Escribo y mientras leo
dedico en palabras
las delicias que veo.
Pienso y describo un poema
olvidado hace tiempo
entre las ramas y una colmena.
En ocasiones pienso
que entre líneas
olvido lo que siento.
Y cómo en medio del caos
aparece esta inspiración
tan completa y sin cuidados.
Cierro los ojos, respiro
y cuando me concentro
te siento conmigo.
Me abrazas, te abrazo
mientras descansas
dibujo en mi mente tu trazo.
Para de esa manera
nunca permitiré a mi mente
olvidarte como eras.
En aquél momento precioso
donde podía besarte
y amarte era glorioso.
Ahora, con el paso de los años
voy dejando cierto rastro;
olvidando tanto daño.
Que algún día me ocasionó tu amor
o los sencillos errores
que me provocaron aquél dolor.
Recuerdo cuando era niño
sentir un latir en mi pecho
como un grito del destino.
Pues amar iba a ser para mí
el regalo más lindo
de Dios para vivir.
Recordanto los tiempos pasados
hoy me siento en esta mecedora
recitando poemas dedicados.
Entre tantas rimas y secretos contados
que hacían fila para ser olvidados
es a tí a quién veo en todos lados.
Ahora que mi corazón da sus últimos latidos
te agradezco por tantos ratos compartidos.
dedico en palabras
las delicias que veo.
Pienso y describo un poema
olvidado hace tiempo
entre las ramas y una colmena.
En ocasiones pienso
que entre líneas
olvido lo que siento.
Y cómo en medio del caos
aparece esta inspiración
tan completa y sin cuidados.
Cierro los ojos, respiro
y cuando me concentro
te siento conmigo.
Me abrazas, te abrazo
mientras descansas
dibujo en mi mente tu trazo.
Para de esa manera
nunca permitiré a mi mente
olvidarte como eras.
En aquél momento precioso
donde podía besarte
y amarte era glorioso.
Ahora, con el paso de los años
voy dejando cierto rastro;
olvidando tanto daño.
Que algún día me ocasionó tu amor
o los sencillos errores
que me provocaron aquél dolor.
Recuerdo cuando era niño
sentir un latir en mi pecho
como un grito del destino.
Pues amar iba a ser para mí
el regalo más lindo
de Dios para vivir.
Recordanto los tiempos pasados
hoy me siento en esta mecedora
recitando poemas dedicados.
Entre tantas rimas y secretos contados
que hacían fila para ser olvidados
es a tí a quién veo en todos lados.
Ahora que mi corazón da sus últimos latidos
te agradezco por tantos ratos compartidos.
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