camina junto a mi
no te alejes de mi lado
no me dejés por favor sin ti.

Solo mirame
mientras te acaricio
y siénteme
mientras te beso.

Deja que los sentimientos
sean dueños de tus miedos
porque sacarle una sonrisa a tu corazón
es todo lo que quiero, mi amor.

miércoles, 23 de junio de 2010

Quiero decirte adiós


Puedo escribir fielmente que cada uno de estas arrugas que hoy se reflejan en el espejo han tenido una razón real de ser; precisamente por eso me siento orgulloso de ellas. He visto muchas veces las flores pintarse de colores preciosos cada año. He visto la nieve, lluvias torrenciales, días donde el calor sofoca; incluso he visto días muy largo y otros muy cortos.

Si mis ojos pudieras escribir libros de todo lo que han presenciado, enciclopedias enteras tendrían que hacerse para poder capturar imágenes traducidas en palabras. Serían cuentos extensos de una vida entera en la que he sido actor principal de este teatro precioso que he aprendido a llamar vida.

He visto a mi familia morir, a mis nietos enfermar, a mis hijos llorar. He visto gente reír, he visto personas discutir por cuestiones sin sentido; he visto a parejas desperdiciar tiempo que, luego a mi edad, desearán jamás haber perdido. Tiempo para un beso; tiempo para una caricia; tiempo para sencillamente sentir la presencia de la persona que amamos, y llenarnos de esa sensación inmensa como cobijo de calor que nos da el amor. Ese sentimiento único e irrepetible.

Sin embargo hoy, la vida me ha jugado una mala pasada. Siempre supe que este día iba a llegar. Aunque no lo niego: pensé que iba a ser el primero. Lastimosamente para mí no lo fue. Y nunca me dio tiempo de asimilar un hecho que sabía que iba a pasar. No bastaron libros enteros de autoayuda, ni una vida entera de experiencia.

Tal vez porque el lazo que se rompió no fue uno cualquiera. Es tal vez el lazo más importante que mantiene unidos a sus extremos dos corazones formando uno mucho más grande y completo. Uniones de emociones que se convierten en el motor de los pulmones que se inflan para dar vida al amor. Uniones como labios que se rozan con pasión; expresión más real y perfecta del amor.

Siento catarsis mental en estos momentos. Justo acabo de llegar a la casa, luego de irla a dejar a su nuevo hogar. Y se siente todo tan solo, tan frío. Los colores de la casa se han apagado, y aquella flor en el patio que siempre mantuvimos con vida, se marchitó; como si fuera consciente de lo que había pasado.

Nuestro cuarto. El mismo que durante tantos años fue cómplice de nuestros sueños; de nuestras noches de películas, de nuestras conversaciones sobre temas importantes, de nuestras discusiones. Mismo cuarto donde planeamos nuestra vida aquella primer noche luego de casarnos. Y justo cuando entré, te respiré por todos lados. Te sentí tan viva, tan real. Ese olor que siempre me mantuvo enamorado y atontado por tí.

Son tantas cosas que hoy tengo que dejar atrás. Son tantas emociones que se callarán; y tantos los poemas que no conocerás.

A pesar de todo, doy gracias a Dios que no fui el primero; jamás hubiese querido verte pasar por lo que estoy pasando en este momento.

Quiero que sepas, que nuestros recuerdos serán mi aire en cada respiro; y tu rostro serán besos en mi memoria.

Nunca te dejaré de amar. Esperame, pronto nos veremos!

martes, 22 de junio de 2010

Pensamientos son recuerdos


Pienso que si estuvieras dentro mío tal vez captarías un poco la imagen de mi dolor, porque no es lo mismo estar mentalmente en mi posición, que estar realmente en mi posición.

No sé si desde donde estás escucharás estas palabras arrebatadas a la cordura que alguna vez fue parte de mí. No sé, y sinceramente no me importa. Porque mis palabras son tatuajes en el tiempo.

Porque los recuerdos son llaves en mi cabeza que abren puertas al pasado. Y aunque pretenda haber perdido esas llaves, entiendo que eso nunca pasará.

Pues las llaves están soldadas a mi cuerpo. Como quien quisiera que nunca pudiera estar encarcelado de este tormento.

Pero realmente la culpa tiene rostro, y sobra que mencione alguna pista que nos conduzca a resultados ya obtenidos. Aplicaciones de mismas ecuaciones; resultados que riman en canciones.

