jueves, 26 de agosto de 2010

Nuestra historia en párrafos.


Y en cada paso recordarte aquellos días, donde los besos cedían a las caricias que tus labios con ternura me entregaban, acurrucado en tus regazos.

Porque a veces de cerca no se ve tan bien como de largo. Y tus ojos guardan en tu mirada la incógnita de todo enamorado.

Pero para entender un poco este amor, hay que encontrar en nuestra historia los párrafos que hablan de aquellas tardes cuando jugábamos tirados en el suelo.

O aquellas líneas donde describíamos con detalles los futuros que siempre imaginamos; sueños de dos corazones de la mano; sueños de dos locos y enamorados.

Para entender este amor, tendríamos que escribir con tinta de sangre, cada recuerdo que ha quedado en el alambre de púas y que ha lastimado un poco este presente incierto.

Tal vez, para entender este amor, habría que tocar la suavidad de tu pelo, o saborear la dulzura de tus cariños; tal vez para entender este amor tendría que tomarte de las manos y mirarte a los ojos.

Y entonces ceder ante el envenenamiento bendito de tu olor. Sentir el calor de tu cuerpo cerca del mío; tenerte tan viva, tan cerca.

Porque justo antes de perderte recupero la fuerza de un amor dormido. Terco y tonto como un ser humano cualquiera; pero qué soy yo sin tí.

Y en una rendija de la vida descubro el secreto de mi destino; si en el futuro no estás junto a mí...sencillamente nada tiene sentido.

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