jueves, 19 de agosto de 2010

Riesgos y rendimientos


No se trata de ser ni de pretender. Al final todo se resume en decidir. Y es exactamente en decidir en el punto que se falla más. Por no tener carácter o fuerza de voluntad.

Si fuera tan fácil sencillamente escribir en un papel, leer, interiorizar y aplicar. Pero las realidades son tan abstractas que se mezclan en formas inentendibles en las mentes.

En definitiva en algún momento de la vida a todos nos tocará tomar las verdaderas riendas de la vida; dejar de poner en los demás las responsabilidades que son nuestras.

Y esas responsabilidades; esas cargas son principalmente emcionales. Se acabará el día en que, no solo entendamos la situación, sino que empecemos a cambiar realmente.

De nada vale tener un plan, una estrategia, si a la hora de aplicarlo no somos capaces de hacerlo. Porque eso nos puede hacer entrar en una espiral peligrosa a nivel personal.

Se resumen sencillamente en vivir por y para uno. Y que eso no signifique olvidar a las demás personas. Como dijo Ernesto Guevara de la Serna "Hay que endurecerse sin perder jamás la ternura".

Es exactamente el verdadero proceso de cambio. No basta con ser consciente; se necesita aplicar el cambio. De lo contrario estamos malgastando aprendizaje.

Seguramente es muy complicado. Pero es hora de dejar ver a las demás personas apostar; es hora de asumir riesgos.

A mayor riesgo, mayor rendimiento.

¿Vale la pena?

Eso nos toca averiguar a cada uno en cada caso específico.

Pero si vale la pena, ¿por qué no arriesgarse?

Learning to Fly!

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