Hoy desahogo en papel tantos dolores que me causaste ayer. Quisiera controlar sentimientos, entender los juegos del adiós. Quisiera cerrar los ojos y que al abrirlos dejara de verte en cada rostro en la calle.

Acepto que con los días la ira duerme en regazos de mentiras en mi mente; mentiras hacia mí mismo, pretendiendo ser dueño de mis miedos; contador de sensaciones.

Hoy en este techo; viendo las estrellas que encandilan a mis ojos, me reparto pedazos de un sueño que rompiste por alardear de tus encantos.

Y fueron todas tus virtudes las que más te apadrinaron. Compinches de una decepeción múltiple que acabó con baldosas de un camino que pintamos de amarillo.

Por eso hoy, recordando lo que olvido, te grito lo que siento, pues es la única forma que escuches mis sentimientos más escondidos; y aunque de nada sirva, pues sé que no escuchas, al menos de esta forma te tengo presente de alguna forma.

lunes, 21 de junio de 2010

Para mi papá!




Han sido pasos de lucha incesante. Un sacrificio sin final que lleva por bandera una familia. Enseñanzas que no han necesitado muchas palabras, sino acciones; hechos que han hablado mucho más que las letras en un libro. Éxitos y fracasos acompañados por el trago de la compañía más preciosa como lo es el hogar.

No se necesita un día específico para agradecer; pero se necesitan deseos importantes de hacerlo. Quizás para esto en la sociedad se establecen días para darle una pausa a la vida, y ver a nuestro alrededor todas aquellas cosas que la cotidianeidad se guarda en el bolsillo del olvido. Palabras que nunca sobra y recuerdos que nunca se borran.

Ha sido quizás la persona que más me ha influenciado en esta vida. Su lucha, su esfuerzo, su pasión, su entrega han sido constantes en todo momento. Una vida repleta de experiencia; muchas veces vale más que libros enteros de materia de clase. Aún en los momentos de mayor vulnerabilidad; momentos de completa debilidad han sido importantes para determinar el motor y la fuerza que lo motivan a seguir, sin importar un mundo entero que se le viene encima, sin importar cuánto esfuerzo se haya escurrido entre los dedos de la injusticia.

Como padre, ha sabido guiarme por los mejores pasos. Nunca mostrándome ser parte de ningún vicio, jamás dejando a la familia de lado por nada, poniendo primero los intereses de la familia antes que cualquiera personal. Ha sido un verdadero ejemplo a seguir, no solo para mí, sino para todas las personas que lo conocen.

Como persona, un corazón del tamaño del mundo entero. Sencillamente es exquisito el sentido de humanidad que tiene. La ayuda para con los demás es tal vez de sus principales prioridades en la vida, y nunca escatima cuando se trata de las necesidades de las personas; no importa quién sea, no importa cómo sea; siempre con sus acciones me ha enseñado que ayudar va muchísimo más allá de simplemente dar unas monedas.

Como esposo, ha representado el pilar fundamental para mi madre. No se trata de una vida sencillamente perfecta. Se trata de aprender de la mano, y crecer como persona y en pareja; de eso se ha tratado su vida. Cada día al despertar, sus ojos son la mirada de mi mamá. Y el amor es sencillamente profundo y completo desde hace muchos años ya. Son cosas que principalmente se identifican en verdaderos momentos críticos de la vida. Como aquél momento cuando mi mamá estuvo en coma. Realmente ahí entendí el amor tan único que entre ellos existe.

Como profesional, se ha convertido en todo lo que algún día quiero llegar a ser. Muy lejos de ser un exitoso administrador (que lo es) es un trabajador humilde y amable, respetado y ante todo querido por todas las personas que trabajan con él. Porque nunca un puesto lo ha hecho sentirse superior, y siempre ha buscado hacer sentir a todos como en una familia. Eso, para mí, es mi meta en la vida. Lejos de tener los mejores puestos, lo realmente importante ser una persona con los pies en la tierra; un verdadero líder y compañero; como mi papá!

Entonces aprovecho este día, para dedicarle unas palabras que encadenan recuerdos y aprendizajes. Agradecimientos que nunca están de más. No me queda más que dar gracias por guiar cada uno de mis pasos, en la búsqueda de siempre de llegar a ser una mejor personas cada día; plan que claramente no sería tan sencillo si no fuera por todo lo que él me ha enseñado.

Feliz día del padre!!

Para Jorge Obando Boza

sábado, 19 de junio de 2010

Me despierto.

3:14:00 am

Despierto.

Y analizo los últimos segundos. Converso con mis pensamientos. Hago un recuento de sentimientos. Inventario de emociones. Coloreo los bordes, de esta pintura bizarra que pintó mi mente.

Tal vez son circunstancias alejadas de realidades ya pasadas. A lo mejor son pretensiones de sentimientos ya olvidados. Quizás es la razón jugando escondido con la memoria.

Aún cantando una canción, que sirva de puente con los momentos, han sido segundos extraños de cosas ya dejadas. Maletas que se olvidan. Objetos que se pierden. Sinsabores de la vida tan normales como cada día.

Aún escribiendo las poesías; o los apuntes de la mente. Buscando respuestas a preguntas que no existen. Resquebrajando de las piedras en el río, en busca de ver humedad en su centro.

Caminos ya conocidos; encierros ya superados; ríos ya nadados; kilómetros devorados; fríos ya calentados. Son sencillamente situaciones ya sabidas para los dolores rescatados, de guerras ya ganadas y batallas ya premiadas.

Mientras arrecuesto mi cabeza con la pared, con la mirada fija en el techo; escuchando mi respiración y concentrandome en esa paz; es la única forma de poder escuchar los susurros del corazón; palabras de verdad, honestidad pura y total.

Murmuros de una vida que planea su estrategia, para cada vez dar más sorpresas que alimenten nuestra felicidad. Con tragos de sonrisas y bocas de calor; es el medio que se necesita para topar con las suerte bendita, de disfrutar cada día con la tranquilidad de una noche dormida.

Así que sueñes lo que sueñes no perturbes nunca tu mente. Concentrate en tus fortaleza; pero conoce tus debilidades. Es la manera de empezar internamente buscando el cambio ideal, que nos permita crecer constantemente y mantener nuestra moral.

Pero afuera es nuestro entorno y es parte del proceso. Identifica las oportunidades, pero ten claras las amenazas. Es un análisis inteligente que abre puertas inmensas en la grandeza de esta vida y sus innumerables sorpresas.

Corre tras esa meta; nada hasta ganar; rompe todas las barreras que te aten sin razón; tragate kilómetros en busca de nuevas experiencias; y sobre todo, abrigate bien del frío para que no agarres ninguna enfermedad.

viernes, 18 de junio de 2010

Sueño #5

3:13:59 am

Cierro los ojos.

Este frío que carcome mis sentidos. Mareado, encandilado por el reflejo del sol en la nieve. Son cientos de kilómetros, y aún en el horizonte no veo el final, no hay montañas ni nada alrededor.

Y me arropo con lo único que puedo. Recuerdos de sonrisas y momentos de alegrías que me dan calor en la mente. Y con la mente controlo el dolor de mi cuerpo, este frío que me abraza con punzadas de egoísmo.

Y a lo lejos el reflejo de lo que parece ser un animal, pero mientras más camino más me alejo del mi destino final. Todo parece ser eterno, en medio de este infierno. Los pasos son más duros, las huellas más escasas.

El alimento de mi vida se me acaba con el día. Me quema los pies, el frío. Mis ojos parecen congelarse. No los cierro por el miedo a no poder volver a ver. Pero ¿a ver qué? Si en este lugar no hay nada, y si quiero ver tu rostro solo tengo q pensarte.

La magia de la memoria, que el subconsciente en mí controla. Tal vez es porque duermo que tengo tantos recuerdos. Pero necesito descansar, aunque preferiría olvidar. Aquella cicatriz que no deja de sangrar.

Fue el golpe en una guerra que luché hasta el final. Baleado por la espalda por un compañero de pelotón. Decepciones y sopresas que las batallas nos presentan. Realidades que se muestran en momentos inesperados.

Ya la fuerza de mi cuerpo se tambalea y me golpea. Y mi aliento se detiene, caigo al suelo y despierto.

jueves, 17 de junio de 2010

Sueño #4

3:13:58 am

Cierro los ojos.

Voy sobre aquella carretera que parece acabarse en el fin del mundo. La música es mi única compañera. Las canciones son sonidos que me atan a instantes y a momentos de mi vida.

Aquél día, soleado. Caliente el aire que entraba por las ventanas. Espejísmos a lo lejos que jugaban con mis ojos. Presencias inciertas y falsas de cuestiones que a leguas se escapan de realidades tergiversadas por lo empañado de la mirada.

Kilómetros de carretera que quedan atrás mío. Caminos alejados que se esconden entre las curvas del retrovisor. Carretera que me aleja cada vez más del ayer; me conducen a la no certeza y la improvisación por placer.

Ciudades de nuevos edificios, comidas diferentes. Responsabilidades sin oficios que se cocinan sin saber. Casas abandondas por dueños sin un norte. Familias separadas por la ambición de unos hombres.

Mundos diferentes que comparten un destino. Líneas en paralelo que jamás se cruzan. Pero se tocan y vacilan. Hacen bromas de la física. Juegan con la lógica de un mundo con paradigmas; sentimientos infundados que alejan las emociones.

Las ilusiones de unos pocos que se compran con rebajas, en supermercados de inocentes que permiten ser parte del juego. El fraude de la historia, la broma más vendida; más comprada por las personas que son parte de la rutina.

Justo al entrar al pueblo, el niño en su bicicleta se cruza; las llantas quedan pintadas y mi carro como de mentiras. Despierto.

miércoles, 16 de junio de 2010

Sueño #3

3:13:57 am

Cierro los ojos.

Fresca el agua que acaricia mi cuerpo. Nadando en la tranquilidad que me regala la soledad. Me permite abarcar la totalidad de mis pensamientos. Y converso con cada uno de ellos.

Y el río canta con las piedras. Canción preciosa y natural de un paisaje maravilloso. Los colores se pintan en mis ojos como placeres que me desbordan de una alegría atrincherada por los golpes de la vida.

Aunque parece irreal, es una vista sin igual. En el fondo las montañas se conjugan con sabanas; como rima perfecta de poesía sin igual. Artista ha de ser el creador de todo esto, y del azul del cielo, y el calor del sol.

Y nado. Me sumerjo en el agua bendita de este río transparente. Me hidrata de vida; la que estaba escondida. Tímida, austera; calmada pero sonriente. Creyente ante todo de un lugar como éste.

Allá, la catarata. Golpeando las piedras; juguetonas. Preciosas. Sobre todo brillantes, resplandecientes. Aquél ave, que vuela por los aires como quien juega con su vida, canta al viento para que caiga la lluvia.

Llueve. Miro hacia arriba, sintiendo las caricias de las gotas que se escurren en mi piel. Ataques de grandeza, de sentimientos y belleza. Mi piel, ahogada de lluvia, agradece a la vida por tan hermoso momento.

Y yo, caminando bajo las gotas, sonrío como idiotizado por lo maravilloso de este lugar. Donde respiro calma y paz. Donde las sonrisas son color de tus ojos.

Justo cuando se detiene el agua, me tropiezo en una piedra, me despierto.

martes, 15 de junio de 2010

Sueño #2

3:13:56 am

Cierro los ojos.

Encerrado en un cuarto. Acompañado de la soledad y la melancolía de una vida sin sentido, y un recuerdo que casi olvido. Las paredes que me guardan son retos de la vida; situaciones qué superar.

Y me acuesto en aquella esquina, encogiendo mis rodillas. Haciendole campo al dolor, que parece que me estripa. El aire que respiro, cada vez más denso y doloroso. Parecen espinas que me despedazan los pulmones.

Camino, haciendo círculos en el piso. Y veo para todos lados buscando las ventanas que me saquen de este mundo sin sentido. Una lucha, la batalla de mis pupilas por no dilatar mi mirada; ver más alla de mi amada.

Toco las paredes, buscando pasadizo secreto; que me permita librar mis recuerdos. No para tenerlos, sino para que escapen. Así, aún encerrado viviría libre de ellos; mi mayor encierro.

En las paredes parecen escribirse frases, palabras, escritos. Memorias de alguien que pudo estar aquí antes. Desgarros de nostalgías y viejas mañas de los encierros que la mente le vende a la razón.

Trato de calcular, la cantidad de ladrillos que se encuentran en este encierro. Tal vez entendiendo que son los recuerdos que quiero romper. Romper y así escapar de este estado mental que no me permite avanzar.

Trepo por un ladrillo que se sale notablemente de la pared, mas me resbalo. Caigo, me despierto.

lunes, 14 de junio de 2010

Sueño #1


3:13:55 am

Cierro los ojos.

Corro, como si me persiguiera la muerte. Huyendo de las garras de un destino injusto y premeditado por una persona sin corazón.

Es el llamado desatinado de las circunstancias que me acechan. La cordura ya olvidada por los santos en los montes. Es la paciencia desbordada en un vaso de cristal. Es la mezcla sin sabor de tristeza y recuerdos.

Comienzo a sentir bajo mis pies el dolor de un camino de piedras triangulares, que poco a poco se incrustan en mi piel. Arde. Lastima. Pero aunque el camino parezca no tener fin, tengo que seguir.

Es la valentía del guerrero que prefiere morir en pie. El coraje bendito de un amor verdadero. La fuente de sonrisas, como naciente de un río. Es la carcajada que se arrepiente en el pasar de los días.

Mientras corro, abro mis manos. Toco los árboles que voy pasando, pretendiendo tomar de ellos energía natural que me permita seguir; fuerza especial que me impulse a vivir.

A lo lejos, el canto de un animal sin nombre. Volador. Parece águila, pero no lo es. Y ese chillido se incrusta en mi mente; es bulla incesante que se cuela en mis sentidos, me interrumpen pensamientos y olvidos.

Se viene la noche. Un trueno ilumina el bosque. La furia de los cielos por el malestar de los dioses que me escuchan. Es el grito, un rastro, que me sirve de ruta para correr con rumbo, o al menos eso creo.

Atrás queda todo. O atrás queda nada. Lo importante es que ahí queda. Atrás. Y aunque parezca dureza, es la ternura de un adiós; adiós que abre la puerta hacia un futuro mejor.

La lluvia. Me refresca y me limpia el sudor. Hace música con las hojas; pero complica mi camino. Me resbalo, y cuando caigo, despierto.

sábado, 12 de junio de 2010

Mientras canto de colores


Reir, y carcajadas vivir
como en un sueño decidir
que las estrellas sean azules
y que sean libres los Lunes

Caminar luego de tanto descansar
o más bien descansar
luego de algo caminar
es la duda que me inquieta
una respuesta tan escueta.

De colores bailan las nubes
haciendo chistes irreales
carcajadas poco triviales
de la programación irracional
que hace catarsis emocional.

Una mente
que contempla la ilógica
se baña en la fuente
de las irregularidades estables
entre cables y cordones
rojo, azul y verde.

Mira el Sol a la Luna
cantar mientras se ducha
y el amor en el sofá
mira la confianza mientras se va.

La delicadeza extraña
de la dureza una piedra
que se estrella con la fuerza
de los deseos más claros
y oscuros como la noche
encandilantes como el amanecer.

Pero entre tanto halago
y confusiones sin razón de ser
encuentro varias respuestas
que en el fuego pongo a arder.

Así, me río de la tristeza
que hace alardes de grandeza
como si existiera nobleza
en la más importante realeza.

Y mientras canto de colores
las canciones y sus sabores
recito los poemas, un suspiro
como cuando era solo un niño.

Ahora cierro con cordura
y escribo con soltura
de expresar una mezcla
y hacerte pensar lo que quieras.

viernes, 11 de junio de 2010

Solo quiero escribir unas palabras


Solo quiero escribir unas palabras que en la calma de un descanso me permitan transmitir la sensación de una paz que todos hemos buscado. Hoy, sentado en esta noche frente a la Luna, bajo su reflejo he escuchado el susurro de un cuento de felicidad que todos vamos a disfrutar. Aquí, en la oscuridad de esta hora, murmuro sonrisas que pretenden arrastrarse hasta llegar a ti.

No quisiera crear expectativas que te quiten el sueño de tus noches; porque esos sueños serán el camino que te hará llegar al único lugar en este mundo donde vas a poder ser feliz de verdad. Solo quiero que me tomes de la mano y sientas conmigo lo que yo estoy sintiendo en este momento. Solo quiero que te acurruques en mi regazo, sientas mis caricias en tu pelo y descances tus ojos de este mundo en el que estamos.

Quiero susurrarte al oído todas las emociones que tiene tu cuento de la vida, y recitarte los poemas que tu misma has escrito en mi corazón. No se trata de acciones maravillosas e irreales; solo trato de acaparar tu atención, y que a pesar de que descanses no te duermas. Porque si te duermes perderemos segundos de estar juntos; si te duermes no sabré si al despertar te acordarás de mí; si te duermes los recuerdos se pueden perder en ti.

Solo quiero besarte en esta noche y sentir tus labios húmedos junto a los míos. Abrazarte y que sientas cosquillas de ilusión por todo el cuerpo; ilusión que alimente de fuerza tu memoria y que acompañe en cada camino al corazón. Quiero que despiertes de un beso en la frente, y que al abrir los ojos te relajes en el placer de mi mirada, y te alivies de todos los males en mi almohada.

Y si es muy fría la noche, te cobijo de abrazos el corazón. Si es muy difícil el camino, pongo el hombro para que te apoyes, incluso puedo alzarte; no te preocupes que tengo la fuerza para cargarte todo el tiempo que necesites. Y cuando termines ese trillo peligroso, estaré cerca tuyo para que te acoples, y que tus huellas sean molde de tus pasos; de los pasos hacia el sueño de tu cuento.

Solo quiero escribir unas palabras que den respiración a tu amor; quiero escribir para que lleguen gritos a tu corazón. Solo quiero escuchar al viento hablar, escribir un cuento de dos. Una historia de amor que recuerde párrafos enteros de ternura y pasión. Cuadros que pinten colores de alegría, y que se enmarquen en la cocina de nuestros sueños. Quiero dedicarte la vida entera, darte todo lo que pudiera.

Quisiera salir a caminar tomados de la mano, y sentir la delicadeza de tu piel que me inunda de cariños al corazón. Respirar el aire que sale de tus pulmones; porque logras colar, en cada instante, sonrisas en mis labios. Quiero cantar a las estrellas esta noche, y escribirte en el cielo oscuro dos palabras que se te impregnen en la razón. Quisiera poder besarte el corazón.

Entonces te regalo la Luna, para que te ilumine por las noches; pongo una estrella fugaz en tu mesa de noche, para que te acompañe en tus sueños. Te regalo mis besos para que te acaricien tus labios; te regalo mis abrazos para que te cobijen en el frío. Te regalo mis sonrisas para que alegren tus días.

Ante todo te regalo estas palabras. Para que recuerdes este instante. Para que nunca me olvides.

jueves, 10 de junio de 2010

Un pirata enamorado..


El brillo de plata, reflejo del sol en las olas fue lo primero que ví al nacer. Un ritmo tambaleante me recibió en este mundo. Desde aquellos tiempos esta cubierta presenció mis primeros pasos; el sol ha ido quemando mi piel poco a poco hasta darle ese tinte oscuro, cicatriz elocuente de mi estilo de vida; de mi labor en las aguas.

Siete mares, la rosa de los vientos; el horizonte. Atardeceres bañados de nostalgias por amores no cumplidos y desgarrones heroicos de batallas sin sentido. Surcando las aguas de los oceanos, buscando tesoros bienvenidos. Playas, islas; animales nunca antes vistos. Tormentas, truenos, noches; sonidos que jamás había oido.

Pata coja y parche en el ojo. Bah. La verdad no es como la pintan los cuentos. Muy distante es el destino hacia al que me dirige la fuerza del viento. Soltando amarras que me anclan a pasados infructuosos, pasados dolorosos. Mucho sol, mucho calor; poco olvido. Y mientras más me alejo de aquella costa, más la veo en la popa; siempre mirandome a los ojos; atrás suyo el recorrido de la espuma del mar, que deja el trecho a los cielos; como quien espera que una estrella vaya en su ayuda.

Y en las noches, con la Luna y las olas, arrecostado en la hamaca; la misma hamaca en la que tantas veces dormí con ella. Mirando directamente el cielo, las constelaciones parecen dibujar su rostro, y una estrella fugaz dibujó su sonrisa; y desapareció de inmediato; como cuando la tuve en mis manos aquella última vez, la besé con pasión, como si no existiera un futuro que me la devolviera, y sonrió; rápidamente, pero sonrió.

Y en las mañanas, con el sol quemando mi tez recibo el castigo del mar por haberla dejado ir. Cantando en coro la típica canción, ondeando la bandera por la fuerza del viento, de repente entre el horizonte se asoma una costa desconocida. "Tierra firme" gritaban al aire. Poco a poco nuestra embarcación se acercaba a la isla.

Y ahí, en medio de la arena y del sol, que me provocaba cerrar los ojos por la encandilación; y como espejismo de locura, sentí que había dejado ahogar mi cordura, pero la ví. Y corrí, quizás corrí como nunca antes en mi vida había corrido. Justo cuando la tuve frente mío la besé; quizás como nunca antes en mi vida la había besado. Fue entonces cuando entendí, que luego de toda una vida de buscar cofres con oro, había encontrado un tesoro mucho más valioso; tesoro con rostro de mujer; tesoro que juré proteger.

miércoles, 9 de junio de 2010

Cuento para ella..

Son historias descobijadas en las noches de silencio, cuando se contaban leyendas ya borrosas en las mentes de los trovadores de la época. Pero es que en el juego del destino no existen trucos ni sorpresas, y el futuro toma café con el presente.

Son relatos de amor de una época antigua, cuando el río cantaba a las noches, y las estrellas bailaban alrededor de la luna. Son suspiros que endulzan el paladar de la vida.

En una época no muy lejana, en un pueblo envuelto por el esplendor de un amanecer, existía un reino antiguo de importante linaje. La fecha marcaba 19 del octavo mes y el nacimiento de la princesa hacía sonar la campana del castillo, sonido resquebrajado y con eco profundo en el corazón de las montañas.

Es de recordar que ese día los ríos corrían más rápido, los peces bailaban al ritmo de la corriente, el sol brillaba más y la brisa tenía un aroma especial. No era un día cualquiera. La heredera del trono acariciaba por primera vez la vida, y la arropaba un abrazo materno.

Sus ojos abrieron la puerta de su alma, y un silencio reinó en el salón. De pronto un llanto acelerado arremetió contra la incertidumbre y las lágrimas de felicidad aparecieron.

Su sonrisa era capaz de iluminar la más grande oscuridad, su rostro era fiel reflejo de lo que la gente en aquella época llamaba “ángeles”.

No muy lejos de ahí, en una pequeña villa, un niño de no más de 3 años jugaba a orillas del río. Ojos grandes, tez blanca, sumamente inquieto y extremadamente llorón. Si tan solo el destino nos permitiese observar una maqueta de su plan, si tan solo la vida pudiera conversar una tarde lluviosa con nuestros corazones.

Quién iría a imaginar las sorpresas que están guardadas en ese baúl tan buscado por todos que llaman felicidad. Son vueltas que da el camino, son pinceladas de amor con tintes de un sueño.

Aquél día este niño perdió su mirada en el fondo del río, y una fuerte brisa acarició su rostro. En instantes cerró los ojos y sin darse cuenta cayó dormido en el césped, con los pies dentro del agua y la cabeza apoyada en una piedra.

Conforme pasaban los años, la princesa crecía en medio de dificultades. Paso a paso su personalidad iba siendo fabricada por cada experiencia. Sus metas se definían lentamente, y sus sueños los pintaba con tintas imborrables en su corazón.

Era decidida, de carácter fuerte, una mujer de principios; en pocas palabras, era una mujer digna de ser la heredera del reino. Su capacidad humana e intelectual iban más allá de las expectativas, y sus decisiones y actitudes del día a día la iban convirtiendo en una líder y un ejemplo a seguir para las demás jóvenes del reino.

Muchos hombres de sangre azul la cortejaron. Por años resistió el ataque de falsos caballeros que intentaban engañar a un corazón sincero con sus palabras de Don Juan.

Sin embargo, ella no había sentido en su corazón, ese latir especial que se siente cuando se está en presencia del amor de su vida; ese olor único que hace química en los enamorados y que es capaz de hacer milagros; esa sonrisa inquieta y nerviosa; esas noches desveladas pensando en su amor.

Quince eran los años que habían pasado desde aquel día glorioso en donde las mañanas comenzaron a saber más dulces, y los atardeceres se convirtieron en caricias a los labios.

La princesa, más preciosa que nunca, decidía por primera vez salir del castillo, pues se le tenía prohibido por razones de seguridad. Con fuerte protección y en un intento de parecer una persona común, la princesa comenzó a caminar por aquellos largos y polvosos caminos que dibujaban aquel pequeño pueblo.

A lo lejos miró un río, cansada y acalorada caminó hacía él. Su latir se intensificó; un dulce olor a miel calmó su rostro extrañado, y sonrió.

Ochenta eran los años que habían pasado ya desde aquél día glorioso, y ahí, a orillas del río, un anciano acostado, con los pies dentro del agua y la cabeza apoyada en una piedra, abría los ojos luego de descansar, y a su lado, la princesa del reino, su esposa, lo miraba con una sonrisa inquieta, y un beso le dio.